Las evidencias políticas y las evidencias policiales, “tarde piaste pajarito”

Viernes, 26/07/2019 07:13 PM

Hemos perdido la capacidad de detectar dónde está el enemigo político. La razón de esto es la falta de claridad acerca de lo que queremos políticamente. Me explico; si quieres hacer una revolución socialista y sabes de qué se trata hacer una revolución y cambios socialistas, debes saber, de ante mano, quiénes son tus enemigos y tus posibles enemigos políticos. Por ejemplo, es este caso, tu primer enemigo político es el capitalismo, luego la clase social que lo representa: la burguesía, luego sus operadores fundamentales: los empresarios, los banqueros, los explotadores, los mercachifles especuladores, quienes controlan todos los procesos económicos, desde la manufactura hasta la comercialización y distribución del producto; los dueños de los medios de información; la empresa privada de la educación, de la salud, las aseguradoras, las empresas de publicidad, los operadores turísticos, en fin, todos aquellos que trabajan para un solo interés egoísta el cual es la ganancia, sin importarle en nada el cómo la obtienen y el destino del resto de la sociedad.

Por eso se hace una revolución socialista, para cambiar ese estado de cosas, la propiedad privada por la propiedad social, o como suele decir Toby, la propiedad no-social por la propiedad social, considerando que hay una propiedad privada de escala personal o familiar, una casa, un terreno, un carro, un bote, artefactos, instrumentos, herramientas, libros, equipos electrónicos, etc., que no afecta en nada la explotación de otros seres humanos y de la naturaleza.

Identificado al enemigo hay señales claras que nos indican dónde, o por dónde andan nuestros enemigos. Si un gobierno que se llama socialista prioriza el financiamiento a empresarios privados por encima de las empresas de propiedad social, está actuando de manera sospechosa. Y si, luego de que estos empresarios se roban la plata que les dio el gobierno y no produjeron nada, y vuelven a ser financiados por el mismo gobierno, ya las sospechas pasan a ser certezas; ¡hay enemigos dentro del gobierno!, así no encuentres las facturas, las firmas, las huellas digitales etc.

El caso del asesinato de Chávez es otro buen ejemplo. Nosotros sabemos que fue un asesinato porque Chávez estaba controlando con éxito político y en términos prácticos un proceso de cambios profundos en el país, desde la orientación del gasto público destinado a pagar una deuda social, garantizar la independencia alimentaria, la soberanía petrolera, la preparación de los cuadros políticos de relevo, la organización del poder popular, las leyes y la constitución, la conciencia política de la población, la economía y las formas de propiedad, la infraestructura,… hasta el punto de no retorno.

Por eso lo mataron, no fue una jugada del destino, fue una jugada de la derecha, de la CIA, del imperio y sus tarifados. Sabemos que lo mataron, porque lo primero que se piensa en estos casos es "a quién NO le convenía que se hicieran estos cambios y de forma tan evidente y acelerada". No hacía falta hacer una investigación policial, para que después de su muerte, encendiéramos las alarmas y se profundizaran los cambios; para acelerarlos y radicalizarlos, a fin de no darle chance, ni espacios, ni dinero, al enemigo, para que luego tomaran todas estas iniciativas, esta contraofensiva que no ha parado hasta ahora, desde que el gobierne de Nicolás Maduro le abrió el camino, les dejó las puertas abiertas.

El camarada Fernando Saldivia Najul hoy, de manera exageradamente cándida, se manifiesta desengañado del ministro Castro Soteldo ante una denuncia que hace "Cabeza de Mango" publicando un video por tuiter, donde aparece un "burgués revolucionario" que "presuntamente" estaría conspirando en contra del gobierno, el cual, parece que a su vez, patrocina el programa del susodicho ministro con su empresa "Alimentos El Tiuna", diciendo Saldivia que "Camarada Ministro, ¡ojalá! que la persona del video no sea este mismo, porque de lo contrario, estaríamos muy, pero muy mal".

No hace falta reconocer al "burgués revolucionario" en el video, camarada Saldivia, solo vea todo lo que pasa en contexto. No mire el video con una lupa, seguro que es él. Y si no es, eso es lo que han hecho todos los "burgueses revolucionario" de Castro Soteldo y de Maduro desde que Maduro está en el gobernó, a saber: robando y financiando la conspiración en su contra, a despecho del presidente (al menos eso creemos).

Esto lo dijo hace tiempo Julio Escalona, pero esto lo hemos dicho nosotros, y otros, desde hace mucho tiempo, desde que asesinaron a Chávez. En vez de investigar y profundizar la revolución, Maduro le "tendió la mano" a Oswaldo Cisneros y a Lorenzo Mendoza etc., que, de paso, ese día lo regañó, lo "manoteó", con todo lo petulante y orgulloso que es el tipo.

Esto recuerda mucho el por qué fue que Pandora derramó los males sobre los hombre. Y fue porque, habiéndolo pedido Prometeo a su hermano Epimeteo que no aceptara ningún regalo de Zeus, a este último se le olvidó el recado y acepto a Pandora como un regalo del gran Dios, el resto ya lo sabemos. Cuando se acordó del recado ya era tarde. Es decir, por lo lento que fue Epimeteo, fue que se derramaron los males sobre los hombres. Si todos nos hubiéremos percatado hace seis años que el rumbo que tomó la revolución no era el de Chávez, que ni siquiera era correcto, las cosas hoy serían distintas; si hubiésemos reaccionado con contundencia ante su muerte criminal; movilizado al chavismo para defender el Plan de la Patria y no permitir que lo falsificaran; dirigiendo nuestras armar hacia el verdadero responsable, hacia el norte, hacia los conspiradores nacionales, la oligarquía, los empresarios, los capitalista coloniales de este país, ¡los banqueros!, no estaríamos en este estado de indefensión, de miseria, de rotura social en el cual sobrevivimos, cada quién por su lado.

Pero es mejor tarde que nunca. Es bueno que pasen estas cosas para ver si otros terminan de despertar y podamos hacer las correcciones desde adentro, sin diálogos entre pícaros, sin intervenciones militares, un poco como lo han hecho los puertorriqueños con su pequeña revolución ligth para sacar del gobierno a ese hombrecito grosero. Podríamos tomar la calle para exigir la restitución de la revolución de Chávez y sacar a Castro Soteldo y compañía, junto a su "burguesía revolucionaria" del gobierno, y sustituirlos por una junta revolucionaria socialista de reconstrucción nacional.

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