Salí de Caracas en Julio de 1982 y la urbanización donde nos residenciamos carecía de teléfonos, sufrimos la incomunicación a la cual no estábamos acostumbrados. Cuatro años más tarde y luego de dos lustros de haber edificado los apartamentos, se instalaron los aparatos donde se solicitaran. La población dista apenas 104 kilómetros de la capital de la República.
Padecimos durante años irregularidades para disfrutar normalidad en las conversaciones telefónicas, no se podían realizar llamadas a cualquier hora, debíamos esperar para que el aparatico "cogiera línea". Hasta la llegada de Chávez en 1999, hubo abuso de la CANTV para un servicio efectivo, ahora, 2019, la telefónica nos incomunica, no da ni la hora que antes sabíamos marcando el 119.
No me cabe la menor duda que en este aspecto de la polarización politiquera y el empeño por derrocar al gobierno socialista, el sindicalerismo aun dominado por opositores, esté obedeciendo planes del Mosad israelí y la CIA gringa, junto a corporaciones que ansían privatizar y encarecer el servicio telefónico, pero la gente afirma que no sirve CANTV "por culpa e` Maduro…"
Claro que hay responsabilidad en el Poder Ejecutivo revolucionario, estamos incomunicados en urbanizaciones completas en la nación, porque no investigan y castigan a saboteadores, tampoco a los de apagones provocados, y a sinvergüenzas disfrazados de rojitos, a quienes deberían investigarles cuentas bancarias, opositores y presuntos revolucionarios.
Van a esperar que de la CANTV surjan y se vayan del país con los bolsillos repletos, civiles y militares, militares y civiles, al estilo de quien presidió PDVSA y hoy lo están juzgando como ladrón en EE UU, donde lo protegen y sospechosamente le habían satanizado hasta hace poco; o el del IVSS, que tomó las de Villadiego como diría un español, y ahora es flamante opositor.
Me aconsejaron no tratar lo de CANTV, porque "ahí si no vas a tener teléfono más nunca", me arriesgo en nombre de quienes estamos incomunicados, atrapados entre la ineficiencia oficial, y el plan de los que quieren volver agüaidonados o no, e imponernos a Alí Babá de barbas blancas y verdes, junto a miles de disimulócratas asesinos y ladrones, cobijados en la "representativa".