Londres. El testimonio que prestará Tony Blair ante la comisión bipartidista creada en Estados Unidos para revisar la estrategia en Irak aumentarála presión interna sobre el Primer Ministro británico, quien ha rechazado hasta ahora una propuesta de su propio Parlamento para que se investiguela invasión a Irak.
Según el diario The Independent, diputados de varios partidos quieren presentar una enmienda al llamado discurso de la Corona, que pronunciará el miércoles la reina Isabel II y en el que el Gobierno laborista establecerásus prioridades para esta legislatura.
La enmienda está apoyada, entre otros, por el ex ministrodel Tesoro, Kenneth Clarke, uno de los pocos conservadores que se ha opuesto a la guerra de Irak.
De prosperar esa iniciativa, dice el periódico, el Gobierno tendría que explicar en público lo que está diciendo en privado a Estados Unidos.
Blair, quien se ha opuesto una y otra vez a que el Parlamento británico inicie una investigación sobre la invasióndel país árabe, ha aceptado sinembargo testificar por videoconferencia ante el Grupo de Estudios sobre Irak, que preside el ex secretario de Estado norteamericano James Baker.
El grupo se entrevista hoy mismo con el presidente de Estados Unidos, George Bush,quien contra el consejo deotros gobiernos amigos y delas propias Naciones Unidasdecidió la invasión de Irak.
Escándalo por donaciones Tony Blair ha sido acusado de "engañar" a la ejecutiva de su Partido Laborista y a los ciudadanos al afirmar queaceptó créditos secretos de benefactores multimillonarios, porque los donantes prefirieron guardar el anonimato.
El dominical Sunday Times aseguró estar en posesión de las minutas de una reunión enla que Blair justificó su recurso a los créditos no declarados para financiar la campaña laborista de mayo del 2005, en laque ese partido logró su tercera victoria consecutiva.
Blair defendió el secreto con el argumento de que cualquiera que da dinero a los laboristas sería criticado, porlo que "los donantes preferían que sus créditos fueranconfidenciales".
