Dialéctica Bolívar-dólar-Petro

Jueves, 05/09/2019 12:37 AM

Hugo Chávez, fue un hombre de época, sus visiones trascienden el siglo XX y se proyectan al presente, con tanta pertinencia, que hasta pareciera vivir y sufrir con nosotros la bárbara y criminal agresión imperialista de estos tiempos que corren. A finales de marzo 2009, habla por primera de una moneda alternativa al dólar imperial, el escenario fue la Cumbre América del Sur-Países Árabes, en rueda de prensa señalaba: "El mundo es víctima del imperio del dólar, entre tantos. Un día Fidel me dijo: "Chávez, Estados Unidos ha comprado a medio mundo con papel; papeles que no tienen ninguna sustentación económica"… Pues llegó la hora, nosotros, te lo voy adelantar tú que me preguntabas, una propuesta, lo voy a complacer, y a él también, ustedes dos, nosotros tenemos la idea y por primera vez la voy a comentar en público, de una moneda internacional que a mí me emociona, la sola idea, el Petro. Petro moneda, que se fundamente sobre todo en las grandes reservas de petróleo que tenemos algunos países del mundo. Así, como en otra época para emitir moneda debía estar esa emisión sustentada en el oro, eh, y EEUU fue el culpable de haber roto lo que era la referencia al patrón oro y ahí empezó el descalabro, y además la utilización abusiva, unilateral, de ese privilegio que nadie le dio a EEUU, ellos, imperio al fin, se lo abrogaron y han inundado este mundo de dólares que no tienen ningún valor, han inundado –como dice Fidel- han inundado medio mundo y más de papeles que no tienen más valor que lo que cuesta el papel, pues, mañana la comentaré seguro, una Petro moneda y será, sobre todo, una propuesta para los países, los grandes productores de petróleo y los países que tenemos mayores reservas de petróleo, Venezuela, el primero del mundo ". Una propuesta que, desde entonces, encendía las alarmas imperialistas ante la posibilidad cierta de que un revolucionario de época pudiera concretar esa idea, que desafiaba la hegemonía del dólar imperial. Le correspondería al Hno. Presidente Nicolás Maduro, hacer realidad aquella subversiva idea lanzada por Chávez al mundo entero, y lo haría en medio de la mayor agresión imperialista contra pueblo alguno en esta tierra.

Las circunstancias, devenidas por el brutal bloqueo financiero imperialista, auspiciado por la derecha opositora, obligan al país a buscar mecanismos alternativos de baipasear dicha agresión y es así que nace el Petro en la modalidad de criptomoneda, sustentada en físico por 5.432 millones de barriles de petróleo del campo 1 del Bloque Ayacucho de la Faja del Orinoco "Hugo Chávez Frías". La primera emisión de las criptomonedas, se realiza en febrero de 2018, emitiéndose 100 millones de Petros. Apenas, puesta en circulación la primera emisión de Petros, Donald Trump, mediante Orden Ejecutiva, el 19 de marzo de 2018, sentencia: "La Orden Ejecutiva prohíbe, a partir de su fecha de vigencia, todas las transacciones relacionadas, la provisión de financiación y otras transacciones por una persona de Estados Unidos o dentro de Estados Unidos, con cualquier moneda digital que haya sido emitida por, para o en nombre del Gobierno de Venezuela a partir del 9 de enero de 2018", reza la orden anunciada por la Casa Blanca. Orden Ejecutiva, que, sin duda, corta las alas al Petro e impide su despegue a plenitud. Aunado, al saboteo de instituciones como Pdvsa que baipasean al Petro y no promueven su difusión, como método de pagos internaciones de nuestro principal producto de exportación. Su valor inicial, se tasó en 60 dólares, como equivalente de un barril de petróleo, que viene a representar el 50 por ciento de su valor; mientras que el 50 por ciento restante se distribuirá de la siguiente manera: Oro (20 por ciento), Hierro (20 por ciento) y Diamante (10 por ciento), según una fórmula de cálculo establecida en su White paper (https://www.petro.gob.ve/files/petro-whitepaper.pdf). Como señala, dicho White paper, el valor del Petro: "no solo refleja los aspectos de la economía real vinculada al petróleo, como el consumo estimado de combustibles, la temperatura invernal de EEUU, o las estimaciones de reservas, sino que está afectado por los movimientos especulativos de este mercado. Por ello, el precio del petróleo es el más oscilante de todos los commodities…" El saboteo interno, a la valoración del Petro, conllevó a relacionar su valor fundamentalmente al valor del dólar, en sus inicios al Dicom y un año después, que su valor se ha desatado sobre los 20 mil Bs/dólar, el BCV, sencillamente ha optado por no valorizar al Petro y oculta al público su valor real de mercado, pues, si aplicáramos la fórmula hasta ahora empleada por el BCV, sería hoy su valor: 20.000,00 x 60: 1.200.000 Bs/Petro. Un monto, sin duda, escandaloso, pero, que es la consecuencia de una política monetaria aplicada por el BCV, que procura sepultar al Bolívar, y con ello, al Padre Libertador Simón Bolívar, en gesto simbólico de su derrota por el imperialismo de EEUU y su moneda imperial, el dólar.

La dialéctica monetaria nacional, tal cual se desarrolla en los tiempos que corren, disponen que cada vez que el dólar imperial sube, el Bolívar baja y el Petro sube mucho más. En fin, todo incremento del dólar, devalúa al Bolívar y Revalúa al Petro. Es una dialéctica en la que el Bolívar pierde y el Petro gana terreno. No obstante, el Petro tiene una circulación mínima en la economía nacional y ello, les permite a los actores económicos, sacar de circulación al Bolívar, privilegiando al dólar como moneda de referencia nacional. Siendo el Petro, como lo es, una moneda complementaria al Bolívar, los actores nacionales sabotean su circulación e impiden su uso masivo, en privilegio del dólar. Apenas, algunos alcaldes y alcaldesas, recientemente, se están animando al uso del Petro como moneda de pago de tributos municipales, hecho que ha obtenido como respuesta una resistencia obstinada de los comerciantes, negados –según dicen- a pagar en dólares los tributos. Pese a tener referenciadas el valor de sus mercancías al dólar de guerra o paralelo, y cada vez que sube éste, suben sus precios en igual o superior proporción. Y, cuando éste baja, también suben los precios, habida cuenta, que no tienen objetivos económicos en sus propósitos sino políticos: derrocar al Gobierno Constitucional de Nicolás Maduro.

La primera guerra mundial, vio nacer la fuerza aérea y los bombardeos aéreos como instrumentos de apoyo a las fuerzas en tierra y mar. El desarrollo de las fuerzas aéreas, a partir de la segunda guerra mundial, coloca en el tapete los bombardeos aéreos como mecanismos de destrucción y desmoralización del enemigo. Vietnam, representa un cambio destructivo superior, EEUU, lanzó infinidad de bombas y napalm, destruyó sembradíos y asesinó pueblos enteros, bajo la falsa creencia que se derrumbaría la resistencia del pueblo vietnamita y abrirían una opción "democrática" en dicho territorio. ¡Fracasaron! Más pudo la resistencia heroica de aquel pueblo, que enviaba por millares los cadáveres de militares estadounidenses que se mostraban al público, generando rechazos internos que, a la larga, fueron desmoralizando la voluntad de guerra del pueblo de los EEUU. Quien, al final, optó por oponerse a la continuidad del genocidio del pueblo vietnamita. Irak, Libia, Afganistán, Siria, atacados desde lejos, por aire, evidenciaron la preferencia del imperialismo de EEUU de hacer la guerra aérea. Los Tomahawk, se convirtieron en el símbolo de la supremacía estadounidense en las guerras de colonización de pueblos, en los tiempos modernos. Destruían todo en tierra, mediante bombardeos masivos y luego, las fuerzas en tierra, ingresaban al territorio destruido, a rematar lo poco que quedaba en pie.

Hitler, era contrario a esa forma de hacer la guerra. En su concepción, el empleo de la fuerza aérea nazista era para enfrentar la fuerza aérea del enemigo, y eso le llevó a no considerar útil el bombardeo de ciudades y asesinar indiscriminadamente civiles. A diferencia de EEUU y Gran Bretaña, que vieron con sumo interés el asesinato masivo de civiles y el bombardeo de ciudades enteras. Una de las lecciones, no aprendidas por EEUU, de la segunda guerra mundial, es que el bombardeo planificado de poblaciones civiles, con la esperanza de producir el colapso político, una crisis social o decadencia económica de una sociedad objetivo, probó no ser eficaz. Venezuela, se los recuerda –permanentemente- por estos días, cuando es objeto de bombardeos no convencionales, en los que los Tomahawk son sustituidos por bombas económicas. Incrementan el dólar desde el exterior, y sus fuerzas terrestres (comerciantes, bachaqueros y transportistas) -de inmediato- incrementan los precios de sus mercaderías y servicios. El objetivo, demoler la calidad de vida del pueblo venezolano, pulverizar, volver cero sus ingresos. Imposibilitarles adquirir cualquier mercancía o acceso a un servicio determinado. Los rusos, pulverizaron esa forma de hacer la guerra, mediante novísimos armamentos de defensa aérea. Venezuela, cuenta con sistemas rusos de defensa, los S-300 que se integran un sistema escalonado de defensa aérea que integra los cañones anti aéreos ZU-23, sistemas misilísticos Buk-2M, Pechora-2M y en tierra los Iglass.

En el caso de la guerra económica, proponemos, convertir al Petro en el paraguas que minimice el efecto de las bombas incendiarias que desde el exterior nos lanza el imperialismo de EEUU para destruirnos. Pero, no hacemos nada neutralizando solo bombas, si las fuerzas contendientes aliadas al imperialismo en tierra no se paralizan y destruyen. Hablamos de comerciantes, bachaqueros y transportistas. Una forma de neutralizarlos, es que sufran –tan igual que el pueblo- los efectos de los perversos bombardeos imperialistas. ¿Cómo? Sube el dólar de guerra, en consecuencia, sube el Petro y baja el Bolívar, pierde el pueblo. Pero, si anclamos el Bolívar al Petro, y no como unidad de cuenta o fake Petro, al subir el dólar suben ambas monedas, el Bolívar y el Petro, se revalúan. Pero, debe haber un daño colateral añadido para destruir las fuerzas aliadas imperialistas en tierra: el comerciante, bachaquero o transportista. Cuando suba el dólar, por órdenes expresas de Washington, deben pagar las consecuencias de plegarse en tierra a las acciones criminales imperialistas, con incrementos de tarifas comerciales y de servicios prestados por el Estado, fijados en Petros; impuestos municipales y nacionales, fijados en Petros, Salarios y pensiones anclados al Petro, todos fluctuantes, de manera que si –semanalmente- suben caprichosa y planificadamente su dólar de guerra para dañar al pueblo, subirán el Petro y en concordancia, el Bolívar, tarifas comerciales e impuestos que hasta los bachaqueros y transportistas deberán pagar…

Postcriptum: "Tratando de salvarse del peligro de su aniquilamiento, el imperialismo lleva a cabo, con todos sus esfuerzos, la propaganda sobre la ‘omnipotencia de las armas’… En la guerra, el factor decisivo es y será siempre el hombre; las masas populares son y seguirán siendo las forjadoras de la historia" (El hombre y el arma, Gral. Vo Nguyen Giap, Editorial La Rosa Blindada, Buenos Aires, 1968, p.108)

Caracas, 04-09-2019

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