A lo largo de la historia de las relaciones sociales de producción, hay un elemento clave en las distintas conexiones y vínculos entre los seres humanos: la opresión como forma en que se legitima la dominación, por los sectores sociales que detentan el poder, a través de una triada estratégica: el control del aparato jurídico-político, tener la propiedad de los medios de producción y el dominio de los instrumentos culturales-comunicacionales de una nación…
Los sistemas de opresión implican control social y gobernabilidad, se convierten en las formas de mantener "el orden interno" y la estabilidad social…que en todo caso, no significa felicidad y satisfacción colectiva, ya que por lo general, los opresores, son minorías organizadas y con una clara consciencia social del papel ideológico – económico que juegan en un determinado sistema político…
En el campo de la educación tenemos como un gran referente sobre el impacto de la opresión en lo individual y en lo colectivo que configura formas de pensar, en el gran filósofo y educador latinoamericano, Paulo Freire, quien en el 1970 publicó el libro "Pedagogía del oprimido", y allí establece como dialécticamente contrapuesto a la opresión, el sentido y significado de la libertad de "ser y hacer"…al proponer superar de manera categórica a la educación bancaria, como elemento vital de la praxis educativa que contribuye a la institucionalidad de la opresión…
En donde podemos reflexionar, sobre todo por la configuración ideológica de la opresión, cuando logra con suma eficacia y efectividad, que las personas oprimidas, sueñan con ser mañana los nuevos opresores…y la verdadera liberación, utilizando y aplicando la educación emancipadora, es lograr la concientización social en las personas oprimidas, para que luchen y derroten a las causas de la opresión y confrontar al opresor como enemigo ideológico, al resolver de manera precisa, la consciencia de clase social y claridad con su papel estratégico, en una sociedad en donde predominan las injusticias sociales…
La liberación de la opresión pasa por superar al pensamiento positivista dominante, controlado por un Eurocentrismo y Nortecentrismo que nos sigue oprimiendo, al vernos como simples objetos de sus periferias…