CADA vez que surge algún un hecho público extra limites en nuestro país hay la tendencia de que voces, algunas calificadas, muchas no, oportunistas, de explicar, informar la cadena de tradición de cómo, cuándo, porque, quienes, donde surgieron los acontecimientos. Quien le saca mejor partida al asunto, etc., indiferentemente los daños morales, materiales, emergentes, cesantes que haya causado
SIN fundamentar las consecuencias sin créditos, nuestro Juan Pueblo también ha caído en falsas expectativas, narrar la película sin sociodrama, sin ver los hechos, lugares de la res. Y lo más gravoso la forma repetitiva y publica, afán como lo ejecutan, han, pero cuando se le notifica para que concurran como testigos de la Litis, no comparecen se esconden, inventan lo que este a su alcance para no comparecer a testimoniar lo visto, ratificar lo cierto o negar lo falso
LAMENTABLEMENTE los llamados a ejercer las investigaciones y encabezar, a fin poner a descubierto la verdad verdadera son los poseedores de inmunidades parlamentarias, (diputados- Legisladores), por una parte, y por la vía jurídico legal la fiscalía del ministerio público. Pero, ahí está el, pero, estos se enconchan como por arte de magia.
SON los taciturnos peregrinos y haraganes de oficio que no enfrentan la situación, no convocan a una rueda de prensa, oportuna, veraz para informar del infortunio acaecido. Esta realidad objetivada se la sortean con un solo propósito, desvirtuar los hechos, desnaturalizarlos, confundir a la opinión pública o ganar indulgencias.
LOS politiqueros carentes de moral, ética, seriedad, respeto, los falsos líderes sociales, políticos gremiales, en el caso del título de este trabajo periodístico ya expresan tristemente su demagogia. No con el animus de orientar, coadyuvar a solucionar, sino, quien gana la mejor partida de la carrera.
HÉROES de anime a través de estos desadaptados que usan indebidamente las redes informativas, armados con propósitos inconfesables, gozan, disfrutan, pican la torta cuando ven una tragedia de esta natura como la que hemos sufrido los verdaderos venezolanos que nacimos aquí, crecimos, vivimos y defendemos a la patria aquí. No descalificando, imputando irresponsablemente, estos profetas del desastre hay que llamarlos a declarar
ES de nuestro interés capital que la gigantesca y primogénita ida del fluido eléctrico en nuestro país, se nos dé a conocer, las causales a efectos de coadyuvar a la solución, producir cambios de isofacto, en el alto mando de quien tienen en la mano la ejecución de la política hidroeléctrica del Estado venezolano.
El responsable (s) debe conocerlo el pueblo, indiferente el estatus que posea. A primera instancia debemos conocer la nómina gerencial ingeniera, técnicos que paga el Estado para cumplí funciones en la hidrológica del Gurí, sueldos, perfiles, planificación y temporalidad de mantenimiento, etapas, cumplimiento, proyecto presupuestario a ejecutar y ejecutado, personal empleado hace cinco años, y en la actualidad, maquinarias, reposición de ellas y respuestas. Me atrevo a decir que por allí van los tiros y así lo digo y solicito públicamente.
APERTURAR un gran debate público, con expertos no con adulantes ni oportunistas-Partidizados, lo proponemos. El Gobierno nacional debe, está obligado a variar, buscar otro atajo para enfrentar e informar la verdad verdadera. Si es como suponemos que pueda haber sabotaje, para que caraj…….. están los organismos de seguridad, tantos externos como intrínsecos.
POCO fue lo que pudimos percibir por nuestros signos visuales, carajo, pero si sufrimos crudamente los daños genéricos, pues somos parte de propiedad privada de este pueblo.
ES repudiable y anti patriótico como los comerciantes acaparadores, especuladores se beneficiaron con este grave problema de la ida de la luz. Y lo más elocuente es la deficiencia y anomalía del gobierno para controlar, detener a tanto agiotaje que vimos. Nos adentramos a un conflicto peligroso a futuro, se va a derribar la pasividad y tranquilidad del pueblo, se deviene un estadillo social por la especulación, y la falta de protección que estamos viviendo. Con la verdad ni temo ni ofendo, nos leemos en la venidera, Dios nos ayudará.