CARACAS, ene (IPS) El Foro Social Mundial, la reunión anual de la sociedad civil que en su sexta edición tendrá tres países sede, se enfrentará del 24 al 29 de este mes en Venezuela con el auge de la izquierda en América Latina y con su propio debate entre ser espacio de reflexión o instrumento de acción.
Venezuela se ha colocado, con el gobierno de signo izquierdista de Hugo Chávez, en el centro de la discusión política en América Latina, lo cual el Foro Social Mundial (FSM) reconoce al trasladar hasta esta orilla del mar Caribe a una de sus tres reuniones de este año, luego de cuatro ediciones únicas en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre y una en Mumbai, India.
Por otra parte, el FSM está marcado por el interés y la solidaridad con el gobierno anfitrión, por un lado, y por su voluntad de no teñir de ”chavismo” su historial de alternativa plural al foro de las elites económicas que se reúne, también cada año, en la turística ciudad suiza de Davos.
Los ejes temáticos de este Foro serán: ”Poder, política y lucha por la emancipación social” ”Estrategias imperiales y resistencias de los pueblos”, ”Alternativas al modelo civilizatorio depredador”, ”Diversidades, identidades y cosmovisiones en movimiento”, ”Trabajo, explotación y reproducción de la vida”, y ”Comunicación, culturas y educación: dinámicas y alternativas democratizadoras”.
Se descuenta que en Caracas se repetirá el debate de ediciones precedentes sobre si el Foro debe ser sólo un espacio para mostrar y discutir experiencias o propuestas, o si debe dirigir sus esfuerzos a modo de movimiento a favor de cambios políticos y sociales.
Cuando comience el FSM se estará estrenando como presidente de Bolivia el líder indígena de los cultivadores de hoja de coca, Evo Morales, otra expresión de los movimientos políticos y sociales de izquierda que han cambiado el color de la región y colocado en el gobierno a fuerzas aliadas de los protagonistas de estas citas contrarias al neoliberalismo.
Tal ha sido los casos de Brasil, donde importantes movimientos sociales auparon la llegada al gobierno en 2003 del ex sindicalista Luiz Inácio Lula da Silva y su izquierdista Partido de los Trabajadores, y de Venezuela, cuyo presidente Chávez exhibe desde 1999 una retórica semejante a la del Foro e incluso ha participado en concentraciones internacionales contra la globalización.
El FSM llega a Venezuela ”en solidaridad con su posición antiimperialista y contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas, que promueve Estados Unidos)”, señaló a IPS el sindicalista Jacobo Torres, del comité organizador.
”El gran atractivo de Venezuela es que mucha gente quiere venir a ver y saber de primera mano qué es lo que está pasando, y queremos que vengan los convencidos y los que quieren la revolución, pero también los que no y los que dudan”, sostuvo Torres, de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores y empleado del cabildo caraqueño.
El gobierno venezolano aportó para el Foro nueve millones de dólares y tiene una participación importante en toda la organización, ”pero respetamos las reglas del juego, a eso nos comprometimos, y este no será un encuentro chavista”, aclaró.
Incluso la participación de Chávez ”se está estudiando para que no choque con las demás actividades. Si metemos la figura del presidente puede ser que, por su atractivo en esa oportunidad, el resto de las salas se queden medio vacías”, agregó.
Para este país de 26,5 millones de habitantes y para su capital, donde se apretujan cuatro millones de personas, las decenas de miles de visitantes en esa última semana de enero ayudarán a que este Foro se constituya en la mayor concentración humana vista en toda su historia. Por ello representa un desafío para su capacidad de alojamiento y de transporte.
La cita reunirá entre 80.000 y 100.000 personas (el año pasado en Porto Alegre se reunieron unas 155.000), que participarán en unas 2.200 actividades durante cinco días y para las que ya se identificaron 174 espacios, informaron a IPS los organizadores.
Un campamento central se instalará en La Carlota, descampado que fue base aérea y aeródromo civil en medio de la zona residencial este de la capital y que hace dos años dejó de funcionar luego que, durante décadas, grupos civiles lo reclamaron como parque.
Los principales campus y anfiteatros de la ciudad albergarán actividades de organizaciones sociales de los cinco continentes, incluso de asiáticos y africanos que estarán también en las otras dos sedes de la edición 2006 del FSM, que serán del 19 al 23 de este mes en Bamako, la capital de Malí, y en marzo en la meridional ciudad pakistaní de Karachi.
Los tres foros ”policéntricos” son una novedad y un riesgo. Es la primera vez que este encuentro gigantesco se dispersa, y comienza a notarse en las tres sedes la ausencia del experimentado comité brasileño, que funcionaba como una organización permanente.
Inicialmente, se pensaba concretar los tres foros de modo simultáneo, pero por diversas razones organizativas y logísticas quedaron separados. El de Karachi fue suspendido debido al violento terremoto que devastó el 8 de octubre la región de Cachemira, con un saldo de unas 80.000 personas muertas.
La financiación, los altos costos de los viajes y la carencia de una infraestructura adecuada han puesto también en duda la cita de Malí, aunque los miembros del comité organizador insisten en que todo sucederá como está previsto.
En Venezuela, seguidores del proceso político que lidera Chávez hurgan entre sus organizaciones de base --comités de tierras, de agua, de salud, cooperativas y beneficiarios de los programas de educación de adultos-- para conseguir unas 35.000 camas de ”alojamiento solidario” en barriadas de Caracas y ciudades vecinas.
Según el listado de oferentes disponible, la mayoría de esas habitaciones costará menos de 15 dólares diarios, y hay ofertas de alojamiento gratuito.
”Queremos involucrar a la población, pero que no se genere malestar en los caraqueños, e incluso que las obras que deban hacerse queden como un aporte del foro para la vida de la ciudad”, expuso Torres.
Entre las facilidades que se heredarán estarán centros de comunicaciones y de acceso a Internet, puestos de alimentación (que excluirán comidas y bebidas emblemas del capitalismo), rutas especiales de transporte colectivo y un voluntariado para reforzar la seguridad, pues Caracas es una de las ciudades más violentas de América Latina.
* Con aportes de Alejandro Kirk (Chile)
Foro Social Mundial http://www.forosocialmundial.org.ve/