Bagdad, 20 mayo 2007.- Seis soldados estadounidenses murieron hoy, junto con un traductor, por el estallido de un artefacto al paso de su patrulla por una zona del oeste de Bagdad, informó un comunicado militar norteamericano.
Se desconocen por el momento otros detalles del atentado, uno de los más sangrientos sufridos por las fuerzas estadounidenses en Irak en los últimos meses.
Por otra parte, un atacante suicida detonó el domingo un camión cisterna cargado de explosivos cerca de un puesto de control policial ubicado frente a un mercado de las afueras de Bagdad y al menos dos agentes de seguridad murieron y otras nueve personas resultaron heridas, dijo la policía.
El ataque sucedió a eso de las 10.00 de la mañana en una población ubicada en las afueras de Ramadi, a unos 115 kilómetros (70 millas) al oeste de Bagdad, manifestó la policía.
Los agentes de seguridad sospecharon del camión al verlo acercarse al retén y le dispararon cuando estaba a unos 200 metros de distancia, pero el atacante pudo detonar los explosivos, indicó la policía. Agregó que en el ataque se habría utilizado gas de cloro, aunque el ejército ocupante dijo que no tenía información sobre eso.
Más tarde, detonó una bomba colocada debajo de un automóvil estacionado en un vecindario céntrico de Bagdad, cerca de la mezquita chií Zahraa, expresaron las autoridades.
En la explosión en el barrio Bag al-Sharji fallecieron dos civiles y otros 10 resultaron heridos. Las casas de los alrededores y la mezquita resultaron dañadas, dijo la policía.
Varias horas después, una persona murió y otras tres fueron lesionadas al caer un proyectil de mortero en un área comercial del centro de la capital, manifestaron las autoridades.
