Alan Woods visitó a Constructora Nacional de Válvulas

Una de la tarde del martes 19 de abril. El Comité de Conflicto de los trabajadores de Constructora Nacional de Válvulas y la célula de la CMR en Los Teques han organizado un foro con Alan Woods sobre “El socialismo y el papel de la clase obrera en la revolución” dentro de esta empresa tomada por los trabajadores desde hace casi dos años.

Poco a poco los trabajadores van llegando a las instalaciones de la empresa, mientras el turno de trabajadores encargado de ese cometido prepara el almuerzo para los distintos camaradas que se acercan a las instalaciones de la fábrica. Arroz, caraotas y carne. Las felicitaciones al cocinero son abundantes.

Alan llega acompañado de Pablo Cormenzana, dirigente nacional de la CMR, miembro de la célula de la CMR de Los Teques y del Comité de Apoyo a la lucha de CNV. Pablo, junto con varios dirigentes de la lucha (Jorge Paredes, José Quintero, Rosalio Castro y otros trabajadores) explica a Alan distintos aspectos de la organización cotidiana de la ocupación. Cómo conseguir agua, fuentes de energía y todo lo necesario para sobrevivir. Los trabajadores incluso han improvisado un útil e imaginativo baño.

Este colectivo obrero, compuesto en estos momentos por alrededor de unos 68 trabajadores, se las ha arreglado para mantener viva la ocupación contra viento y marea.

¡Nunca mejor dicho! Uno de los trabajadores recuerda la noche en que un temporal de viento y lluvia se llevó en plena madrugada la carpa que ellos mismos habían levantado en la entrada de la empresa para resistir las inclemencias del tiempo. “Pasamos toda la noche recuperando los toldos y los volvimos a instalar bajo el viento huracanado y la lluvia, no podíamos dejar que todo se viniera abajo en una noche”.

El coraje , la creatividad y el espíritu de lucha de la clase obrera puesto una vez más en movimiento, eso es lo que se respira en cuanto uno traspasa el portón de CNV. Y ese sentimiento ya no te abandona una vez que sales. Pablo Cormenzana comenta: “En la primera de las ocasiones en las que organizamos el operativo médico, mi señora, que es doctora, y yo nos quedamos muy sorprendidos. Acordamos con los trabajadores que ellos acondicionaban levemente un cuarto y nosotros conseguíamos el personal médico, pero lo que nos encontramos fue que ellos mismos montaron un consultorio que haría las delicias de cualquier doctor”.

El ambiente entre los trabajadores es de gran esperanza y entusiasmo. Hay un sentimiento generalizado de que la victoria puede estar cerca. Algunos de ellos recuerdan momentos de esta durísima lucha que se prolonga desde hace nada más y nada menos que dos años y casi cuatro meses.

Mas de dos años de lucha

La lucha se inició tras el cierre patronal de diciembre de 2002 y enero de 2003. Andrés Sosa Pietri, propietario de CNV, creó esta empresa de fabricación de válvulas para la petrolera estatal PDVSA cuando era precisamente Presidente de la misma. ¡Un buen ejemplo del carácter “emprendedor” y generoso (sobre todo con su propio bolsillo) de la burguesía venezolana!. Sosa Pietri apoyó el paro patronal de diciembre de 2002 y enero de 2003 y los trabajadores de CNV ya entonces se opusieron el mismo pero aún no estaban organizados. “El sindicato que teníamos estaba dirigido por burócratas”. Los trabajadores rodearon la empresa y proclamaron su deseo de volver al trabajo.

Cuando finalizó el lockout empresarial el patrón intentó hacer recaer el costo del mismo sobre los trabajadores y planteó reducciones salariales y otros ataques. Los trabajadores dijeron NO y se movilizaron. El empresario golpista respondió dejando de pagar los salarios y cerrando la empresa. Allá por los primeros meses de 2003 toman por primera vez la empresa los trabajadores con el objetivo fundamental de que esta no pudiese ser desmantelada por el capitalista. “Ninguno pensábamos en aquel momento que aquello fuera a ser una toma permanente y mucho menos que aquel conflicto pudiese mantenerse durante más de dos años”, comenta uno de los protagonistas de la toma.

Desde entonces la lucha ha sido muy dura. “Recuerdo varios momentos en los que lo vimos todo perdido”, comenta uno de los dirigentes de la lucha. “Cuando la amenaza de desalojo, por ejemplo”. En aquel momento la Gobernación del estado (y la policía), además estaba en manos de un dirigente de la oposición contrarrevolucionaria como Enrique Mendoza. Fue la movilización conjunta de otros trabajadores, vecinos y militantes de base del movimiento revolucionario la que impidió el desalojo. En aquel momento los camaradas del Comité por una Internacional Marxista organizamos la primera campaña internacional de solidaridad con CNV. “Llegaron centenares de mensajes de apoyo de todo el mundo, de otros obreros, de sindicatos, muchos ni los entendíamos pero aquello dio mucha moral a todos”. Estos mismos mensajes se enviaban a la Presidencia y al Ministerio de Trabajo pidiéndoles que interviniesen para evitar el desalojo y que expropiasen la empresa y la nacionalizasen bajo control de los trabajadores.

Aquel fue un primer ensayo de la campaña que luego se organizó con Venepal y tuvo efecto. Varias instituciones del estado se movieron pero todas las iniciativas y propuestas de los trabajadores parecían chocar entonces contra un muro. La comisión de víctimas del paro , a la que recurrieron los trabajadores de CNV y los de Industrial de Perfumes – Cristine Carol (empresa también tomada en aquel entonces por sus trabajadores en el centro de Caracas) pareció desentenderse de su problemática. Al recordar a los muchachos de Perfumes, el rostro de alguno de los trabajadores que estuvieron en primera línea y tuvieron más relación con los compañeros de aquella fábrica, hermana de pelea, se oscurece. “A ellos sí los sacaron de la empresa y ahora sólo quedan unos pocos peleando. En estos momentos en que parece que podemos ganar debemos también acordarnos de ellos”.

Los trabajadores de CNV y Perfumes organizaron varias marchas juntos y exigieron la nacionalización de ambas empresas bajo control obrero. La marcha convocada conjuntamente con la UNT en Caracas, a la que vinieron trabajadores y sindicatos de Aragua, Carabobo e incluso de otros estados, demostró que había potencial para organizar la solidaridad con la lucha y convertirla en una lucha nacional victoriosa. Sin embargo, la lucha permaneció aislada y sin respuesta y el desgaste continuaba. Los trabajadores seguían sin cobrar sus salarios y era cada vez más difícil resistir

Los principales dirigentes de la lucha de Perfumes siguen peleando, reclamando las prestaciones del colectivo, exigiendo que el Tribunal Supremo de Justicia les dé la razón y al menos ordene la venta de los galpones del empresario que abandonó la empresa para pagar a los trabajadores lo que es suyo. Pero en este caso, el patrón y la burocracia parecen haber conseguido su objetivo. Es un buen ejemplo, en pequeña escala, de lo que puede ocurrir si este proceso revolucionario no soluciona los problemas de las masas que lo apoyan. Trabajadores que apoyan el proceso revolucionario, que quieren trabajar y producir, piden que el estado expropie a un empresario golpista que ha cerrado la industria. Pero pasan los meses, la propuesta de los trabajadores, trancada por la burocracia no obtiene ninguna respuesta y un sector de los trabajadores cae en la desmoralización. Los más conscientes intentan resistir pero son demasiado pocos y están aislados, ninguna de las organizaciones o instancias con capacidad para ayudarlos acaba de hacerlo, por diferentes causas.

En ese momento la lucha de CNV también estuvo a un paso de salir derrotada definitivamente. Jorge Paredes, portavoz del Comité de Conflicto, lo explica “El año 2004 fue un año de reflexión. Prácticamente habíamos abandonado la ocupación y con ello la esperanza de que la fabrica pasase a nuestras manos. Yo me preguntaba muchas cosas, leí y pensé mucho” La victoria del 15 de agosto, los anhelos de las masas de hacer la “revolución dentro de la revolución” y llevar esta hasta el final y, evidentemente, el triunfo de los compañeros de Venepal abrió una situación nueva. “Después de aquello llegamos a la conclusión de que ahora o nunca, si volvíamos a tomar la empresa podíamos ganar”

Foro de Alan Woods con los trabajadores

Poco a poco un buen número de trabajadores y algunos familiares suyos, así como algunos colaboradores y camaradas de la CMR de Los Teques y de algún otro colectivo (Utopía), han ido llegando y hay reunidas unas 50 personas.

En el lugar acondicionado por los trabajadores para que Alan pueda dar su charla, una pizarra muestra los cursos de formación que los trabajadores están organizando junto con personal del Ministerio de Trabajo y distintos camaradas del movimiento revolucionario que se han puesto a la orden para apoyar esta tarea. “Cooperativismo, derecho laboral, la Constitución Bolivariana, la ley del trabajo” son algunos temas obligados. Pero junto a ellos llaman la atención poderosamente “Materialismo Histórico o Economía política”.

En la misma pizarra las últimas anotaciones son la organización de la marcha hasta la Asamblea Nacional el viernes 22 (finalmente se ha pospuesto para el lunes 25) apoyando la declaración de CNV de empresa de utilidad pública –tal como se hizo con Venepal- y la posterior expropiación de la misma. Debajo de dicha anotación el anuncio del foro con Alan Woods que en breve va a tener lugar . “Muy importante: asistir todos” reza entre paréntesis al lado de la convocatoria.

Jorge Paredes presenta el acto, explica la importancia del mismo y agradece el apoyo prestado a la lucha por distintos camaradas, en particular cita a varios camaradas de la CMR presentes y agradece al propio Alan el apoyo a la lucha de CNV. Alan empieza explicando la enorme fuerza que tiene la clase obrera “Los veo y veo la verdadera cara de la clase trabajadora”. Pone distintos ejemplos, desde la lucha petrolera hasta la propia experiencia de CNV, de esa fuerza de la clase obrera. “¿Quiénes son los que mejor saben cómo funciona la empresa? ¿Quienes conocen todos los secretos y sacan adelante cotidianamente la producción? Los trabajadores. Ellos, los capitalistas, nos necesitan para poner en marcha la producción pero nosotros no los necesitamos para nada. Sin ellos podemos producir, como demostraron los trabajadores petroleros durante el paro patronal. Eso no quiere decir que no necesitemos técnicos, científicos y demás pero con una condición: que la toma de las decisiones, que el control de la empresa resida en manos de los trabajadores. Y no se trata sólo del poder en una empresa. El control de todas las fuentes de riqueza de la sociedad, los medios de producción, deben estar bajo el control de todos los trabajadores. Ese es el único modo de hacer realidad la planificación democrática de la economía”

Alan , nacido en una familia obrera de Gales del Sur, zona proletaria del País de Gales (Gran Bretaña) comenta varias anécdotas que reflejan el instinto de clase de los trabajadores. La identificación de este auditorio compuesto por trabajadores con sus palabras parece absoluta, especialmente cuando –como ha hecho en otros foros- repasa los momentos clave de la revolución venezolana y destaca la enorme fuerza y capacidad de lucha que han demostrado los trabajadores y los sectores populares.

“La clase obrera tiene un poder enorme, sin precedentes en la historia. Lo único que permite que los explotadores sigan dominando es que no sabe que lo tiene. No somos conscientes de ese enorme poder. Su fortaleza es únicamente resultado de nuestra debilidad, pero esta debilidad no es objetiva, es subjetiva. Es la ausencia de una dirigencia revolucionaria que haga consciente a la clase obrera de este enorme poder la que por el momento impide la victoria de esta, y no sólo en este país sino internacionalmente. Por eso la tarea mas urgente para el movimiento revolucionario es construir esa dirección, construir una corriente marxista revolucionaria de masas en el seno del movimiento bolivariano que luche por un programa genuinamente socialista“.

“Durante el Encuentro de Solidaridad del año pasado pude reunirme con el Presidente Chávez y me preguntó : “Alan ¿qué piensas del movimiento bolivariano?” “Es una inspiración para todo el movimiento revolucionario, Presidente” le dije “Sí, pero ¿no tienes ninguna crítica? ¿Cuáles son su fallas o debilidades en tu opinión?” Y respondí: “Fundamentalmente dos, la falta de un programa revolucionario claro y concreto de qué hacer, hacia dónde ir, que en mi opinión sólo puede ser un programa socialista, y la falta de cuadros para llevar a cabo ese programa” Y cabeceó afirmativamente”.

”Una democracia real, la participación y el protagonismo del pueblo trabajador en la toma de todas las decisiones son imposible mientras el hombre este condenado a luchar por la supervivencia y tenga que trabajar tantas horas como lo hace actualmente. Cualquier trabajador en cualquier país del mundo llega a su casa agotado, exhausto, esta es la mejor arma de los capitalistas contra la participación de los trabajadores. El primer paso para que las masas, los trabajadores, puedan participar en política y gobernar sus destinos es reducir la jornada laboral drásticamente y mejorar las condiciones de vida de la población. Como ya decía Aristóteles, el hombre para pensar debe tener solucionadas sus necesidades fundamentales”

”Bajo un sistema como el capitalista esto es imposible, el capitalismo se basa en la anarquía, en la explotación del hombre por el hombre y antepone la ganancia de unos pocos al bienestar de la mayoría. Solo en una sociedad que ponga los recursos fundamentales en manos de todos es posible planificar democráticamente la economía pero eso exige también estatizar los medios de producción, los principales recursos del país, la tierra, la banca y las grandes empresas”. Alan explicó como la propiedad privada de los medios de producción es un obstáculo que impide este objetivo.

Las preguntas y observaciones realizadas por los trabajadores fueron un buen ejemplo de la capacidad de la clase obrera para comprender de forma instintiva cuales son sus tareas en la revolución. Varios trabajadores explicaron sus experiencias concretas, sus dificultades para, tal y como decía Alan, poder participar políticamente cuando las necesidades económicas no están cubiertas y hay que luchar por sobrevivir. También abundaron las denuncias contra la burocracia y la pregunta concreta de cómo poder acabar con la lacra del burocratismo así como muchas cuestiones concretas sobre como se construiría el socialismo, como evitar que ese socialismo sea dictatorial o violento, etc.

Alan explicó una vez más el programa de los bolcheviques en 1917 para garantizar el control democrático de los trabajadores sobre el estado y planteó la necesidad (y la posibilidad) de llevar a la práctica ese programa hoy mismo en Venezuela. ” A mi no me cabe ninguna duda de que CNV va a ser expropiada pero aun con esto no basta. Después de eso es necesario que el control de la producción y de toda la empresa permanezca en manos de los trabajadores. Y esto no solo en una empresa sino en toda la sociedad. Esto es perfectamente posible de realizar. Asambleas por talleres en cada fabrica que elijan a sus representantes , y que estos rindan cuentas ante la asamblea y puedan ser revocables en todo momento. Que los delegados elegidos en esas asambleas formen una asamblea de todo el centro de trabajo y elijan a su vez a sus delegados también revocables. Y que los representantes de todos los centros de trabajo se reúnan en una asamblea de trabajadores. Y eso mismo en cada sector de cada barrio, centros de estudio, pueblos campesinos... Y que los delegados elegidos (y revocables) de cada una de esas asambleas formen una asamblea local que a su vez elige los delegados a una asamblea regional y porque no a una Asamblea Nacional de delegados revolucionarios. Con eso tendríamos un aparato estatal surgido desde abajo y bajo el control permanente de las masas”.A ello habría que unir la elegibilidad y revocabilidad también de los jueces, directores de empresas y organismos públicos, etc.

También insistió en la idea de que en todas las revoluciones la violencia siempre la ha generado la clase dominante , que se resiste a abandonar sus privilegios sin lucha. El mejor modo de lograr una revolución lo más pacifica posible es aprovechando un momento favorable como el actual para movilizar todas las energías de las masas y armar a estas. Ni el imperialismo, debilitado por la guerra de Irak y enfrentado a un movimiento ascendente de la lucha de clases en todo el continente ni la oligarquía podrían hacer nada contra la fuerza de las masas movilizada, organizada y armada.

El dirigente marxista británico terminó su exposición explicando la necesidad de construir el socialismo no únicamente en Venezuela sino en todo el mundo. ”Lo que veo ante mi en estos momentos no es un grupo de personas de tal raza o tal país sino una parte de un ejército mundial, el ejército de todos los explotados, de los trabajadores, el proletariado, que es la clase que esta llamada a encabezar a todos los demás oprimidos en la lucha por transformar la sociedad. ”

El acto fue cerrado por Jorge Paredes quien tras pedir un aplauso recordó la importancia de organizar la asistencia a la marcha exigiendo la declaración de interés publico para CNV y la expropiación de la misma. Esta manifestación finalmente tendrá lugar el lunes 25 de abril a las 9 am. Desde el CNE a la Asamblea Nacional.


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La fuente original de este documento es:
El Militante (http://argentina.elmilitante.org/index.asp?id=muestra_cat&cat=3)



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