"Existe para toda la especie humana
una regla anterior a la opinión: la conciencia"
Rousseau
En todos los organismos del estado, hay gente depravada, a quienes les importa poco el sentido de la moralidad, y las buenas costumbres. Esto viene sucediendo, desde hace muchos años atrás, pero ahora se presentan casos deplorables, dañando la imagen de muchas instituciones. Todo esto lo aprovechan los enemigos del proceso, más en estos momentos, cuando el objetivo inmediato de la oposición, es desprestigiar todo lo relacionado con el gobierno. El "espectáculo" denunciado o informado en esta página (APORREA. ORG) *en un artículo por la poetisa Siboney del Rey (EL DÍA QUE VÍ A DOS UNIFORMADOS DE LA GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA PROSTITUIDOS) aparecido el sábado 13 del presente mes, y año. El relato me ha llamado profundamente la atención, y no consigo la manera de creer, que dos funcionarios de la GNB, en plena luz del día, apoyados por un superior, se hayan dado a la tarea de protagonizar un acto sexual sin ningún pudor, con una mujer, acostumbrada a vender el sexo.
Este artículo– por cierto, muy leído–despertó la atención o curiosidad de una cantidad importante de leyentes, por los protagonistas involucrados en el hecho. Se trata de un acto sexual–oral– en plena luz del día, en presencia de algunas personas, por funcionarios que andaban de servicio algo ebrios con los uniformes de reglamento–según el relato de la escribiente– pero, además, da la ligera impresión de ser personas muy conocidas en la zona, donde protagonizaron el morboso hecho, y, para añadidura los incitó un superior de la institución castrense vestido de civil, al brindarle una espumosas bien frías, para que disfrutaran la fugaz orgía. Es lo que puedo entender.
No es fácil comprobar este repugnante hecho; solamente queda, como prueba el testimonio de la educadora, empleada de la administración pública, quien justamente vive en el edificio, donde se encuentra la licorería. Esto amerita una investigación exhaustiva por parte de la institución armada, para poder aclarar un acto lesivo propio de un burdel. La denuncia de la funcionaria administrativa me deja una serie de interrogantes, muy difícil de responder. Solamente la declaración de alguno de los presentes, puede ayudar a esclarecer este acto vergonzoso para la institución.
Todo parece una reseña periodística, faltándole algunos datos esenciales, que, en el periodismo sirven para darle la verdadera seriedad que requiere la información: ¿Dónde ocurrió el hecho? No lo dice la escribiente. Da a conocer los nombre de los protagonistas, aunque los presenta entre comillas; la fecha y hora del hecho, es parte de la investigación, pero nos deja incrédulos, porque a pesar de la grave descomposición del capitalismo, y Venezuela no es la excepción, aun, cuando nos encontramos transitando por un proceso de transformación, en el cual se busca rescatar los valores de la sociedad, nos encontramos empantanados enfrentando la herencia de AD y COPEY con las barraganas incluidas, y no es raro un caso con estas características dentro de la descomposición de la sociedad.
Sin embargo, tenemos el compromiso ineludible de aportar las informaciones y denuncias con la mayor objetividad posible, porque de lo contrario se quedan en el vacío, como un escándalo más, para hablar y comentar en cualquiera esquina sin poder buscar los correctivos necesarios. A la estimada poetiza le faltaron dos datos sumamente interesantes que aportar: el lugar del hecho, y el número de la placa del vehículo el cual vio –según su confesión–, utilizado para darle riendas sueltas a sus instintos de lujuria y de inmoralidad, atentando con la sana convivencia de la sociedad venezolana. Estos dos datos, pueden servir para darle la credibilidad que amerita el caso, y a la vez enjuiciar a estos desadaptados sociales, si en verdad cayeron en tanta bajeza.
Narciso Torrealba narciso_t_29@hotmail.com
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