Mientras...

Jueves, 25/07/2019 08:45 AM

Mientras la extrema derecha y sus mafias financieras siguen construyendo su utópico neo feudalismo. Mientras los izquierdistas radicales siguen soñando con tomar el cielo por asalto aunque ya no exista un cielo que asaltar. Mientras los progresistas de centro izquierda siguen en la cama con los conservadores de centro derecha en un continuo aquelarre de negocios milmillonarios, el mundo que conocemos sigue derrumbándose alrededor de la raza humana sin que al parecer nadie quiera darse cuenta.

Terremotos continuos, lluvias torrenciales, sequias interminables, hambrunas y epidemias, Tormentas, ciclones, huracanes y volcanes en erupción en todas las latitudes. Sin duda la madre naturaleza está arrecha con el animal humano que con su ambición desmedida acelera un proceso entrópico natural en todas las cosas pero que en nuestro planeta el capitalismo salvaje exacerba descomunalmente.

Al parecer nada ha cambiado desde que el comandante Chávez dijo: "mientras los lideres nos la pasamos de cumbre en cumbre los pueblos se la pasan de abismo en abismo". Hoy siguen las cumbres de todo tipo, cumbres climáticas, militares, políticas y económicas donde unos líderes fraudulentos deciden entre champaña y caviar como nunca ponerse de acuerdo para tomar decisiones importantes o terminan tomando decisiones que nadie cumple, mientras aquellos que no pertenecemos a las elites gobernantes seguimos enfrentando y sufriendo los efectos de un desastre climático que posiblemente ya no tenga marcha atrás, viendo el futuro de nuestros niños y jóvenes desapareciendo en las arcas de las grandes corporaciones y en los bolsillos de políticos corruptos, sobreviviendo en la incertidumbre, con trabajos precarios, endeudados y reprimidos por unas fuerzas de seguridad cada vez más violentas e intolerantes siempre al servicio de las mafias corporativas.

Al igual que nos contaron que las hordas colonizadoras eurocéntricas vinieron a traer la "civilización" y la religión a unos pobres salvajes ignorantes, nos han hecho creer que las elites burguesas que secuestraron las revoluciones de otros tiempos y trajeron la revolución industrial lo hicieron "preñados de buenas intenciones" para traer el progreso la igualdad y la justicia a los pueblos, nada más lejos de la verdad. A través de los años las elites burguesas han ido creando naciones, inventando instituciones, leyes y normas para construir un sistema amañado y fraudulento que les permite mantener sus privilegios, un modelo de sociedad hecho a su medida: patriarcal, misógino, autocrático y racista. Lo peor es que siendo dueños y señores de los medios de comunicación y de producción de cultura y conocimiento, nos han hecho creer que esta sociedad desigual injusta y violenta es el producto normal del desarrollo humano y que no existe otro camino. Pero la verdad es que el mundo en que vivimos es un constructo muy bien planificado y mantenido muy inteligentemente por unas clases gobernantes enfermas que lamentablemente nos está llevando al suicidio colectivo.

Si observamos con profundidad el modelo capitalista burgués (sobre todo en su concepción casi religiosa del neoliberalismo) impone la cosificación y comercialización de la vida y predica que absolutamente todo debe ser sacrificado ante el altar del lucro y que los únicos que pueden tener sueños son los dueños del capital y los medios de producción mientras las grandes mayorías se ven condenadas a la precariedad y la desesperanza. Un sistema así, fundamentado en el egoísmo, el mal desarrollo y la acumulación ilimitada va totalmente en contra de las leyes de la naturaleza y su carácter netamente extractivista y de un consumismo exagerado y compulsivo solo nos ha traído destrucción, guerras y miseria.

Así las cosas y considerando que a estas alturas cualquier intento de gobierno alguno por cambiar así sea levemente el estado capitalista burgués será combatido a sangre y fuego por las elites gobernantes occidentales, el futuro del planeta y de la raza humana no se ve muy brillante que digamos.

Sin embargo, nuevas potencias emergentes hoy le disputan la hegemonía a las elites eurocéntricas y van poco a poco deshaciéndose de la férrea dictadura del dólar y muchos países resisten con dignidad y valentía los ataques imperiales. En medio de esta confrontación las guerras convencionales y no convencionales desatadas por las corporaciones y sus clases gobernantes siguen azotando a la humanidad y el fantasma de una guerra total nos amenaza como en tiempos pasados.

Ante estas circunstancias el plan del comandante Chávez de crear un sistema comunal verdaderamente productivo, con diversas formas de propiedad, regido por un estado central fuerte que haga cumplir las leyes y reparta más equitativamente las inmensas riquezas de la nación; unas comunas poderosas, autosuficientes y productivas que junto al estado y apoyadas firmemente por este hagan realidad la democracia participativa y protagónica no parece algo tan descabellado. El modelo comunal eco socialista es una alternativa más que viable para trascender al depredador modelo capitalista y por eso tienen que evitar que se instale y de alguna manera tenga éxito, de allí el feroz e interminable ataque contra la revolución bolivariana.

De cualquier forma, estamos a merced del imperio más criminal que la humanidad haya conocido, un imperio que hoy se encuentra herido, amenazado y con un mafioso intolerante y racista como comandante en jefe de los ejércitos y sus agencias de espionaje y terrorismo. Sobre el los verdaderos titiriteros, unas elites financieras que defenderán a capa y espada su hegemonía y su sistema capitalista neoliberal lo que nos lleva al borde de un conflicto mundial de una magnitud impensable. Pero en el peor de los casos, el estado comunal productivo, autosuficiente y solidario, es quizás lo único que podría ayudarnos a sobrellevar un conflicto como el que nos amenaza.

Aunque no nos lo cuenten las redes ni los medios corporativos, existen hoy muchísimos núcleos de resistencia contra la dictadura capitalista, muchas personas están despertando y se organizan en movimientos sociales de todo tipo. Es necesario que estos esfuerzos locales sean globalizados y que los pueblos y sus movimientos sociales de resistencia aprendan a reconocer a su verdadero enemigo: la dictadura global de las corporaciones y su estado burgués neo liberal. Si queremos vivir en paz y con justicia, en verdadera democracia, sin racismo ni abusos machistas, si en realidad queremos preservar la vida en el planeta, la meta final de todos los movimientos sociales sean cual sean los motivos de sus luchas, debe ser acabar con la dictadura corporativa y de una vez por todas desmontar el estado burgués y su fraudulento modelo económico neoliberal.

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