Caracas, 22 Abr. ABN.- El retiro de Venezuela de la Comunidad Andina (CAN) no tendrá consecuencias negativas, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Alí Rodríguez Araque, en respuesta a quienes auguran graves secuelas económicas, como el desempleo.
Hizo tales planteamientos durante una rueda de prensa efectuada en la Cancillería, donde además Rodríguez Araque indicó que no se debe hablar de consecuencias negativas, sino de una nueva forma de relaciones, donde el desarrollo de los pueblos resulte beneficiado.
Tal como lo reiteró el alto funcionario gubernamental, el hecho de que algunos países de la CAN, como Colombia y Perú, firmen proximamente el Tratado de Libre Comercio (TLC), muestra el cambio fáctico de dicha comunidad y uno de los motivos de la salida de Venezuela de la misma.
Según el canciller, los TLC tienen los mismos propósitos del Área de Libre Comercio para las Americas (Alca), mecanismo que no debería estar presente en la CAN.
«Los Tratados de Libre Comercio buscan reducir el rol del Estado a su mínima expresión», enfatizó Araque.
Otra de las consecuencias de los TLC es la flexibilización laboral, la cual desprende las relaciones entre el trabajo y el capital, entre los trabajadores y las grandes élites.
También bloquean la posibilidad de un verdadero desarrollo endógeno, agregó el titular del MRE.
En su opinión, firmar este tipo de tratados o acuerdos trae múltiples implicaciones para la CAN, entre las que figuran la desregulación, la privatización y la apertura indiscriminada de los mercados.
«Entrar en estos acuerdos comerciales empobrece más a los desposeídos y refuerzan la estrategia de la deshumanización económica», insistió el ministro de Relaciones Exteriores.
A jucio de Rodríguez Araque, «los pueblos del Sur respaldan la integración y no la competencia, la solidaridad y estricto respeto a la soberanía de nuestras naciones, lo cual choca con la visión imperial que viene reinando en el mundo».
Además, «la política de integración ya está en marcha», destacó.
Rodríguez Araque también recordó que una vez anunciada su renuncia, Venezuela dejará de formar parte de la CAN dentro de cinco años, tal como lo establece el reglamento de dicho bloque.
Por su parte, la ministra de Industrias Ligeras y Comercio, María Cristina Iglesias, indicó que el retiro de la CAN no perjudicará las relaciones con los países miembros.
De igual forma indicó que todos los sectores económicos del país resultarán beneficiados con esta decisión, que se apoya en la solidaridad con los pueblos.
«Las relaciones se mantendrán perfectamente bien. Sabemos que la salida de la CAN lleva tiempo y nos iremos preparando. Ahora hablaremos de comercio justo y nos alejaremos de las propuestas neoliberales», señaló Iglesias.