Ignorando que el poder que detentaba hace décadas atrás está menguando, el gobierno estadounidense sigue sancionando a diferentes países de manera arbitraria, violando así el derecho internacional.
Esta semana, el Departamento de Estado ha ampliado el listado oficial con nuevas adiciones al grupo de instituciones que, unilateralmente, veta la Administración de Donald Trump, como parte de su política hostil hacia Cuba.
De la misma forma, el Departamento del Tesoro estadounidense ha ejecutado otra arremetida de sanciones contra Venezuela, esta vez tratando de atacar los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y privar al pueblo venezolano de su derecho a la alimentación.
"EEUU evalúa sancionar a Rusia por su apoyo al Gobierno venezolano", ha dicho el pasado miércoles, durante un foro organizado por la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD) en Washington, Elliott Abrams.
También hace apenas pocos días, Washington sancionó a la compañía china Zhuhai Zhenrong, porque "intencionadamente se involucró en una transacción significativa para la compra o adquisición de petróleo crudo de Irán", señaló el Secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo.
El pasado 14 de julio cuatro senadores estadounidenses publicaron una declaración bipartidista en que llamaron al presidente de EEUU, Donald Turmp, a imponer sanciones a Turquía por haber recibido los sistemas rusos de defensa antiaérea S-400.
Hace exactamente un mes Donald Trump –conjuntamente con las sanciones económicas–, firmó una orden ejecutiva con penalizaciones que apuntan a la cúpula más alta del poder iraní: el líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei y ocho altos mandos militares. "El líder supremo es el último responsable de la actitud hostil del régimen", manifestó el presidente estadounidense en el momento de la firma.
Con relación a todas estas sanciones Serguéi Lavrov, canciller de Rusia, en entrevista reciente con RT, señaló "Sí, es posible mediante sanciones unilaterales, severos ultimátums y la aplicación extraterritorial de sus propias leyes injustas, obtener algún beneficio por uno, dos o tres años", pero a largo plazo, EEUU "tendrá que resignarse a entender que el desarrollo económico del mundo exige compromisos, soluciones justas y el cumplimiento de reglas que deben ser iguales para todos".
Lo real es que la lista de países, instituciones, empresas y personas sancionados por Estados Unidos en el mundo sigue incrementándose, y nada indica que esta modalidad de agresión cese.
Hace un poco más de un mes, a través de una Editorial del Portal Alba (www.portalalba.org), manifestábamos la necesidad de conformar una suerte de club de países sancionados arbitrariamente por los Estados Unidos. En esa Editorial se leía: "Una propuesta que no debe subestimarse es la de avanzar en la conformación de un espacio común que reúna a aquellos países que han sido sancionados de manera ilegal por los Estados Unidos", y agregábamos "una respuesta conjunta siempre es más contundente que respuestas parciales".
Con sumo beneplácito el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) en su Reunión del Buró de Coordinación realizada la semana pasada en Caracas, instauró un órgano de estudio sobre las medidas coercitivas unilaterales del gobierno de Estados Unidos contra naciones soberanas.
El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, precisó en dicha reunión que la instancia de análisis está destinada a la búsqueda de mecanismos que contengan el avance de las agresiones aplicadas contra países como Cuba, Venezuela. Nicaragua y otros.
"El Movimiento de Países No Alineados por primera vez tendrá un grupo especial que se dedicará a estudiar este tema y cómo contener estas agresiones unilaterales contra la soberanía de nuestros pueblos", informó Arreaza.
Por su parte el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif manifestó en el evento que "no se puede permitir que Estados Unidos siga utilizando este tipo de sanciones porque es un terrorismo puro y simple".
Esta nueva instancia, creada por el MNOAL es un primer paso para poner freno al atropello estadounidense.
Es de esperar que otros espacios de confluencia de fuerzas, apegados al derecho internacional y al respeto a la autodeterminación de los pueblos, sigan el camino elegido por los No Alineados, para comenzar así una fuerte contraofensiva antiimperialista a escala planetaria.