Desde el lunes 15 de enero diversos colectivos organizados de la Carucieña, populosa comunidad al suroeste de Barquisimeto, mantienen una lucha que ha ido evolucionando día a día, desde la solicitud de remoción de la administradora del Centro de Participación Ciudadana, señora Josefina de Caldera, hasta la refundación del espacio en control social de la comunidad, ahora llamado Centro del Poder Comunal (CPC).
Después de casi una semana de iniciada de administración colectiva del CPC, las actividades retoman el ritmo y se potencian con las asambleas permanentes, que demuestran que ya se ha puesto en marcha el quinto motor de la segunda fase de la revolución bolivariana: “El Poder Comunal”.
Lo que comenzó como un reclamo justo en contra de una funcionaria incompetente, autoritaria e insensible a las necesidades de la comunidad, sumado a lo que parecía una calamidad (la falta de presencia de funcionarios de la Gobernación del estado Lara y el incumplimiento de palabras del Diputado Luís Jonás Reyes, hijo del gobernador) se convirtió en una bendición al permitir la toma de conciencia por parte de los Consejos comunales, UBEs y demás colectivos participantes; de que la administración colectiva era un hecho.
Por lo que hoy en el marco de la agenda construida democráticamente, en la que se contempla, además de la difusión de los acuerdos por la radio, volantes y el parlante, el domino, el sancocho, la bailoterapia, los títeres y el cine comunal; la realización de un debate asambleario el día de mañana en la que se dará cuerpo a la propuesta de funcionamiento del nuevo CPC.
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