Ay Dios mío, estamos en manos de militares y yo no sabía quién era Manuel Cristopher Figuera

Miércoles, 08/05/2019 08:40 PM

En un pasaje de su obra "En la casa del pez que escupe el agua", Herrera Luque nos dejó esta situación, que seguidamente registró.

"Al oír el nombre del militar, un escalofrío sacudió a Gonzalo. Eso –pensó- va más allá de una algaraza de muchachos.

-Yo antes de que venga el teniente Barrios –observó Zobeido- quiero sentar mi protesta sobre nuestra asociación con los militares . Militar es militar y no entiende de juego dialéctico. El verdadero ejercito es el pueblo en armas

-Sin militares no se va a ninguna parte -sentenció molesto Betancourt- . Conspirador que piense tomar el poder sin contar con el ejercito, está guindando,

Los militares han sido, son y serán la desgracia de Latinoamérica –respondió Zobeido-. Su formación mental está hecha para la obediencia automática al superior y para exigírsela al subalterno. No pueden entender ni entenderán el juego democrático. No se engañen, muchachos. Estamos como el cachicamo trabajando pa` lapa.

Yo creo que tú exageras –dijo apaciguador Raúl Leoni"

Esto, pudo ser una de los muchas episodios cargados de imaginación que se recrean en esta obras, pero alguna conexión seguramente tiene, con los hechos que posiblemente pasaron y que Herrera Luque trata en esta novela.

Confieso que en estos días he estado como en el aire, tratando de entender las explicaciones que se dan del General Manuel Ricardo Cristopher Figuera (MFCF) por dos razones. No sabía de quién me daban explicaciones y tratando de entender las explicaciones que me daban, me llegó un gran lamento o un gran desencanto. La "revolución" se está jugando su suerte con los militares y la derecha, hace exactamente lo mismo. La derecha busca el poder sólo con el concurso de los militares y todo esto me hace plasmar un mal cálculo. La democracia "revolucionaria" y la "democracia" de la derecha está prácticamente vacía de pueblo y de gente, aunque las marchas del gobierno estén llenas de objetos y la de la oposición, se vean vacías se objetos.

Entre las explicaciones que he oído del salto de talanquera que dio el general MRCF , se notaba con mucha insistencia, el asombro y la duda. Entendía esto como que este salto para el otro lado era como una cosa propia de este insólito universo.

Yo lo confieso sin pena, que buscaba en mi memoria la cara de este general y no me aparecía. Fue en esa revisión fotográfica, que me percaté del vació en mi disco duro de imágenes de militares. Apenas la de Padrino López y la de Remigio Ceballos porque son imágenes de todos los días en los medios. En un rincón muy remoto de mi memoria estaba una imagen muy borrosa pero voluminosa del que fue héroe primero de la revolución con el llamado plan Bolívar 2000 y luego, pasó a serlo de la derecha que ya se había burlado de él. Un rato después, mi disco duro todo confundido y casi para colgarse, me reportó de un borroso video de un general de nombre Lucas Rincón Gutiérrez informando sobre la renuncia que se le solicito a Chávez, la cual, el presidente aceptó, según esa versión de Lucas, que hoy me suena un poco tan misteriosa como la de este General tan revolucionario, que saltó tan rápidamente hacia la otra acera.

Bajo esta total y absoluta ignorancia, sobre las caras de militares revolucionarios en los cuales hemos depositado la esperanza de sobrevivencia de esta revolución, me vino este pasaje de la obra de Herrera Luque, que dice, como la derecha y la revolución apuestan a una misma carta y el pueblo (soberano) como un convidado de piedra. Los militares nos tienen en sus manos y en sus fusiles.


 

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