La Profesora economista e investigadora Pascualina Curcio nos comprueba con cifras que "El impacto de las pérdidas económicas por el bloqueo de Estados Unidos a Venezuela, asciende a 30 mil millones de dólares, equivalente a 7 años de importación de medicamentos y comida". Pese a esa desgraciada medida capitalista bárbara, para asfixiarnos en busca de retrotraernos al redil "representativo" pro USA, la decisión ex profeso que perjudica a todos los habitantes de Venezuelay las medidas coercitivas impuestas por el Gobierno gringo, no nos hacen rendir ni le sirven a deseos antipatria por quienes afirman que el país se deshace bajo una "crisis humanitaria".
Sin embargo en la panorámica del terrorismo sembrado con desinformación, oímos mucho gamelote verbal de opiniones que dejan ver el peligro de creer en argumentos de la contrarrevolución, arropada con facilidad comunicacional para el desánimo colectivo. Existe una mezcla de relajo de precios inalcanzables para obstaculizar la adquisición o compra de alimentos, sanciones inhumanas desde el exterior con el propósito inclemente de ahogar el socialismo bolivariano antiimperialista, y padecemos el carácter explotador desatado por el bachaquerismo. Por falta de conciencia patria hay quienes solo les importa conseguir ganancias, como excusa de sobrevivencia.
Qué país ferozmente amenazado y atacado por intereses extranjeros, enseña sin rubor una porción de sus habitantes entregados al enemigo externo, basando su conducta en el odio calculado que le ha sido incubado diariamente y sin tregua, por políticos en medios de comunicación dedicados a aceptar falsedades, sostenerlas, divulgarlas sin comprobación, y convertirlas cual Goebbel siglo XXI, en sentencias, derivadas del hecho según el cual una mentira dicha mil veces, se convierte en verdad, así contemple el desatino como destino, captando la división, la secesión territorial y la muerte fratricida, acicateadas como razones sugeridassutil y no tan sutilmente, con mal disimulada agitación social, penetración indiferente ante posible pérdida del territorio donde se ha nacido, ydando apoyo a mercaderes del periodismo politiquero. Vivimos una conjura, unida a la triste historia claudicante de nuestra soberanía, por algunos...