La ignorancia de Mario Silva sobre el tema universitario

Lunes, 27/05/2019 10:00 AM

El sábado 25 de mayo en su programa de VTV, el señor Mario Silva abordó el tema de las universidades venezolanas, haciendo énfasis en el fascismo imperante en las universidades privadas, y en un largo discurso mencionó una y otra vez como instituciones privadas modélicas de ese fascismo académico a la UCAB y a la USB. Llegó a decir incluso que en esas universidades el semestre costaba dos mil dólares (y que en el regateo se los dejaban en mil dólares semestrales), que equivale a doce millones de bolívares soberanos, al cambio actual.

Ignoro si esa cantidad es lo que cuesta un semestre en la UCAB, que me parece ultra excesivamente alta y dificulto que haya muchas familias en Caracas que puedan pagar eso cada semestre (en las residencias donde vivo en Maracaibo venden apartamentos en 9.000 dólares). Lo que me interesa aclarar, que es una verdad del tamaño del sol, es que la USB, Universidad Simón Bolívar, es desde su fundación en 1969 una institución del estado venezolano, de acceso gratuito para todos los ciudadanos y extranjeros residentes (fui estudiante de la USB a fines de los 70, abandoné mi carrera por irme a la lucha revolucionaria).

No conocer que la USB es una universidad pública desde que fue fundada hace 50 años refleja una ignorancia casi absoluta sobre el tema universitario venezolano y particularmente caraqueño. Es muy irresponsable que un comunicador televisivo, que habla incluso como voz casi oficial del gobierno, que es escuchado por decenas y cientos de miles de personas en todo el país, comience a emitir opiniones sobre un tema como el universitario cuando desconoce cuestiones tan elementales como cuáles universidades son públicas y cuáles son privadas, confundiendo unas con otras.

La Universidad Simón Bolívar fue creada en 1969 como respuesta a la rebelión estudiantil de esa década en toda Venezuela, que en esa época tuvo su punto culminante en el movimiento de renovación universitaria que estalló desde los primeros meses de ese año 69 tanto en la UCV como en el resto de universidades autónomas del país (LUZ, UC, ULA, UDO, principalmente). Sobre esa renovación universitaria hemos publicado en años recientes: ESTUDIANTES Y CAMBIO SOCIAL. LA RENOVACION UNIVERSITARIA DE 1969 EN LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA. Revista OPCIÓN N° 31. Abril de 2000. Facultad Experimental de Ciencias. Universidad del Zulia. Maracaibo. http://132.248.192.201/seccion/bd_iresie/iresie_busqueda.php?indice=autor&busqueda=MONZANT%20GAVIDIA,%20JOSE%20LUIS&par=&a_inicial=&a_final=&sesion=&formato=largo.

La USB fue creada a imitación del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de los Estados Unidos. Tiene una estructura matricial y lo más resaltante es su carácter científico-técnico, donde se obviaron las carreras de corte humanístico. Sólo se estudian las ingenierías, arquitectura, urbanismo y ciencias básicas. Nada de historia, ni sociología, antropología, ciencias políticas, educación, comunicación, letras, filosofía, derecho, etc. La USB respondió a un modelo educativo exportado desde USA e inspirado en las ideas de James Dewey, que consideraba que las universidades de Latinoamérica sólo debían formar la mano de obra tecno-científica necesaria para las áreas industriales dominadas por el capital foráneo que invierte y se enriquece en nuestros países dependientes. Nada de formar en ciencias sociales ni de investigar los problemas que afectan al pueblo. Una universidad con una selección profesoral ideológicamente de derecha (aunque siempre se colaban profesores de izquierda) y con un alumnado proveniente principalmente de los colegios privados del este de Caracas.

Sin embargo, pese a todo el esfuerzo político de la élite adeco-copeyana por fortalecer a una USB al servicio de su proyecto de capitalismo dependiente subordinado al imperio gringo, en el movimiento estudiantil de esa universidad los grupos predominantes siempre fueron de izquierda, por lo menos hasta finales de los 80 (no tengo información de las últimas décadas, por vivir desde 1983 en Maracaibo). En nuestro caso particular, buena parte de los cuadros medios del Partido Bandera Roja surgieron del movimiento estudiantil de la USB. Puedo mencionar a mi hermano Carlos, y a María Luisa Estévez, quien fue una de las combatientes del Frente Américo Silva asesinadas en la Masacre de Cantaura en octubre de 1982. Entre varias decenas de camaradas que salieron de la USB al trabajo político, clandestino y militar en diferentes puntos de Venezuela, puedo mencionar a Pedro Arturo Moreno, Johnny Guillén, Tamara Arends, Luis Iturria, Angel Míguez, Javier Divasson (asesinado por la Disip en 1977 al lanzarlo por el balcón de un bloque del 23 de enero), Judith Salgado, Juan Carlos Ayala, Miguel Bosch, Enrique Coronil, Miguel Pizarro, Jesús Pérez, Mireya Vivas y muchos otros que ahora no recuerdo sus apellidos (Jesús, Aurora, Pedro, la Gocha, Hildefonso, Nora, Nelson, Alejandro). Muchos de ellos fueron presos políticos en cárceles militares durante la década de 1980.

Quiero resaltar aquí que de ese movimiento estudiantil de la USB de los años 70, aun estando en una institución dominada ideológicamente por la derecha, surgieron decenas de jóvenes venezolanos que abandonaron sus estudios, sus familias y la seguridad de su hogar, para incorporarse a la lucha revolucionaria allí donde se le necesitara. El resultado logrado por la maniobra política de allanar y cerrar la UCV en 1969 mientras a la vez se creaba la USB como universidad tecnocrática, fue inverso a lo que buscaban. Porque además de las decenas de revolucionarios que abandonaron sus aulas para irse a la lucha armada y clandestina, también hubo otras decenas que continuaron sus estudios y egresaron como profesionales, pero con una formación crítica y revolucionaria, pues militaron por años junto a nosotros participando en las luchas estudiantiles y en las luchas populares del este caraqueño (actuábamos principalmente en los barrios de Baruta y en las fábricas y liceos de la av. Francisco de Miranda).

En conclusión, no todo lo que brilla es oro, y a lo que parece muy malo se le puede dar la vuelta y conseguir resultados positivos para los intereses del pueblo. Cuando Mario Silva descarta universidades como la USB porque es "fascista", reconoce su absoluto desconocimiento de teorías y experiencias pedagógicas como la de Paulo Freire, quien surgió precisamente dentro de una de las iniciativas pedagógicas que el imperialismo yanqui promovió en Latinoamérica como parte de la llamada "Alianza para el Progreso" iniciada por Kennedy. Paulo Freire tuvo la capacidad de insurgir contra esa pedagogía proimperialista y formular su pedagogía del oprimido, concibiendo la educación como práctica para la libertad.

En el mundo educativo no sólo existe reproducción de la ideología dominante (Althusser), sino también se desarrollan espacios de resistencia cultural (Giroux) y contra-hegemonía (Lanz). En las universidades venezolanas desde hace un siglo por lo menos, existen desarrollos académicos alternativos al pensamiento único capitalista.

Quienes actúan hoy con políticas fascistas en lo académico son precisamente los que dirigen instituciones dominadas por el madurismo (sin negar, por supuesto, que las tendencias fascistas pitiyankis de pensamiento único siguen existiendo en la UCAB, en la UCV, en la Metropolitana y en muchas otras universidades del país). El despido de destacados profesores de abierta y clara militancia de izquierda y con una amplia obra teórica reconocida nacional e internacionalmente, como Esteban Emilio Mosonyi, Edgardo Lander, Manuel Sutherland y Santiago Arconada, entre otros, es una clara muestra que el pensamiento único fascista tiene su reverso dentro del gobierno de Nicolás Maduro. Sutherland fue botado de la UBV y Mosonyi, Lander y Arconada fueron despedidos de la Universidad Indígena.

A pesar de ignorantes como Mario Silva, en todas las universidades venezolanas existen y seguirán existiendo prácticas académicas de resistencia cultural y contra hegemónicas. Tanto contra las ideas y modelos provenientes del capitalismo occidental y su pensamiento único neoliberal, como contra las ideas y modelos provenientes del capitalismo oriental, que también es neoliberal, y persiguen ambos la perpetuación de nuestro carácter dependiente y subordinado como economía periférica.

Sin investigación creadora en todas las ciencias, incluyendo las ciencias sociales, no existirá desarrollo independiente del país. Hoy en 2019, la escasa investigación científica que aún pervive en Venezuela se produce principalmente en las universidades públicas como la UCV, la USB y LUZ. Hasta donde conozco, la investigación que se produce en universidades como la UBV, las experimentales y las UPT es muy mínima y de escaso impacto social. Aunque de manera general, por la ausencia de financiamiento, la desaparición de los eventos y congresos científicos, y la imposibilidad de publicar nada en papel (sólo digitalmente), el mundo científico venezolano se ha reducido a niveles pre-petroleros.

Hay que entender y respetar la diversidad del pensamiento científico. Comprender que no existe ningún modelo predefinido para la transformación social. Que todos los intentos anteriores de trascender el capitalismo han fracaso rotundamente en todo el mundo. Y que las universidades venezolanas deben seguir desarrollándose con múltiples perspectivas teóricas aunque sean antagónicas con el pensamiento único madurista y pitiyanki.

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