Un amigo, por cierto totalmente contrario al proceso bolivariano, desde el mismo momento de su nacimiento. Consecuente lector; tiene como su escritor favorito al insigne relator: Antón Chéjov, quien dejó una huella imborrable en la literatura universal. El día sábado en la mañana me lo conseguí en el mercado, y apenas iniciamos la conversación me hizo la siguiente pregunta: ¿Qué te parecen los escritos de Amaranta Rojas en APORREA? Traté en lo posible de cambiarle el tema al diálogo, pero insistió, y sin mediar más palabras en vista de mi rechazo de darle una respuesta, tomó la iniciativa para él mismo dar una respuesta inesperada: "Me recuerda al genial "Cantinflas" cuando hablaba" Solamente le insinué una sonrisa entre dientes, la cual le pareció que estaba aprobándole lo dicho, para finalizar con lo siguiente: "Lee bien los escritos para que saques tu conclusión"
Al llegar a mi hogar, encendí la computadora, y al buscar en la memoria las palabras del amigo, recordé el artículo de Amaranta, cuestionando a Pascualina Curcio, con un escrito el cual título (Pascualina Curcio está infiltrada y va contra Maduro) https://www.aporrea.org/economia/a278856.html es decir una respuesta a lo antes escrito por Pascualina (Liberando el cambio) publicado en el diario (ÚLTIMAS NOTICIAS)*. El análisis o comentario de Amaranta, está cargado de veneno puro, sin conocer absolutamente nada de economía, pero su manera cantinflérica de expresar las frases, le permite darle la connotación muy lejos del tema económico, como si las estuviera echando en una batidora, para al final no decir absolutamente nada, dejando abonado el terreno para las descalificaciones, más en este momento, cuando cualquier argumento por muy mal condimento es fácilmente digerible por un público, que en mucho casos se da el "lujo" de nombrar al interino: ¡Mi presidente!
El grave problema económico de nuestro país, forma parte de la gran guerra de los dólares manejada por los Estados Unidos, en resguardo de sus intereses, sin importarle a quien perjudica; y por eso el mundo lo vienen convirtiendo en un gran lodazal monetario, utilizando como la punta de lanza, precisamente su moneda. No es por simple casualidad, que la UE para zafarse de esa presión, crean el EURO, el cual entró en vigencia el 1 de enero del 2002 en doce países. Esa idea la cargaba, como una obsesión el Comandante Chávez, consciente de la poderosa maquinaria de los gobiernos estadounidenses para desbaratar cualquier intento de superación de los países, que ellos han venido considerando su patio trasero.
Nada de esto toma en cuenta Amaranta; es un caso especial a la hora de emitir opiniones, o responder con apreciaciones muy subjetivas, muchas de ellas rebuscadas en el patio de su granja –confesiones de ella–; nadie puede asegurar que la economista Pascualina, es una infiltrada en el gobierno de Nicolás Maduro. Está haciendo una crítica sana en busca de correctivos, al expresar lo siguiente: "Liberar el cambio es privatizar las divisas del petróleo. Así nunca transitaremos al socialismo, ni superaremos el modelo rentista, menos derrotaremos la guerra económica, por el contrario, la estaríamos financiando". Simplemente le ha tomado la palabra al mismo Presidente, cuando recientemente pidió ayuda para buscar las fallas del gobierno.
No es fácil enfrentar a este monstruo económico, y de ñapa con sus dagas bien afiladas, dispuestas atacar, destacando las que hacen frontera con nuestro país–Brasil, y Colombia– tan iguales en pobreza, como el nuestro, pero con el apoyo incondicional del gobierno estadounidense, por su sumisión, del cual no queda ninguna duda, especialmente el gobierno colombiano al prestar su espacio territorial para una invasión. Todo esto lo han venido aprovechando los comerciantes inescrupulosos del hermano país, para desvalorizar nuestra moneda con la simbiosis (dólar-peso). Es tan así, que en casi todo el estado Apure, parte de Barinas, Táchira, y el Zulia, cuando van a comprar le piden: dólares, pesos, y en último caso efectivo, pero al cambio en relación con el peso colombiano, está más del 50 por ciento por debajo. Nada de esto lo explica Amaranta, porque la tarea es atacar, sin proponer, ni siquiera una solución, y lo pueden comprobar al repasar su escrito contra Pascualina Curcio.