Hay verdades que perjudican cualquier revolución, comprobé la mafia de unos malos hijos de la patria, que les corresponde el control de los CLAP y abren las cajas de donde extraen productos, son delincuentes al robarse alimentos, delincuentes menores pero lo son. En la misma onda una mafia opositora roba nuestra PDVSA y nuestro oro en el exterior, delincuentes mayores, pactan con una pandilla de estadounidenses empresarios e industriales mandando en EE UU, aplicándonos un complot internacional criminal.
Insertan en la "c" y la "p" de la palabra CLAP, la corrupción, idénticos a la onda delictual de la banca mundial, que no le importa obedecer medidas de sanciones injustas a Venezuela, aspirando a expulsar del poder a quien llaman "usurpador", el Presidente electo Nicolás Maduro Moros, y que en la presunta "transición", ocupe la Jefatura de Estado un ambicioso ignorante disfrazado de político, cómplice ejecutor de desfalcos a la nación.
El J G, alias "Juancito Alí Babalimaña" y sus 400 ladrones siglo XXI, son la pieza que usan de pretexto entidades bancarias. Deutsche Bank y City Bank por ejemplo confiesan que obedecen disposiciones del capitalismo mundial encabezado por USA, y controlan 1.400 millones de dólares en lingotes de oro del pueblo venezolano, que pueden utilizar para compensar el valor de préstamos que Venezuela supuestamente no habría pagado, una mentira anual para confundir, nunca comprobada sino usada de pretexto opositor
Recordemos que el Presidente legítimo Maduro, asignó por millones cajas de alimentos, los CLAP, y Venezuela necesita dinero para adquirir insumos. Si no podemos tenerlos por el bloqueo y boicot, y nos obstaculizan los pagos, se refuerza la campaña de descrédito al Presidente e incluso partidarios confundidos se atreven a cuestionar su capacidad de gobernar. Cálculo de quienes roban desde la oposición, augurando una invasión gringa, que eche tierra a sus latrocinios, mientras EE UU "reconstruye la democracia". Mayor cinismo, imposible.