El periodista Libardo Montenegro, de 40 años, fue asesinado en el departamento Nariño, en Colombia. El crimen del profesional de la comunicación ocurrió a tres cuadras de la estación de policía del municipio Samaniego, al salir de la emisora comunitaria donde laboraba, una acción criminal frecuente en territorio de la "democracia" colombiana.
La periodista mexicana Norma Sarabia fue asesinada a la entrada de su domicilio en Huimanguillo, municipio del estado de Tabasco, México, dos motorizados la llamaron y la tirotearon, la comunicadora también era profesora como es costumbre precisas 2 o más chambas para mantenerte en el capitalismo, y sin bonos ni becas gubernamentales.
Dos casos que no preocupan a la OEA, ni a la Unión Europea, cometidos en dos naciones con gobiernos "panitas de yanquilandia", obedientes al orate Donald Trump, y en la estrategia deben seguir arrodillados a la Casa Blanca en Washington, por geopolítica imperialista mercantil, el cuentecito con el que nos convencieron por décadas perdidas en el desarrollo nacional.
No ocurre en Nicaragua, pero si en la cercana Honduras, después que fue secuestrado el Presidente constitucional José Manuel Zelaya, porque era un empresario "desviado" hacia la izquierda chavista… Honduras tiene hoy el peor índice de homicidios de periodistas en Latinoamérica, y sus recientes presidentes son pitiyanqui reincidentes.
Prefiero a mi Venezuela soberana, valiente, antiimperialista, atacada despiadadamente por la hipocritocracia mundial, sin embargo mayoritariamente fiel a Simón Bolívar y los preclaros libertadores republicanos. Reclamo castigo para los ladrones siglo XXI, hay menos impunidad que antes, pero corrompidos similares a los que quieren volver.