Mientras crece la escalada entre Washington y Teherán, y en momentos en que
ha vencido ya , el
miércoles,
el plazo dado por el Consejo de Seguridad de la ONU para que Irán
suspenda su proyecto de enriquecimiento de uranio, EEUU ha concentrado una poderosa
fuerza naval frente a las costas del país islámico.
Una segunda
flota de buques de guerra al mando de un portaaviones llegó
el martes al Golfo de Omán, para unirse a la fuerza de combate naval
ya desplegada frente a las costas de Irán.
El convoy al mando de un portaaviones incluye escuadrones de
aviones, helicópteros y más de 6.000 hombres, y se suma a otro
grupo aeronaval en la zona, convirtiéndose en la mayor fuerza
desplegada desde la la invasión a Irak.
El
portaaviones de propulsión nuclear USS John C. Stennis
y su grupo aeronaval ingresaron en la zona de operaciones de la
5ª Flota con el argumento de que "apoyará a las fuerzas
terrestres que operan en Afganistán y en Irak", señaló un
comunicado del Pentágono difundido el martes en Manama, capital del
reino de Bahrein, en el Golfo Pérsico. De esta manera, y como ya
estaba previsto, la fuerza naval se unió a la flota del
portaaviones Dwight Eisenhower desplegada en la
región.
Stennis sirve de plataforma a ocho escuadrones de
aviones y helicópteros de guerra.
La flotilla incluye el grupo del destructor "21" y
el crucero "Antietam", además de los destructores
O'Kane y Preble, que portan misiles
guiados, y un buque de apoyo rápido al combate.
En total, la flota con sus unidades de taques suman 6.500
efectivos e infantes de marina .
Es la primera vez desde el inicio de la invasión de Irak que
Washington cuenta con dos grupos aeronavales en la región,
un dato que no deja de llmar la atención de los expertos en un
momento de tensión creciente en la región.
El objetivo de este despliegue militar
en la región del Golfo -según la prensa norteamericana- es doble: prepararse para
aplicar las sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto
en respuesta al desafío nuclear iraní y lanzar un
"mensaje" al régimen de Teherán.
En tanto, y en un escenario de marcada
confrontación con EEUU, y con rumores de un inminente ataque a sus centrales
nucleares por las fuerzas estadounidenses, el régimen de Irán sigue realizan
simulacros militares y ensayos con sistemas de defensa antiaérea y misiles de
última generación.
Los planes de
contingencia de Estados Unidos para bombardear Irán van más allá de áreas
nucleares e incluyen incursiones aéreas en la mayoría de la infraestructura
militar de ese país, reveló este martes la cadena BBC.
Según la cadena británica, de ser ordenado por el presidente de EEUU, George W.
Bush, el ataque tendría entre sus blancos bases aéreas y navales iraníes,
instalaciones de misiles y centros de mando y control.
Washington insiste en que no está planificando un ataque contra Irán y
dice estar tratando de persuadir a Teherán para que ponga fin a su programa de
enriquecimiento de uranio.
La ONU -mientras tanto- instó a Irán el martes para que suspenda el programa o enfrente
sanciones en la víspera del vencimiento del plazo otorgado por el Consejo de
Seguridad de la ONU.
Fuentes diplomáticas aseguraron a la BBC que los jefes militares del Mando
Central en Florida (EEUU) han seleccionado ya los objetivos de ese supuesto plan
en territorio iraní, que incluyen asimismo la planta de enriquecimiento de
uranio en Natanz, así como instalaciones nucleares en Isfahán, Arak y
Busher.
Pese a que Washington
niega públicamente intenciones bélicas con Irán, el comandante
saliente de la 5ª Flota de EE.UU., el almirante Patrick Walsh,
admitió ayer la posibilidad de que se desencadene una guerra
debido a "un error de cálculo" de Teherán, que no
precisó.
En una entrevista en Manama con unos pocos periodistas, el
almirante Walsh acusó a Irán de "intimidar" y "provocar" a
sus vecinos con su retórica y sus maniobras militares.
"Sin duda lo que estamos tratando de evitar es un error que
desencadene luego una guerra", señaló.
La creciente tensión entre Washington y Teherán es consecuencia
del polémico plan nuclear iraní y la negativa de ese país a
suspender el enriquecimiento de uranio.
EEUU dice temer que Irán "fabrique una bomba atómica", aunque el
régimen islámico dice que sólo busca generar energía con fines
pacíficos.
La alianza
estratégica de Teherán y Washington en la invasión y ocupación
de Irak comienza a resquebrajarse a causa de la escalada del
conflicto nuclear y de los distintos frentes de enfrentamiento
que mantienen ambos gobiernos en relación al mundo islámico.
La negativa de Irán a
suspender su programa nuclear (el martes su presidente reiteró
que no suspende el enriquecimiento de uranio) , su involucración en Líbano y
Palestina, su alianza estratégica con Venezuela y el "eje del
mal", sus abiertos desafíos y exhibición de poder militar, se
proyectó a Irak y detonó una crisis de difícil pronóstico en
la alianza de EEUU con el poder chíi que controla el gobierno
colaboracionista.
La escalada del
enfrentamiento es simultánea a nuevos ejercicios militares
de Irán en el Golfo Pérsico, mientras las nuevas unidades navales y
portaaviones siguen reforzando el aparato militar de EEUU en la región.
Todo indica, según la
información que fluye de Irak y de la región del Golfo, que los tambores de guerra ya
alcanzaron a la alianza dominante EEUU-gobierno chií en
el país petrolero.
El almirante Walsh indicó que el despliegue del Stennis
se prolongará, en principio, "varios meses", pero aseguró
que su llegada no es necesariamente "una señal precursora de
acciones ofensivas" contra Irán.
El informe de la BBC,
que cita fuentes militares, indicó que el
elemento desencadenante un ataque de EEUU incluiría cualquier confirmación de
que Irán está desarrollando un arma nuclear.
Irán ha negado tal posibilidad y señala que su programa nuclear es sólo para
fines pacíficos.
Alternativamente, añade la BBC, un ataque de grandes
magnitudes sobre las fuerzas estadounidenses en Irak, también podría provocar
una campaña de bombardeos si el origen de éste se ubica en Teherán.
El Departamento de Defensa de EE.UU. desmintió el martes el
informe de la cadena británica, según el cual Washington tenía
planes detallados de contingencia para ataques aéreos contra
Irán en caso de que fallara la diplomacia.
"Es ridículo", aseguró un portavoz del Pentágono, Bryan Whitman.
Washington tiene "grandes preocupaciones" sobre los planes
nucleares de Irán y sus intromisiones en Irak, "pero estamos
dirigiendo estos temas a los canales diplomáticos", señaló el
vocero.
Por su parte, el jefe del Pentágono, Robert Gates, rechazó
las versiones de que EE.UU. busca "una excusa" para la guerra,
argumentado que el objetivo de enviar el Stennis
es "simplemente dejar claro a nuestros amigos y a potenciales
adversarios en la región que EEUU considera que la estabilidad
en la región del Golfo es vital para el interés nacional
estadounidense".
Ni los medios estadounidenses ni los analistas militares creen
que la impresionante concentración de fuerzas aeronavales frente
a las costas de Irán responda solamente a fines "disuasivos"
por parte de EEUU.
Según The New York Times, al doblar el número de portaaviones, los
comandantes dispondrán de la capacidad necesaria para mantener un grupo de
ataque cerca de Irán y otro fuera del golfo Pérsico para hacer patrullas en
Afganistán.