Mérida (México), 12 mar.- La organización ecologista Greenpeace desposó hoy simbólicamente a los presidentes de EEUU, George W. Bush, y de México, Felipe Calderón, para protestar contra las ventas, en este último, de arroz transgénico.
Los mandatarios, que a partir de mañana se reunirán en Mérida, unos mil kilómetros al este de la capital mexicana, han elegido esta ciudad y sus inmediaciones para este encuentro, que durará día y medio y será el primero entre ambos desde que Calderón asumió la presidencia el 1 de diciembre pasado.
La singular boda, que congregó a numerosos medios de comunicación desplazados a la capital de Yucatán pero apenas concitó la curiosidad de la ciudadanía, se celebró en la escalinata de la Ermita de Santa Isabel, ubicada al sur de Mérida.
Dos activistas con las caretas de los presidentes y vestidos de largo pese al calor, llegaron a bordo de una calesa tirada por el caballo "Pinto" a las escaleras de la ermita, que se encontraba cerrada.
"Hasta que la soberanía nos separe", rezaba un cartel colocado entre los dos activistas disfrazados de presidentes, que no dejaron de besarse mientras sus compañeros de la ONG les tiraban arroz.
"Con la boda de Bush y Calderón (...) Greenpeace demandó al gobierno mexicano suspender las importaciones de arroz transgénico y reorientar las políticas agrícolas a fortalecer la producción nacional de arroz y a rescatar la soberanía alimentaria", señalaron los ecologistas.
Según la oficina de Greenpeace en México, principal importador de arroz estadounidense, se está vendiendo el arroz transgénico de la variedad LL601, producido en EEUU por la multinacional Bayer, sin la pertinente autorización de la Secretaría (ministerio) de Salud.
El coordinador de la campaña contra transgénicos de Greenpeace-México, Gustavo Ampugnani, dijo a Efe que la protesta era pertinente porque, aunque en México no está permitido aún el cultivo con fines experimentales de arroz o maíz genéticamente modificado, se está analizando esa posibilidad.
"Con esta protesta lo que quiere Greenpeace es llamar la atención sobre una de las consecuencias que tiene la firma de acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio (de América del Norte, TLCAN)", en vigor desde el 1 de enero de 1994, dijo Ampugnani.
Lamentó que México, que dejó de ser autosuficiente en arroz e importa el 70 por ciento del que consume de EEUU, esté recibiendo un producto inseguro, que ha sido rechazado por la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, entre otros países.
"Llamamos al presidente Calderón a aprovechar la reunión que tendrá con Bush el día de mañana para dejar en claro que la relación comercial de México con EEUU no implica que nos envíen alimentos inseguros", añadió Ampugnani.
El activista remarcó asimismo que el arroz estadounidense está, además, "altamente subsidiado" por las autoridades de ese país.
Finalmente exigió a Calderón que le diga a Bush que México "no es basurero" de esa nación, por lo cual no debe verse obligado a importar "una basura", el arroz genéticamente modificado.