Escribir sobre Tarek William Saab, significa entrar al escenario de un hombre dedicado al servicio de la gente en todos los niveles. La monumental obra deportiva en el complejo Libertador Simón Bolívar es prueba fehaciente de su labor como gobernador del estado Anzoátegui, eso sin dejar atrás los grandes comedores populares y los cientos de obras en los barrios de los diferentes municipios.
No hay comparación con otros gobernadores de la entidad, hizo camino al andar dando ejemplo en la permanencia en la región cumpliendo con su deber de vivir en la ciudad de Barcelona, sin estar pendiente de atender negocios en otras latitudes porque simplemente no los tiene. Hoy por hoy sobran personas que desean volver a tener un gobernador de esas características, cuestión que respetamos, teniendo gran influencia en esta aspiración el actual gobernador Antonio Barreto Sira, él que por inercia se ha convertido en el primer activista de Tarek, pues en cada una de sus actuaciones no olvida su mentalidad de caporal de finca de caballos de paso. Barreto es el peor gobernador que ha tenido el estado Anzoátegui.
Su incapacidad no tiene límites, envía una máquina para una población y al bajarla de la gandola no funciona. No asiste al despacho. La inteligencia solamente le da para contratar una cuadrilla de obreros con una carretilla para tapar huecos, por favor. Piensa en una reelección por el único hecho de llamar telefónicamente todos los días a Guaidó, a pesar de haberse echado de enemigo a Ramos Allup y Otto Padrón Guevara. Pareciera que el asesor espía que tiene, le da clases de cómo alcanzar los objetivos a punta de pura adulancia.
En ese cuadro político, renace el nombre de Tarek, lo que pone a temblar Barreto Sira. Ya que el nativo de El Tigre va como un cohete escalando posiciones, lógico eso crea envidias llenas de inventos como poseedor de sifrinismo, y miembro de algún sector oligárquico. No saben que su padre era dueño de la tienda más humilde de Casco Viejo, allá en El Tigre, recordado por su inagotable generosidad.
Todo lo que tiene Tarek se lo debe a la fuerza su talento que en defensa de los derechos humanos ha marcado una huella en el país nacional. Soy de los que piensa que los reconocimientos hay que darlos en vida, miren que mucha gente que criticaba a Chávez, hoy reconocen su capacidad comunicacional, astucia y visión política. Claro Tarek también cometió errores al darles confianza a algunos funcionarios que a sus espaldas abusaban del poder destacándose personajes como un tal Figuerita, figura nefasta para la política regional.
Si se quiere la única promesa que no pudo cumplir Tarek fue el no haber llevado a la cárcel a su antecesor en la gobernación, David De Lima, luego de sucesivas denuncias. Uno no sabe hasta donde todavía está a tiempo, a menos que se le adelante el departamento del Tesoro de Los Estados Unidos. A lo mejor por esa constante saltadera de talanquera de De Lima, al ser en la actualidad un militante del chavismo, será más difícil honrar su palabra.