El pasado 25 de mayo se realizaron las elecciones para la renovación de la junta directiva del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Eléctrica y sus similares del estado Táchira, que agrupa a los trabajadores de Cadela, empresa filial de CADAFE.
El proceso electoral se efectuó a pesar de los esfuerzos de las autoridades de la empresa por retrasarlo, para favorecer a un sector pro-patronal que participó en el proceso; dichas autoridades llegaron incluso a convocarles asambleas y suprimir permisos a miembros de la comisión electoral. Igualmente, las elecciones se vieron amenazadas por la intromisión de algunos diputados regionales del PPT que apoyaban a una plancha cuyo principal dirigente participó activamente en el golpe de abril del 2002.
Los trabajadores de Cadela apoyaron con su voto a la Plancha 25 liderada por Consuelo Ramírez, miembro de Fetralec e impulsora en la región andina del proceso cogestionario, dejando evidenciado que los trabajadores y trabajadoras junto a la Federación Eléctrica de Venezuela, siguen al frente de la gran batalla que se libra para impulsar la verdadera Cogestión Obrera, mediante la participación de los trabajadores en la planificación, gerencia y administración de los recursos del sector eléctrico. Eliminando así - para siempre - toda posibilidad de privatización.
El triunfo de esta plancha debe servir para lograr la más amplia democracia sindical de los trabajadores y trabajadoras del sector eléctrico, logrando colocarse al frente de su sindicato para que se cumpla en su totalidad el Contrato Colectivo, se luche por la estabilidad y por el respeto de los trabajadores fijos, contratados, jubilados y pensionados y se pueda discutir y aprobar el III Contrato Colectivo.
Esta victoria de los trabajadores del sector eléctrico es un ejemplo de lucha contra la intromisión patronal, así como de sectores políticos que se disfrazan de revolucionarios, en el seno de las organizaciones sindicales clasistas.
Los trabajadores tenemos que profundizar la revolución para poder avanzar en la construcción de una nueva sociedad basada en la igualdad, la solidaridad y el bienestar; que trascienda este sistema de opresión y explotación; tenemos una responsabilidad histórica con las futuras generaciones. El sindicato eléctrico debe servir para avanzar en este rumbo.
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