Los casos límite contradictorios borrosos, que no horrorosos, lo antaño y lo hogaño, encuéntranse en El Quijote (II, 74): "Señores -dijo don Quijote-, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño no hay pájaros hogaño. Yo fui loco, y ya soy cuerdo: fui don Quijote de la Mancha, y soy agora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno". Al mismo tiempo en esta expresión, encuéntranse otros casos límite contradictorios borrosos, a saber: la locura y la cordura, Don Quijote de la Mancha y Alonzo Quijano el Bueno, asina, todo ha cambiado dice el Quijote, que ahora las cosas no son como eran antes. Esto vale para todo, y se trae a lo del 30/04/2019, con el golpe y contragolpe, en Caracas-Venezuela, el día martes de Santa Catalina, a las cinco en punto de la mañana, lo que no hay que dejar de decir siempre la expresión quijotesca contradictoria borrosa, de uno de los más de ocho millones de aspectos límbico antagónicos, lo antaño y lo hogaño, lo vanas que han salido las esperanzas de lo que se buscaba o se pretendía, helo ahí, lo del Libertador, entre la vida y la muerte: "He arado en el mar, cuando en una casa donde solíamos ser recibidos ya no nos conocen". Referíase el Libertador a José Antonio Páez como a Francisco de Paula Santander. El Libertador, sentíase vencedor de los brazos ajenos y vencedor de sí mismo, pero…lo antaño y lo hogaño, el desasosiego que prodújole, aquello de Pepe y Pancho, lo que había realizado y que considerábalo inútil y que no había tenido ni mucho menos las consecuencias que esperaba, la prudencia y la imprudencia, lo antaño y lo hogaño.
Lo antaño y lo hogaño, sin dudas expresa la borrosidad del Quijote, como lo dijera, Juan Marsé, premio Cervantes 2008: "Unas de las primeras lecciones que emanan del Quijote, es que las cosas no siempre son lo que parecen…", pues de la penumbra emanan iguales elementos contrarios whitmanianos: Don Quijote de la Mancha y Alonzo Quijano el Bueno, complementarios ambos, en el decir de Antonio Machado, al tiempo en que penetra lo borgiano: "Somos Edipo y de un eterno modo/la larga y triple bestia somos, todo/ lo que seremos y lo que hemos sido.": Don Quijote de la Mancha y Alonzo Quijano el Bueno. La conjunción "Y", es la marca esencial de la borrosidad, de la inclusión, lo contrario de la disyunción o disyuntiva "O", paradigma de la exclusión, que gobierna el principio del tercio excluso aristotélico georgebushiano: "O estás conmigo o estás con mi enemigo", a lo que saliólele criada respondona, el 11/09/2001, con la voladura de Las Torres Gemelas Neoyorquinas, el principio del tercio incluso estagirita, de los casos límite contradictorio, amigo y enemigo, en que la conjunción orienta la inclusión. La curiosidad y el discernimiento, van hasta Luis Alberto Machado, en la revolución de la inteligencia: "Lo concreto debe ser a la vez abstracto y lo abstracto a la vez concreto. "Ser o no ser". Convirtamos la duda de Hamlet en un absurdo y llegaremos al arte" Luis Alberto estaba convocando a la borrosidad, acusando al principio del tercio excluso con su disyuntiva "O". Sigue diciendo el pensador venezolano: "Para ello no es necesario cambiar sino una sola palabra: la conjunción. "Ser y no ser". Ser y no ser al mismo tiempo: eso es el arte." El filósofo caraqueño, afirmaba el principio del tercio incluso, de la modernidad ilustrada originaria védica upanisha sánscrita, del ser y noser, nueva orientación del análisis de los conceptos primitivos einsteinianos. Ya para el año 1975, con la revolución de la inteligencia, los venezolanos hablábamos de borrosidad, y aun y aún, no hemos logrado asir la idea. Como dice Ludovico Silva: "El problema del magín es aprender a tocar el violín, saber captar la realidad de las cosas en el momento de suceder", pero que el Quijote si sabía y entendía lo de antaño y hogaño.
Lo antaño y lo hogaño, sin dudas expresa la borrosidad del Quijote. Véase el comienzo Quijote (I, 1): "En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme…" Aquí hay vida, aquí arranca la acción y la finalidad, aquí se conjugan todos los valores, teóricos y práctico. Véase el término y remate mortal del Quijote (II, 74): "Este fin tuvo el Ingenioso Hidalgo de la Mancha, cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenérsele por suyo como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero." Aquí hay muerte, aquí termina la acción y la finalidad, con los casos límite contradictorios, la vida y la muerte, Quijote (I, 1) y Quijote (II,74), pero entre un lugar de la Mancha y las villas y lugares de la Mancha, mucha agua corre, ha corrido, y correrá bajo el puente cervantino quijotesco, hay mucha infinita borrosidad, eterna noria notoria, guerra y paz, justicia e injusticia, razón y sinrazón, lo hermoso y lo horrible, amor y odio, realismo ingenuo y realismo mágico, locura y cordura. Lo del libertador Simón Bolívar: "Lo pluripolar y lo plurijerárquico, aspectos límbico antagónicos, como los del filósofo de Estagira, exceso y defecto, y la criada respondona, el tercio incluso aristotélico profundo, a la fatídica expresión excluyente georgebushiana: "O estás conmigo o con mi enemigo". En tanto que en el Quijote y Simón Bolívar no hay un solo tercio incluso aristotélico profundo, o sea, existe lo policéntrico, hay muchos puntos límites inflexivos borrosos. Escoja usted su punto crucial decisivo, que por supuesto, no es el cero, ha de ser un medio como dice el estagirita. Es por esto, que el Libertador manifestaba y nombraba a los majaderos de la historia, a más de Cristo y Don Quijote, él mismo. Para este cura ignaro raro cleuasmo asno, el centro universal unificado (1/2), de equilibrio dinámico dialéctico moral para el mundo cervantino, lo representan los dos últimos párrafos del Quijote (II, 72): "Abre los ojos deseada patria…" En que Don Quijote viene vencedor de sí mismo. Con digresión y sin digresión, Cide Hamete Benengeli, complementariedad de Cervantes, árabe que tradúcele, lo arábigo a castellano a solicitud del poeta alcalaíno, el rollo del ingenioso hidalgo, que sorpresivamente, Cervantes encuéntrase a la vera de una cuneta culeca caminera de una calle madrileña, y que Cide Hamete, fervoroso tradúcele del árabe, en que estaba escrito el Quijote. Hamete, abre y cierra el Quijote. Aquí la magia irresponsable divina del poeta complutense, que copiaron Faulkner, Cortázar, Vargas Llosa, Fuentes, y el premio Nobel, Gabriel García Márquez, y tanto otros, con el realismo mágico, mas no y nada, Cervantes hablaba de realismo ingenuo y realismo mágico, y entre estos casos límite contradictorios, el realismo borroso cervantino, prístino centro universal unificado o tercio incluso aristotélico profundo (1/2).
Si lo antaño y lo hogaño, son casos límite contradictorios borrosos, entonces sea dicho, que todo ha cambiado, ya, todo terminóse, expresión de vida de los venezolanos revolucionarios, desde Santa Catalina, 30/04/2019, subversivos caribeños descubridores borrosos, con Luis Alberto, de la democracia participativa inclusiva protagónica soberana que da al traste con la "O" de más de tres mil años, pasando por Hamlet, e impónese la "Y", tercio incluso estagirita profundo, de exceso Y defecto. Ergo vergo, así Borges: "Somos Edipo y de un eterno modo/la larga y triple bestia somos, todo/ lo que seremos y lo que hemos sido."