El Tribunal primero de control a cargo del juez, capitán Mariano Mosquera, ratificó la medida privativa de libertad contra el general retirado Ramón Guillén Dávila, quien ha sido imputado por instigación a la rebelión, basado en los artículos 476, 487 y 481 del Código de Justicia Militar.
Guillén Dávila fue citado en calidad de testigo para luego privarlo de su libertad por haber participado en un presunto plan conspirativo para atentar contra la vida del presidente Chávez
Guillermo Heredia, defensor del general Ramón Guillén Dávila, informó que fue fijado como centro de reclusión la Dirección de Inteligencia Militar, ubicada en Boleíta.
El profesional del derecho se quejó de que los defensores del general fueron víctimas de una “falta de respeto”, dado que no se permitió al imputado conocer el expediente.
Explicó que el fiscal militar que lleva el caso obtuvo una orden para interceptar llamadas telefónicas en la casa del general Guillén Dávila, con fecha del 02 de febrero.
“Esas llamadas tendrían, algunas de ellas, algunas palabras que podrían significar en alguna forma un delito a la instigación a la rebelión. Lo curioso es que no sabemos con quien habló”.
Magnicidio
Una grabación telefónica en la que se habla sobre la planificación del asesinato del presidente Hugo Chávez —que se transmitió en el programa La Hojilla de Venezolana de Televisión—, es la causa para la detención del general Guillén Dávila y su hijo el oficial de la Fuerza Armada venezolana, de nombre Thomás Guillén.
En la grabación habla el capitán Thomas Guillén con su esposa y le revela el plan.
Según el audio, en la planificación del magnicidio intervienen algunos generales venezolanos, uno de apellido “Serruti” y un grupo de oficiales de la Fuerza Armada.
