Desde la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires en Argentina, partidos de la izquierda iberoamericana, confederaciones de trabajadores y de indígenas, hasta el Congreso Bolivariano de los Pueblos repudian el boicot de factores de la oposición al presidente Chávez
Numerosas organizaciones sociales internacionales han reiterado su apoyo al Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, tras el boicot llevado acabo por factores de la oposición venezolana.
La incongruencia de una oposición que se dice “democrática”, pero no quiere ir a elecciones, y la permanente ingerencia del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos de Venezuela, han sido algunas de las denuncias más reiteradas.
“Los candidatos de la oposición que se llenaban la boca con la democracia y las elecciones, no se atrevieron a confrontar la opinión del pueblo venezolano”, exclaman, por ejemplo, las Madres de la Plaza de Mayo desde
Argentina.
Por su parte, el partido Izquierda Unida de España denuncia que “no había ninguna justificación para la espantada de la oposición salvo su temor a perder estas elecciones. El proceso electoral había sido acreditado por los observadores internacionales y había incorporado, incluso, algunas sugerencias de la oposición con el fin de hacerlo más transparente e inclusivo”.
Siguen llegando mensajes de solidaridad
La Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, el partido Comunista de Chile, el Frente Socialista de Puerto Rico, confederaciones de trabajadores de muchos de los países latinoamericanos, colectivos cubanos, colombianos, brasileños y el Congreso Bolivariano de los Pueblos son algunos de los grupos internacionales que manifiestan su apoyo al actual gobierno de Venezuela.
En vísperas del proceso electoral también se presentaron sendos comunicados de académicos, escritores y luchadores sociales, diputados de la Nación Argentina e incluso del Consejo de Asuntos Hemisféricos de los Estados Unidos, denunciando el nuevo intento de derrocar al Gobierno. Los llamados a la prensa para que cuestione la incongruencia de la oposición, frente a un proceso que respondió a sus solicitudes y que está avalado por la OEA y otras instancias internacionales, tampoco se hicieron esperar.