Washington, 30 May. ABN.- La nueva estrategia de guerra en Irak promovida por el presidente de Estados Unidos (EEUU), George W. Bush, ha acarreado más muertos que éxitos, según lo evidencian las bajas militares reportadas en uno de los meses especialmente funestos para las tropas estadounidenses, según reseñó este miércoles el diario Baltimore Sun.
El nuevo programa bélico de la Casa Blanca, caracterizado por el incremento de efectivos militares, provocó una de las pérdidas en combates más grandes desde el comienzo de la invasión, en marzo de 2003, según reiteró uno de los periódicos más conocidos del estado de Maryland (sureste), citado por la agencia Prensa Latina.
«En el mes de mayo que termina, el número de bajas fatales asciende a 116 para las unidades militares norteamericanas, el peor indicador en un período similar (un mes) desde noviembre de 2004», detalló el rotativo.
Ante dicho panorama, el Baltimore Sun adjudicó parte de la responsabilidad al general David Petraeus, delegado supremo del Pentágono en Irak, quien «reubicó a sus tropas en barrios muy peligrosos ubicados en las afueras de Bagdad».
«Petraeus estableció nuevos fortines de combate y organizó patrullas con tácticas temerarias, pero tal estrategia aumentó la exposición de los militares y, por ende, se incrementaron los ataques de la insurgencia», explicó el diario.
Desde que Estados Unidos inició la invasión, hace cuatro años, la Secretaría de Defensa ha confirmado la muerte de 3 mil 456 militares estadounidenses y un total de 25 mil 549 heridos.
Pese al evidente perjuicio, es probable que las bajas continúen incrementándose en vista de que Washington planea enviar a Irak cinco brigadas castrenses adicionales a mediados de junio próximo, a fin de completar un despliegue de refuerzo de 28 mil soldados.
Las apreciaciones del Baltimore Sun constituyen una muestra del rechazo masivo que la sociedad estadounidense manifiesta frente a la política exterior belicista implementada por Bush.
Los sondeos más recientes revelan que 75% de la ciudadanía de ese país, es decir, las tres cuartas partes de la población total, no apoya la invasión militar que la Casa Blanca se empeña en mantener en Irak, que ha costado la vida a casi 700 mil civiles inocentes.