Se ve o, se lee para opinar y, sino, ni lo uno ni lo otro, ni lo otro que, si al caso vamos hasta sería lo mejor que, así anda el mundo en que unos se deslenguan sin importarle el lenguaje y, otros que no dicen nada: sufren, porque no quieren poner a sufrir a otros y, la vida sigue, pero como de algo hay que seguir en el presente para no volvernos desmemoriados sin parar en locos, ni hacer como hacía una hermosa dama gringa como influencer que vendía por Instagram a 3,8 millones de seguidores el agua con la que se bañaba y se aseaba, la que fortificada por su cuerpo era usada por otros y, lo peor, se agotaba y, ella contando dólares como si salieran de un manantial de pureza, para proteger con la pureza de su cuerpo la belleza del alma de sus clientes de ser desengrasados por la fragancia corporal nada contaminados de bacterias, de hongos, ni de ladillas ladinas plateadas.
Espero que una como el otro me entiendan que no es tiempo de tirarse de las greñas, sino vender agua que no sea del "mierdal" que eso es lo que da dólares y, lo fácil que sería que en cualquier momento: uno pueda leer por cualquier medio de comunicación de las redes sociales: algo puro de consideración que llame la atención de la imaginación sin errores, ni palabras mal dichas o, ideas y conceptos a lo brutal que no exasperen a unos y a otros por incitaciones políticas o acusaciones de corrupción de los que les encanta esos enredos que, en vez de escribir como hablan al que le da la gana -se equivoque o no-, ni formar frases que otros no las quieran enmendar y mejorar a su gusto al estilo de corrector de lo pasado y, ni que se pueda criticar o sustanciar lo que le plazca a uno sin ofender y, sobre quien se quiera, es decir, cada cabeza en su mundo en la democracia de los rojos rojitos y los de la oposición de Guaidó que, siempre hay el que se molesta que quiere ser mejor que el otro, aunque no esté apoyado por Trump y socios fuera está jodido.
Y lo más importante y conveniente sería que Amaranta y Narciso se pongan de acuerdo e intercambien sus artículos que, lo que escriba Amaranta lo lea Narciso primero y, lo que él escriba Amaranta haga lo mismo y, zas se acabó, ven lo fácil que es ponerse de acuerdo y nosotros los lectores bailando en la dos patas por una y por el otro y, así Guanipa y Portuguesa en acción con cuatro, maracas y furruco, sin estar en llamas, ni se pisan los callos de caligrafía ni de estilismo y si una brinca, el otro salta, pero con cuidado a que no se ensarte nuevamente en diatribas que despelucan a sus lectores y, lo que está en el ambiente en el ambiente se queda que lo arregle otro que se autoproclame de autocorregidor.
Y a lo mejor se ponen de acuerdo y se consiguen en San José de Guanipa y a lo mejor se cogen mi idea que en vez de verse con un solo ojo de reojo -gracias a mí- montan un manantial de aguas perfumadas que envasado lo vendan por las redes como agua que sale de su profundidad de darle vida a sus seguidores, eso sí, sin equivocar lo que van a decir en las etiquetas con una dinastía de consenso entre los dos que, hasta millonarios serían con: agua que no han de beber déjenla correr, pero ésta no -dirá- porque es agua que ha pasado por todos lo tratamientos exigidos por el cuerpo humano como pétalos de frescas flores que correrán por su cuerpo con una suavidad que perfumará su modo de ser y, esta nuestra agua no sale sudada de gérmenes invisibles, ya que el trópico de nuestro cuerpo es un frescor de montañas de la Guanipa consentida que, brota a la superficie no como un río de tormentas asustadas, sino que no le entrará en los vericuetos que estén tapados y todo su cuerpo olerá a corazón de loro trepado en un orgasmo de risas enjauladas que lo hará vibrar cuando sude.
Sólo me resta decirles a Amaranta como a Narciso: es que el baño es vida para otros y no malgasten su tiempo en pendejadas estériles que no producen dólares y sí dolores de cabeza y malestar en quien los lee.