En Venezuela, todas y todos, tanto nacional como internacionalmente, sabemos que estamos viviendo unos altísimos niveles de confrontación política, entre dos posturas bien polarizadas, entre un gobierno que se considera totalmente legal y legítimo, producto de un proceso electoral realizado el 20 de mayo del 2018, y por el otro lado, está un sector político opositor, que solo reconoce a un auto proclamado por el imperio, hace seis meses, sin haber participado en unas elecciones presidenciales…y que anda participando en llamados intensos a aumentar la presión internacional, pidiendo más sanciones y que se radicalicen los bloqueos, sin importar las consecuencias nefastas que esa lamentable situación está ocasionando en la población venezolana…
En medio de tanta confrontación política, hay un elemento digno de destacar y son las amenazas imperiales a través de una particular triada en lo político – en lo económico - y en lo militar…y eso significa que los supremacistas y auto considerados dueños del destino de todas las naciones del mundo, mantienen una constante advertencia, a un Estado que forma parte de su más directa área de influencia y es su mirada monroista a Latinoamérica y al Caribe: somos su patio trasero y eso implica que debemos ser políticamente sumisos y obedientes a la postura neo-liberal imperial, bajo un eje sacralizado, en la defensa de las economías capitalistas y su libre mercado…
Esta situación política, que le resulta incomoda y ofensiva para el gobierno estadounidense de que existan "gobiernos de izquierda" en sus dominios imperiales, para ellos es intolerantes e inaceptable…por eso, no han dejado de expresar de manera prepotente y amenazadora, de que para "el caso Venezuela", tienen todas las cartas sobre la mesa, y que todas las posibilidades para sacar "a Maduro del poder" la siguen analizando minuciosamente…
Ahora la nueva amenaza imperial, consiste en que le están dando todas las garantías al Presidente Maduro, para que se vaya pronto y sin problemas…y piden que se hagan nuevas elecciones presidenciales, solo con candidatos opositores, para que se garantice, que gane uno de sus protegidos, y que en caso contrario, vienen con la intervención militar…