Juntos por la verdad

Lunes, 15/07/2019 07:41 AM

Estimada compatriota @OrlenysOV. La buena receptividad que tuvo la entrevista que te hicieron (en hora buena) en Ciudad CCS (https://t.co/wFaXGyWfvS) parte de la inquietud y la preocupación compartida que much@s sentimos al ver como la verdad es derrotada por la mentira.

Debemos lograr, como afirmas, que "nuestra política comunicacional realmente se valga de elementos científicos y de una visión estratégica". Necesitamos desarrollar un plan estratégico pero comunicacional-educativo y no al revés. El polo dinámico y de lucha diaria es el que debe y puede marcar la pauta. La educación seguirá por un buen tiempo más lenta que la comunicación, por lo menos hasta que pueda pasar, como tú dices, de básica a avanzada. De lo contrario se nos adelantarán aplicándonos de nuevo el antídoto del "adoctrinamiento educativo del régimen".

Necesitamos una nueva vocería comunicacional desde el Minci. Portavoces al estilo ruso o chino, con dos o tres rostros que impacten y que se alternen para no ser ni calco ni copia, con una puesta en escena original donde Miraflores no emule a de "White House".

Que nuestros portavoces estrellas empiecen a cada semana por informar, contundentemente y a la ofensiva, "Las mentiras de la semana". Acto seguido, que CONATEL dirija una comunicación pública exigiendo las aclaratorias, correcciones o desmentidos que correspondan, con las debidas y proporcionales contrapartidas o sanciones (rigurosamente apegadas a la ley), en caso que sean pertinentes. Nuestro lema tiene que ser: en Venezuela se puede hacer uso pleno y total de la libertad de expresión. Somos la mejor democracia del planeta, pero aquí impunemente, no se puede mentir.

Lo más escandaloso del informe SOBRE VENEZUELA, de la Alta Comisionada de la ONU Para Los Derechos Humanos, es el hecho de que 82% de los testimonios fueron tomados de personas QUE NO VIVEN EN VENEZUELA. Sólo ese dato lo inhabilita y deslegitima como una opinión válida sobre lo que está sucediendo en nuestro país. La crítica que hemos hecho argumentando, entre otras cosas, que en ningún momento del informe se hace mención al intento de magnicidio contra el Presidente Maduro no tendrá repercusión y ya veremos porqué. Al contrario, y por increíble que pueda parecer, ese dato del 82% de testimonios obtenidos fuera del país puede, comunicacionalmente hablando, llamar mucho más la atención y hasta generar rechazo a cualquier persona en el mundo que lo conozca. ¿En cabeza de quien cabe que obtengas información confiable sobre un país de personas que no viven en el?

¿Por qué esos simples datos pudiesen generar más impacto que el silencio a respecto del intento de magnicidio? Porque la señora Bachelet, al no mencionarlo, está solo ignorando algo que para la opinión pública ya no existe. Incluso, para muchos, nunca existió. Los medios se encargaron de desaparecerlo desde que ocurrió. Y todo hace pensar que el reciente intento de golpe, con atentados y asesinatos planificados, que logramos desarticular va por el mismo camino. A pesar de las chocantes grabaciones, ampliamente divulgadas y de las confesiones que las reafirman, estas fueron prácticamente sepultadas a raíz de los lamentables sucesos de la muerte del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo y del joven que quedó ciego en el estado Táchira. Los 14 meses de arduo y paciente trabajo de la Inteligencia Bolivariana evitaron lo peor, que es lo importante, pero no pudimos convertirlo, ante la opinión pública, en una tremenda victoria por la verdad en Venezuela.

Emocionalmente, y desde el golpe del 2002, vienen neutralizando nuestras razones. Por lo tanto, tampoco será posible vencerlos valiéndonos solo de la razón. Debemos encontrar las vías para que nuestros argumentos emocionen y para que nuestra capacidad de emocionar produzca conciencia y reflexión. Lograr que "la gente sienta" como los está afectando la guerra que nos están aplicando tiene una dimensión eminentemente emocional. Son las condiciones de la lucha política en los tiempos de la posverdad, que por algo también es llamada de "mentira emotiva".

Muchos compartimos contigo el reclamo, que no es nuevo, para que ese batallón de medios alternativos y de comunicadores que se encuentran regados por todo el país pueda articularse de manera compacta y coordinada. ¿Cómo hacemos para "alinearlos" en esa batalla por la verdad? Después de varios intentos frustrados no veo otra. El Presidente tiene que colocarse al frente. Recordemos que fue Nicolás Maduro quien nos invitó a leer en el 2017 la primera reflexión importante a respecto de la Big Data: http://www.cubadebate.cu/especiales/2017/02/19/yo-no-construi-la-bomba-solo-demostre-que-existia/#.WKyDpNLhC1s

Habría que relanzar junto al Presidente una especie de "@ChavezCandanga". Quien escuchó los comentarios que el Presidente Maduro hizo a respecto de los medios de comunicación en el día del periodista percibió su chavista claridad y su juvenil irreverencia.

Gracias Orlenys, por darnos esta coartada de motivación y reflexión que nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de lucha. En nuestra Venezuela derrotaremos la mentira y haremos triunfar a la verdad.

¡Leales siempre, traidores nunca!

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