Martes 12 de diciembre, IAR Noticias / Informe especial Rompiendo toda la historia de silencio israelí sobre el tema, y sorprendiendo al mundo, El primer ministro israelí, Ehud Olmert, incluyó por primera vez este lunes a Israel entre los países que poseen la bomba nuclear en una entrevista a una televisión alemana difundida por agencias internacionales.
Sus declaraciones desataron una tormenta en la interna israelí donde tanto la derecha como la izquierda lo critican y piden su renuncia por haber violado un "secreto" mantenido por décadas.
Justificando la posesión del arma nuclear, Olmert afirmó ante la cadena alemana N24 Sat1 que "Nunca hemos amenazado con aniquilar a un país. Irán amenaza abierta, explícita y públicamente con borrar a Israel del mapa. ¿Se puede decir que se trata del mismo nivel de amenaza, cuando ellos (los iraníes) aspiran a tener armas nucleares, como Francia, Estados Unidos, Rusia e Israel?".
Pero si la revelación de Olmert dejó estupefactos a los propios israelíes , la misma fue superada en impacto cuando la portavoz oficial desmintió inmediatamente lo afirmado por el jefe del Estado judío.
La portavoz del primer ministro, Miri Eisin, desmintió que el primer ministro reconociera que Israel posee el arma nuclear, al ser interrogada al respecto por la agencia AFP en Berlín, donde Olmert inició este lunes una visita que le llevará además a Roma.
Las insólitas declaraciones de Olmert violando el "secreto nuclear" mantenido por décadas por el Estado judío desencadenaron una tormenta y una dura reacción de la ultraderecha en en Israel.
El diputado del Likud (oposición de derecha) Yuval Steinitz, pidió la dimisión del primer ministro tras este "lapsus irresponsable que hace peligrar una política de casi medio siglo".
Por su parte, el diputado de extrema derecha Arieh Eldad afirmó que, en el caso de que estas declaraciones reflejen un cambio de política, "Israel debe prevenir al mundo libre que, si no se decide a impedir que Irán siga con su programa nuclear, Israel se encargará de ello sea cual sea el precio".
El diputado de la oposición de izquierda Yossi Beilin denunció "las atolondradas declaraciones de Ehud Olmert, que no hacen sino reforzar las dudas sobre su capacidad para continuar como primer ministro".
El pasado jueves, el viceprimer ministro, Simón Peres, insistió en que Israel debía mantener su "política de ambigüedad" sobre el asunto nuclear.
"Israel no tiene que decir o no decir si disponemos del arma nuclear, basta con que se tema que la tenemos, pues este temor constituye por sí mismo un elemento de disuasión", declaró a la radio pública Peres.
Curiosamente, el próximo jefe del Pentágono, Robert Gates, ya había incluido esta semana a Israel entre las potencias nucleares de la región.
Irán está "rodeado de potencias nucleares, con Pakistán al este, Rusia al norte, Israel al oeste", declaró Gates el martes pasado, en una presentación ante la comisión de las fuerzas armadas del senado.
El sionismo nuclear
La mayoría de los expertos en el tema estiman que Israel posee unas 200 ojivas nucleares para equipar misiles de largo alcance, lo que el Estado judío siempre ha rechazado confirmar o desmentir.
EEUU y la Unión Europea (con capacidad nuclear para destruir decenas de veces el planeta) continúan exigiendo a Irán que termine con su programa de desarrollo nuclear aduciendo el "peligro" que representa para sus vecinos y el resto del mundo, pero nada dicen del "peligro" que representan las armas nucleares de Israel, principal potencia imperialista del Medio Oriente.
Los secretos nucleares del Estado israelí están muy bien guardados por su complejo militar industrial que juega un papel clave en la mentalidad y en los planes expansivos del imperialismo sionista en la región, sobre todo en el territorio usurpado a los palestinos.
La impunidad del ejército israelí está apuntalada por centenares de ojivas nucleares apuntando día y noche al corazón de sus enemigos estratégicos, no solamente en Medio Oriente sino en el resto del planeta.
La mayoría de los especialistas (incluidos los de la CIA y el M-16 británico) coinciden en señalar que su arsenal nuclear es el programa de armas de destrucción masiva más secreto del mundo.
A diferencia de Irán y Corea del Norte, cuyos programas nucleares han salido recientemente a la luz, Israel jamás firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear, creado para evitar la diseminación de este tipo de armamento a nivel mundial.
Por este motivo el Estado de Israel no ha recibido inspecciones ni amenazas de sanciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
La información confidencial obtenida, sobre todo después de las revelaciones del espía Mordechai Vanunu, llevó a varios expertos a calcular que Israel tenía al menos unas 100 ojivas nucleares, y posiblemente hasta más de 2000. Para estimar la magnitud del poder nuclear israelí se cita como ejemplo a India y Pakistán, los dos miembros más jóvenes del "club nuclear", a los que se le atribuyen unas 20 ojivas nucleares.
Informes de inteligencia en Europa y EEUU señalan que las cabezas nucleares israelíes podrían estar hechas a medida para misiles Jericó, Lance y Hlarpon, y que las bombas podrían ser arrojadas por aviones F-4E, Kfir-C2s, Fiss e incluso por Skyhawks A-4. Con ese objetivo, Israel intentó adquirir misiles Pershing de los Estados Unidos en 1975, pero levantó la petición al generarse un escándalo político en Washington.
La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) señaló en un informe elaborado en 1968 que Israel se encontraba produciendo armas nucleares.
En un informe elaborado en noviembre de 1976 la CIA afirmaba que el desarrollo del arsenal nuclear de Israel fue preparado para su posible uso al comienzo de la guerra de 1973.
EEUU, su principal fuente de ayuda militar, fue informado oportunamente del programa nuclear de Israel. Según Sir Timothy Garden, docente de la Universidad de Indiana, en 1954 Israel firmó un acuerdo de cooperación nuclear con Estados Unidos. En 1958 aviones espía de Estados Unidos fotografiaron el complejo de Dimona.
Según las revelaciones de Mordechai Vanunu, en 1986 Israel ya poseía 200 armas nucleares.