El Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) expresa su rechazo al llamado hecho por el pastor protestante Pat Robertson y, además, afirma que el Gobierno nacional espera una respuesta de Estados Unidos (EEUU) que refleje su apego a la normativa que sanciona actos que afectan la legalidad esta nación.
El MRE también indicó que el llamado a asesinar a un Presidente es un delito tipificado y condenado por todas las legislaciones existentes en el mundo. Por tanto, espera que EEUU tome las acciones respectivas.
Comunicado envíado por la Cancillería
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio de Relaciones Exteriores
COMUNICADO
Rechazo a las incitaciones magnicidas por parte de figuras públicas de los Estados Unidos de América.
Como es ya bien conocido por la opinión pública, el martes 23 de agosto de 2005, el pastor protestante estadounidense Pat Robertson, vinculado con el Partido Republicano, ha llamado públicamente al gobierno de su país, a asesinar al presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías.
En su llamado el señor Robertson afirma que Estados Unidos tiene la capacidad para eliminar físicamente al presidente Chávez, y que "si él piensa que estamos tratando de asesinarlo, creo que deberíamos realmente seguir adelante y hacerlo (…) no necesitamos otra guerra de 200.000 millones de dólares para deshacernos de, ustedes saben, un dictador autoritario (...) Es mucho más fácil enviar a agentes clandestinos a hacer la tarea de una buena vez".
Estas expresiones, tipificadas en todo el mundo como apología del delito y actos terroristas, resultan lamentables más aún cuando provienen de líderes religiosos, contraviniendo el principio del respeto universal a la vida, consagrado por la doctrina cristiana.
El Gobierno venezolano está a la espera de una respuesta de las autoridades estadounidenses, que refleje el apego responsable a la normativa que sanciona actos que vulneran la legalidad en los Estados Unidos de América y que en nada enaltecen la retórica antiterrorista de la cual tanto se ufanan sus gobernantes.
El llamamiento público para asesinar un Jefe de Estado es un delito tipificado y condenado por todas las legislaciones modernas del mundo y, por su naturaleza, es perseguible de oficio. Es lo que el mundo civilizado entero espera de las autoridades norteamericanas. De lo contrario, su muy cuestionada credibilidad quedará aún más acentuada en la opinión pública mundial.
Caracas, 24 de agosto de 2005
Ministerio de Relaciones Exteriores