La Organización de Naciones Unidas, en 1974, "Conscientes de que la protección y el mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental que afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero, designaron el 5 de junio "Día Mundial del Medio Ambiente".
Desde la diplomacia de los pueblos, comunidades de buena voluntad del mundo suman esfuerzos para enfrentar los peligros que corre la humanidad, sometida a criterios de grandes potencias supuestamente "desarrolladas" que pretenden dirigir el destino humano con base en el máximo lucro al mínimo costo y a la mayor competencia. Criterios apoyados en la fuerza de grandes recursos informáticos, militares y financieros. Sin responsabilidad sobre los derechos de los débiles ni los derechos de la Madre Tierra. Asignando grandes recursos a consorcios belicistas productores de armas. Para, según ellos, cuidar su seguridad.
Contra la irresponsabilidad de estos estilos ultra neoliberales, que resurgen en el planeta, se manifiestan voces éticas, tanto de gobiernos responsables como de comunidades de diversas fuentes espirituales que plantean la necesidad urgente de corregir el rumbo suicida.
Al referirse a la conmemoración, analiza Leonardo Boff: "En el mundo entero y también entre nosotros se celebra con eventos y discusiones ecológicas, la Semana del Medio-Ambiente. Lógicamente, el "medio"-ambiente, no nos satisface. Pues queremos el ambiente "entero" El Papa en su encíclica «Sobre el cuidado de la Casa Común» (2015) superó este reduccionismo y propuso una ecología integral que abarca lo ambiental, lo social, lo político, lo mental, lo cotidiano y lo espiritual. Como han dicho grandes exponentes del discurso ecológico: con este documento, dirigido a la humanidad y no sólo a los cristianos, el Papa Francisco se coloca a la cabeza de la discusión ecológica mundial…Lentamente vamos tomando conciencia de que somos naturaleza y que defenderla significa defendernos a nosotros mismos". (Boff L. Semana del medio ambiente: garantizar el futuro de la vida y de la Tierra. Koinonía. 09.06.2019).
Para avanzar en los criterios de un desarrollo con responsabilidad ética, como plantea la Asamblea General de la ONU con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada el 25.09.2015, se requiere rechazar criterios mezquinos de supuesta seguridad, como la asumida por decretos contra Venezuela para bloquear sus recursos, apropiándoselos por vía financiera. Cuestión también planteada al papa por el Padre Numa Molina, quien afirma en sus declaraciones "la población sufre por las privaciones resultantes de las sanciones y por las infamias que circulan desde fuera del país…Mi deber como religioso es decir lo que este pueblo no puede decir, porque la prensa occidental, que está vinculada al poder imperialista, distorsiona y falsifica la verdad". (Correo del Orinoco 12.06.2019).
La humanidad requiere asumir una visión ética de seguridad. Como la planteada por el Papa Francisco con su encíclica y sus viajes constructores de paz con verdad, justicia y cuidado de la gente y de la Casa Común.