Derecho Usual Ordinario y Derecho Inusual Extraordinario

Domingo, 15/09/2019 07:30 AM

Lo que no está en el Derecho Usual Ordinario, está en el Derecho Inusual Extraordinario. Usted ha de decir y decidir qué Derecho contiene la siguiente manifestación del científico y profesor de la Escuela de Economía de Estocolmo, Magnus Söderlund, quien dijera en la “Cumbre Gastro”, una feria muy conocida en Estocolmo, que trata la importancia del futuro de la gastronomía, ver, https://www.abcdiario.com.ar/mundo/2019/9/10/un-cientifico-propone-comer-carne-humana-para-salvar-al-planeta-7900.html: “Una muy buena solución para detener el calentamiento global que azota a nuestro planeta sería comernos entre nosotros. Sí, canibalismo. Existen muchos tabúes en la gente cuando se trata de comer cosas a las que no estamos acostumbrados, y que las personas son extremadamente conservadoras en ciertos aspectos de la gastronomía.” A lo de este excéntrico científico holmiense, es darse el gustazo gastronómico frigorífico de seleccionar la carne exquisita humana en la producción terráquea apureña, guariqueña, cojedeña, y tantos espacios de excedentes humanos venezolanos, en similaricadencia con los estados ganaderos llaneros, en que la vaca vieja y la vaca joven, no tuvieron la ocasión de gritar: ¡A mí, no me maten!, que sí tendríala, la sufrida humana vieja y la flemática humana joven, a lo que el verdugo matadero carnicero humano, diría: ¡Tarde piaste mi muñequita!¡Directo pa’la barriga! Y que con Juan Nuño, y que no Juan Guaidó, de los rastrojos y arrojos, picadura de humanos, exportado embutido bistec colombiano, a la vieja Europa culta e inculta, de la crueldad paraco narcotraficante duquesantouribeiano a mejores restaurantes de la mesa francesa británica escocesa. Derecho Inusual Extraordinario y Derecho Usual Ordinario. Juan Nuño, el intelectual filósofo venezolano, compañero de pupitre de José Rafael Núñez Tenorio, Ernesto Mayz Vallenilla, Eduardo Vásquez, Ludovico Silva, el filósofo madrileño-caraqueño, engendraría que: “El hombre mata al hombre con la impunidad que le proporciona saber que, haga lo que haga, el hombre es lo que más se da en la cosecha terrestre. Es el desecho, el sobrante, el exceso del planeta. Quien no lo entienda así, estará condenado a no entender la conducta humana.” Ver El Nacional. Miércoles, 13 de julio de 1994. P. A/4. Opinión. En la consideración de Juan Nuño, de los casos límite contradictorios aristotélicos, beneficio y perjuicio, exceso y defecto, el explotado aspecto de los excesos provoca el desequilibrio en la optimalidad ortogonal pitagórica en el tercio incluso aristotélico profundo, que permítele al magnífico filósofo venezolano, hablar de la cosecha humana terrestre, provocadora del calentamiento global y del cambio climático, en que el venezolano y el holmiense, coinciden en similaricadente opinión, solo que una opinión es de 1994 y la otra es de 2019, en tanto que ya en junio de 1992, el comandante Fidel Castro lo había advertido, en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, efectuada en Río de Janeiro, Brasil, advirtió: “Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre…” Lo que indica que los contenidos expresos de ambos pensadores, los contiene el continente Fidel Castro, que son contenidos del Derecho Inusual Extraordinario frente al Derecho Usual Ordinario Romano, que con romana mandarria jurídica, reclamaba el líder cubano caribeño, casos límite contradictorios de los Derechos, en que el mismo desecho, en el trecho estrecho arrecho, de hecho y de Derecho, de la cosecha terrestre ha de buscar el equilibrio dinámico dialéctico dialógico, equilibrio ecológico, armónica similaricadente consonante de recursos naturales y medio ambiente, que nos salvaría del canibalismo, de la destrucción bolsonaroiana planetaria del arde Troya y la Amazonia, y de la extinción de la especie humana, en el dialogante centro universal unificado reflexivo teilhardiano, teoría holística unificada einsteiniana, en que entre entradas y salidas, pregunta y respuesta, estímulo y reacción, insumo y resultado, cuya grafía pictórica figurativa es un rectángulo, tal el que existe entre lo consciente y lo inconsciente, de la tormenta de ideas einsteiniana, de la dinámica de grupos villaverdeiana, asina como, la figura rectangular teoremática socrática, del teorema directo y el teorema indirecto contrarrecíproco alopeceiano, de la diagonal hipotenusa pitagórico socrática, optimalidad ortogonal samosiana, en el tercio incluso aristotélico profundo contradictorio, del golpe feroz cesarvallejoiano teleológico, desde donde ha de trascender la nueva conceptualidad revolucionaria transformadora progresista, salvación del planeta, pues el Derecho es creación consentida constituida necesaria de afirmada costumbre, ahí en el punto crucial decisivo aristotélico abismal, entre tercio excluso y tercio incluso de exceso y defecto estagiritas.

Lo que no está en el Derecho Usual Ordinario, está en el Derecho Inusual Extraordinario. Usted ha de decir y decidir, qué Derecho contiene la siguiente manifestación: Sobre el accidente aéreo, en que historia de un sobreviviente de la tragedia de Los Andes: “Comer carne humana nos mantuvo con vida”. Ver: https://www.noticias24.com/venezuela/noticia/119443/la-historia-de-un-sobreviviente-de-la-tragedia-de-los-andes-%E2%80%9Cviviamos-rodeados-por-la-muerte%E2%80%9D/: Hace casi 40 años, José Algorta enfrentó una situación que lo obligó a traspasar límites inimaginables para mantenerse con vida. Fue una de las 16 personas que sobrevivieron el accidente de avión del 13 de octubre de 1972 en la Cordillera de los Andes y que narra su historia: “Comer carne humana fue la llave que nos permitió mantenernos con vida”, confiesa Algorta, pasajero del vuelo 571, un avión Fairchild F-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya, donde viajaban 45 personas y que se partió en dos a más de 4000 metros de altura. En ese momento inician 72 días en los que los sobrevivientes deben entablar una lucha contra la naturaleza, donde esta empieza a tomar ventaja de los más débiles. La muerte poco a poco merma el grupo, algunos por las heridas sufridas en el choque. En el caso de Fernando Parrado «Nando», la tragedia es aún más terrorífica. Paso tres días inconsciente y con el cráneo fracturado, primero perdió a su madre en el impacto y luego a su hermana menor Susana, que sufre de gangrena en las piernas y muere al octavo día en sus brazos. Irónicamente las bajas temperaturas del desolado páramo donde se estrellaron ayudó a salvar a los sobrevivientes, al impedir que los cadáveres de los que se alimentaron -una vez se acabaron las provisiones- se descompusieran. Para expertos conocedores de la montaña, Algorta y los otros 15 que viven para contarlo deberían estar muertos. Sin suficiente agua o comida, sin la vestimenta para resistir la temperatura de 30 grados bajo cero, con el peligro de avalanchas y escaso oxigeno lo lógico es que Algorta y sus compañeros sucumban. Esto sin mencionar el peligro del accidente de avión en sí mismo. El domingo 22 de octubre entonces llega un día clave. En una reunión en el interior del fuselaje se decide utilizar los cadáveres como alimento. Roberto Canessa, estudiante de medicina toma la iniciativa, otros se rehúsan. “Algunos se impresionaron mucho al comer carne humana por primera vez, pero al cruzar ese umbral, nos dimos cuenta que era lo mejor que podíamos hacer”, comentó Algorta. “Del primer bocado recuerdo que pensaba que satisfacía mis necesidades de alimentación. A medida que comía se fortalecían mis ganas de seguir viviendo”, agregó. En una oportunidad, Parrado sueña que sus compañeros se lo comen. Ramón Sabella, estudiante de agronomía, de 21 años, llega a temer que lo maten para comérselo también.” Ahora, en el hexámetro de Quintiliano, han de coincidir las circunstancias en que los casos límite contradictorios, del continente, Derecho Usual Ordinario y Derecho Inusual Extraordinario, contengan contenidos similaricadentes definitorios, hacia conceptuales para revolucionar el Derecho en el trecho estrecho arrecho, creación consentida constituida necesaria de afirmada costumbre, en el movimiento real histórico espiralino sinusoidal ludovicosilvaiano, en eterna noria notoria.

Lo que no está en el Derecho Usual Ordinario, está en el Derecho Inusual Extraordinario. Usted ha de decir y decidir, qué Derecho contiene la siguiente manifestación: José Dorángel Vargas Gómez, de Táriba, Táchira-Venezuela, 14 de mayo de 1957, día de Santa Justa y de Dionisio, nace José Dorángel, a las cinco en punto de la tarde garcialorcaiana, el asesino en serie conocido como “El Comegente”. Un indigente venezolano que afirmó haber asesinado y comido a más de 10 personas entre 1998 y 1999. Sin embargo, la macabra historia comenzó mucho antes. La macabra historia de “El Comegente”, el hombre que aterrorizó Venezuela. La policía venezolana detuvo por primera vez a Vargas en el año 1995, cuando fue declarado culpable de matar y comerse a Cruz Baltazar Moreno. Cómo comió, mató y descuartizó a cinco hombres. Cómo comió y devoró sus restos bajo un puente a fines de los años noventa. Como consecuencia de los hechos, Vargas fue mandado a un centro de rehabilitación psiquiátrico, donde fue diagnosticado de un grave caso de esquizofrenia paranoide. Sin estarlo buscando, mas y más, aun y aún, de la consideración, es que con José Dorángel Vargas Gómez, nacen lo aspectos límbico antagónicos, Dorángel inofensivo y Dorángel comegente, el inocente y el macabro, el dantesco y el desdantesco, contenidos que contiene el continente, Derecho Usual Ordinario y Derecho Inusual Extraordinario. Dorángel es un campesino iletrado y un victimario sin conciencia. El primitivo instrumento de dos fuerzas que siempre lo dominaron: La ignorancia y la locura, contenidos que contiene el continente, la locura y la cordura, visto en Don Quijote de la Mancha, que padeció desarrollo esquizofrénico paranoide, no come gente, sino come libros, que plantea la paradoja de la puente y el ahorcado, Quijote (II, 51), que resuélvese en el tercio incluso aristotélico profundo, asina como la paradoja de Aquiles y la tortuga, paradoja, aquella, que puso y expuso al ludibrio desequilibrio la teoría de conjunto de la matemática moderna, en desafío a la lógica clásica aristotélica, y en que insurge la lógica contradictoria borrosa difusa de la difuminación continua espectral del trecho estrecho arrecho, del dicho y del hecho, del hecho y del Derecho, lógica borrosa, complementaria de la matemática moderna de teoría de conjuntos, en la teoría holística unificada einsteiniana, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico, asín cual imperativo contradictorio borroso entre el Derecho Usual Ordinario y el Derecho Inusual Extraordinario, que nos ocupa. Con digresión y sin digresión, a lo que nos convocó, José Dorángel Vargas Gómez, al matar y comerse a Cruz Baltazar Moreno, y que en paz descanse de la ignorancia y la locura, del victimario come gente taribeño caribeño, entre la consciencia y la sin conciencia contradictoria borrosa.

Si lo que no está en el Derecho Usual Ordinario, está en el Derecho Inusual Extraordinario. Entonces sea dicho que usted ha expresado dicho decidor decidido, qué Derecho contiene las manifestaciones expresas, con la herramienta de los casos límite contradictorios borrosos.

Nota leída aproximadamente 1853 veces.

Las noticias más leídas: