En la marcha contra el informe de la Bachelet, Diosdado Cabello insiste en su discurso que el gobierno de Maduro sigue un "proyecto bolivariano" y socialista: "Nosotros estamos en ventaja en este diálogo, en absoluta ventaja. Somos gobierno, estamos unidos, seguimos el proyecto bolivariano y hay un pueblo que está decidido a ser libre". En esta cita no dice cuál es ese proyecto, pero en el acto sí dijo que la meta era el socialismo, que no existía todavía, pero que el gobierno de maduro iba hacia socialismo..., lo que pasa es que estábamos en "una etapa de transición".
De esta "transición" habló hace 6 o 7 años Chávez, elaborando un plan para alcanzar el "punto de no retorno". De no retorno a la cuarta república, al capitalismo, o más bien alcanzar un punto para no seguir trabajando bajo la "lógica del capitalismo". De eso habla el Plan de la Patria de Chávez, de alcanzar ese punto de no retorno, de fortalecer el poder popular, de ir en contra la lógica del capital, el cual fue cancelado por Maduro y tuvo a Diosdado Cabello como cómplice de esa restauración del pasado.
Chávez tenía claro que no se puede hacer la revolución "con las armas melladas del capitalismo", como decía el Che, por eso el plan estaba direccionado hacia una "radical supresión de la lógica del capital". Y de esto no habla Diosdado, y no lo va hacer nunca. Porque desde el comienzo del gobierno de maduro se desmontaron las bases políticas y económicas necesarias para afianzar la revolución socialista; porque se comenzó, de forma pública, a pactar con los capitalistas, a apalancar al capitalismo con dinero de nuestros ahorros.
El problema de Diosdado no es que mienta, muchos sabemos que miente, o que la realidad contradice su discurso; el problema de él, de maduro y los otros, es que se creen realmente sus mentiras, a pesar de las contradicciones. Habla con una seguridad, como si la realidad no cuenta con la suficiente fuerza para desmentirlo jamás, como si la que él lleva en su mente, y suelta en sus discursos, es la realidad verdadera.
Lo de la caída del precio de la producción petrolera en los seis años del desastre madurista es evidente, es medible, constatable, pero él lo niega, o responsabiliza de esa caída de la producción a Chávez y a Ramírez, como poseso por un pequeño demonio que le hace perder la razón, a pesar de lo que diga la realidad. Los "empresarios ministros", los asesores de derecha, el despilfarro de miles de millones de dólares en manos de empresarios chimbos y de burócratas: sobre eso Diosdado no dice nada. Cuando insistes en que hable, contesta como un muchacho "Ah, pero cuánto dinero se robó fulano, o zutano", a manera de disculpa. Si le hablas de los derechos humanos contesta "Ah, pero si Bachelet persiguió a los mapuches, a los estudiantes, gobernó con la constitución de Pinochet", como si una violación más grande anula la otra, argumentando como un marido infiel pillado en falta.
Como todo discurso de arenga, de exaltación de los ánimos, nunca da una explicación, nunca expone razones claras, solo dice que hay un "informe lleno de mentiras que deben corregir", ¡Cuáles son, dónde están las mentiras!, ¡nosotros no queremos vivir confundidos con tantas vaguedades!
Lo mismo pasa con su "transición" hacia el socialismo, ¡Cómo es eso posible si han revertido decisiones emblemáicas del gobierno revolucionaro de Chávez!: la expulsión de Gold Reserve; el retiro de Venezuela del CIADI con la "Ley de inversiones extranjeras productivas" (o Ley de promoción y estímulo de las inversiones extranjeras); abandonando y privatizando empresas de propiedad social, propiedades socializadas, fundos y tierras, revirtiendo todo lo hecho por Chávez… ¡Cómo explica Diosdado los ensueños de Castro Soteldo con los productores privados!, o la incompetencia de Quevedo en la dirección de PDVSA. De eso no habla ni hablará; lo de Diosdado son "arengas" que inspira desde la certeza de que sus mentiras son verdad; si no las creyera no se exaltara tanto, y eso es lo malo del madurismo, el autoconvencimiento de estar diciendo la verdad cuando mienten descaradamente. Habría que preguntarle a Eric Rodríguez cómo se cura eso, porque Jorge Rodríguez está en el gobierno enfermo.
"Vamos al diálogo en absoluta ventaja. Somos Gobierno y estamos unidos (…) Diálogo no significa capitulación ni rendición"…. "Ellos creen que vamos a negociar nuestra salida. Ni con golpe de Estado ni con nada, no nos vamos a dejar tumbar". Cuando Diosdado dice esto hay que leerlo exactamente al revés: están negociando el gobierno y por ahí viene una renuncia del madurismo al chavismo y a lo que queda de socialismo que solo existe en su discurso vacuo.
Con lo ocurrido a Rafael Acosta Arévalo declaró Cabello, "Eso tiene sus responsables, pero que eso sea una política de Estado, no lo es, y nos indigna profundamente y los responsables tienen que pagar con la justicia", luego…, "En la investigación resulta que golpearon a este señor, ellos manifiestan, lo que uno sabe, es que en la captura él se puso violento y lo golpearon, luego en el carro se volvió a poner violento y lo volvieron a golpear, de allí supuestamente vienen las lesiones", así se explicó, como si esa explicación le diera algún sentido distinto a asesinato, un desgravamen a los culpables. Diosdado está convencido de que "eso no es política de Estado" ¿Quiere decir que los superiores, en ese caso, no tienen autoridad, no tienen control sobre sus subalternos?, ¿que esos policías estaban bajo el efecto de alguna droga?, ¿o que el capitán era de verdad tan fuerte que se hubiera escapado a sus custodios, y por eso había que golpearlo? ¿Qué será lo que quiso decir con que no es una política de Estado?