Caracas, 02 Dic. ABN.- La oposición de Venezuela está lista para sacrificar el sistema democrático de la nación para lograr su objetivo inmediato de derrocar al Gobierno a como dé lugar, y para ello se vale de la falsa premisa de que las autoridades venezolanas no pueden garantizar elecciones libres y justas.
Estas afirmaciones fueron emitidas por el centro de análisis político estadounidense Consejo de Asuntos Hemisféricos (Coha), con sede en Washington, en un comunicado público en el cual declara su disconformidad con el boicot electoral que partidos de la oposición están llevando a cabo en Venezuela.
El Coha, asimismo, cuestiona duramente la complicidad del Gobierno de Estados Unidos en esa campaña desestabilizadora, denunciada por las autoridades venezolanas.
En el documento, titulado La desleal oposición de Venezuela, el grupo de analistas políticos considera que la actuación de los partidos opositores venezolanos representa “una notoria demostración de absoluto oportunismo político”.
“Los ineficientes partidos de oposición de clase media de Venezuela han anunciado que boicotearían las elecciones legislativas del 4 de diciembre. Lejos de ser un movimiento noble y de principios, esta sórdida táctica representa una decisión procaz de la oposición para ahorrarse la contrariedad de tener que enfrentar la humillante derrota que seguramente, una vez más, habrían sufrido en las urnas”, aseguran los expertos en su declaración.
Consideran, asimismo, que la táctica de la oposición de deslegitimar a las instituciones democráticas venezolanas y a los poderes del Estado es una estrategia irresponsable que ha perjudicado enormemente al país.
“Aunque pregona reclamos sobre la menguante democracia de Venezuela, la oposición en sí ha demostrado ser mucho más culpable de erosionar las estructuras democráticas del país que cualquier intento de los chavistas
por asir el poder”, dicen los expertos.
Aseguran que tales tácticas parecen provenir de figuras oscuras de la política estadounidense, como el cuestionado asesor del vicepresidente Dick Cheney, implicado en un escándalo de filtración de informaciones de
inteligencia, Karl Rove, o el diputado republicano Tom Delay, quien tuvo que renunciar a su puesto como líder de esa tolda en el Congreso tras ser acusado de recibir fondos ilegales para la campaña del partido en Texas.
Recuerdan, de igual modo, que Washington ha tenido que reconocer, en otras oportunidades, la legitimidad de los procesos electorales venezolanos.
“Cada elección que ha sido realizada en Venezuela desde que (el presidente Hugo) Chávez llegó al poder ha sido observada exhaustivamente e, incluso, el Departamento de Estado de Estados Unidos se ha visto obligado a validar, de mala gana, la autenticidad de los resultados anteriores y (reconocer) que su legitimidad ha sido intachable”, aseveran los analistas.
Justificar lo injustificado
Tras recordar la forma desleal en que los partidos Acción Democratica, Proyecto Venezuela y Copei iniciaron la campaña de desprestigio, criticando primero al sistema automatizado, Coha considera sorprendente
que la oposición “esté gritando fraude antes de que haya sido emitido ni un simple voto”.
“Bajo estas reglas, los demócratas habrían estado justificados al abandonar la elección presidencial estadounidense de 2000 después de que su candidato Al Gore había supuesto que la campaña de (George W.) Bush estaría robándose la elección antes de que esa votación ni siquiera empezara”, recuerda el centro de análisis en su comunicado.
“Escogiendo esta táctica realmente poco digna y antidemocrática, la oposición venezolana solamente le ha quitado fuerza a su posición ante la mirada del mundo. Si hubiera participado en la elección, y conseguido documentar un fraude (un escenario improbable), habría sido capaz de hacer reclamos legítimos”, añade.
Pero al rehusarse a tener al menos una participación simbólica, la oposición ha decidido hacerle el juego a Washington, en vez de convencer a la comunidad internacional de su buena fe democrática.
“A decir verdad, la oposición ha realizado esta drástica jugada porque carece de cualquier esperanza de poder impedir el estrellarse ante la avalancha de la victoria chavista”, asegura Coha.
El Consejo recuerda que Gobierno de Hugo Chávez ha ganado “la lealtad abrumadora de los pobres de Venezuela -quienes constituyen más de la mitad de la población del país- a través de programas significativos que han promovido la justicia social”.
“El progreso que ha logrado con iniciativas centradas en la salud, la alimentación, la vivienda y el deporte sólo ha aumentado el éxito político del presidente venezolano”, aseguran los analistas.
“La oposición, por otra parte, a pesar de tener el control de la mayoría de los medios de comunicación más importantes, ha quedado a un lado, más interesada en suplicar que sus patrocinadores de Washington intervengan de algún modo en el asunto de Venezuela, que en participar incondicionalmente en los procedimientos democráticos venezolanos”, argumenta.
Los partidos han intentado ofrecer a Estados Unidos “un garrote que esgrimir contra su oponente venezolano”, maniobra muy similar a la de la oposición de Haití, que se negó a participar en el proceso electoral para justificar la destitución de otro líder constitucional, el presidente Jean Bertrand Aristide, dice el texto.
A su vez, Washington parece encontrar irresistible la falsa razón de la oposición y sus voceros “repiten como loros las falaces acusaciones de deterioro democrático del partido de oposición en el país y la imposibilidad de que haya elecciones libres, sin presentar ninguna evidencia que respalde ese razonamiento del mismo modo como no han podido sustanciar sus denuncias de que Chávez está desestabilizando América Latina”, explican.
El Coha concluye que tal conspiración “sólo tendrá el resultado neto de manchar más aún la reputación del Gobierno de Bush en la región, pues América Latina no está dispuesta a aceptar los huecos lamentos de la
Casa Blanca sobre un proceso electoral supuestamente defectuoso en Venezuela”.
El Consejo sobre Asuntos Hemisféricos Coha, fundado en 1975, es una organización de investigación e información independiente, no lucrativa y neutral. Ha sido descrito en el Senado como "uno de los organismos más respetados de eruditos y responsables de la política de la nación