WASHINGTON, D.C. (EFE).— El legislador demócrata John Murtha dijo ayer que no hay duda de que un grupo de marines asesinó a civiles desarmados en noviembre en Irak y denunció que se suspendió un análisis inicial de los hechos para ocultar la verdad.
"No pondré excusas para justificar el asesinato y eso fue lo que ocurrió" en Haditha, una localidad a unos 200 kilómetros al noroeste de Bagdad, dijo Murtha en una entrevista con el canal de televisión ABC.
"Esto es peor que Abu Ghraib", señaló el legislador, que no apoyó la invasión de Irak, en referencia a la prisión iraquí donde soldados de Estados Unidos torturaron a detenidos, pero donde no hubo asesinatos.
El Pentágono ultima una investigación sobre el incidente, en el que perecieron 24 civiles iraquíes, y ha informado esta semana a algunos legisladores de sus conclusiones preliminares, entre ellos Murtha, quien fue marine durante 37 años hasta su salida del cuerpo en 1990, con rango de coronel.
Los soldados involucrados, aparentemente, dijeron a sus superiores que el incidente, ocurrido el 19 de noviembre, había sido causado por un ataque con bomba contra una patrulla, en el que murió el soldado Miguel Terrazas, de 20 años, a lo que habría seguido un tiroteo con insurgentes.
Ésa es la versión que el Pentágono hizo pública entonces, a pesar de que había indicaciones de que no era cierta, según Murtha.
Al día siguiente de que ocurrieran las muertes un equipo de investigadores fue al lugar de los hechos para determinar qué había pasado y tomaron fotos, de acuerdo con Murtha. El Departamento de Defensa no ha hecho públicas esas imágenes.
"Ellos sabían que había pasado algo raro. Dos o tres días después, concluyeron que esa gente había sido asesinada", dijo.
Pero la investigación fue detenida y Murtha reclamó que se determine quién dio la orden.
Los hechos salieron a la luz en marzo, cuando la revista estadounidense Time y algunas emisoras de televisión en Medio Oriente hicieron público un video grabado por un estudiante de periodismo iraquí tras la matanza que parece mostrar que algunas de las víctimas murieron por tiros a quemarropa, según los expertos.
Tras esas revelaciones, el Pentágono abrió la investigación sobre el incidente que, aparentemente, ha concluido que las denuncias de asesinato son fundadas, según se ha filtrado a la prensa.
El presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el republicano John Warner, fue más cauto que su colega y dijo hoy en el mismo programa de televisión no querer llegar a conclusiones antes del fin de esa investigación.
No obstante, Warner, quien fue secretario de la Marina de EU, calificó los hechos como "muy serios" y afirmó que es necesario averiguar cuál fue "la reacción inmediata de los oficiales superiores en el Cuerpo de Marines cuando empezaron a saber lo que pasó".
El republicano dijo que abrirá una investigación en el comité que dirige cuando termine la del Pentágono.
Dos niñas que sobrevivieron el ataque en Haditha corroboraron ayer las alegaciones de que los marines llevaron a cabo una matanza tras la muerte de Terrazas.
Safa Younis, de 12 años, dijo en una entrevista grabada por la asociación de derechos humanos iraquí Hammurabi que los marines entraron en su casa y mataron a ocho miembros de su familia.