Soñar con democracia, es soñar con la libertad. ¡Soñar con la igualdad! En una sociedad en que el racismo es una realidad palpable, soñar con la llegada de la democracia es compartir los sueños de Martín Luther King: "Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad… Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad…y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas". La democracia, será una realidad en los Estados Unidos, solo cuando el Ku Klux Klan deje de existir como organización criminal que juzga la existencia de la ciudadanía estadounidense por el color de la piel.
Soñar con la democracia en Estados Unidos, es soñar con un país, una nación sin pobres, ni hambrientos. Es sumar votos para que los 50 millones de ciudadanos y ciudadanas estadounidenses, puedan encontrar un nivel de vida que les permita alimentarse adecuadamente y acceder a los servicios básicos para su subsistencia plena, en un país entre los más ricos del planeta. Uno de cada siete estadounidenses vive en el límite o por debajo del umbral de pobreza. Uno de cada siete estadounidenses recibe cupones de alimentos y uno de cada seis vive en inseguridad alimentaria. Democracia es, que las Administraciones estadounidenses mantengan programas federales de nutrición y que no permitan que haya uno solo de los ciudadanos o ciudadanas estadounidenses, padeciendo de hambre en esta gran nación. Democracia, también es que se creen empleos suficientes para que ese once por ciento de la población estadounidense desempleada pueda acceder a un empleo digno, con salario suficiente para adquirir la canasta básica de alimentos, servicios de salud gratuitos y acceso a medicamentos, garantizados por la Administración.
Soñar con democracia en los Estados Unidos, es soñar un país sin desigualdad. Es soñar un país, que equilibre los ingresos entre un empresario que gana 10 millones de dólares al año, y otro que apenas alcanza el umbral de pobreza de 11.700 dólares al año, tan solo igualados por el pago de impuestos obligatorios. Los hijos del empresario, tendrán posgrados en universidades de excelencia. Mientras que los del trabajador tendrán dificultades para terminar sus estudios secundarios. El 22 por ciento de quienes viven pobreza en su infancia no termina la escuela, cifra que llega al 32 por ciento de quienes viven más de la mitad de su niñez como pobres, según el Children's Defense Fund (Fondo de Defensa de la Niñez). En democracia, el derecho al estudio debe ser para todos y todas por igual, gratuito y obligatorio.
Soñar con democracia en Estados Unidos, es soñar con un país que no promueve la guerra, ni agrede militarmente otros pueblos y naciones del planeta. Es soñar un país libre de drogas, que no utiliza sus fuerzas armadas para proteger plantíos de coca o amapola. Un país, que no motiva la guerra para adueñarse de campos petroleros de otros países. Es soñar con los Estados Unidos, como una zona de paz.
Soñar con democracia en Estados Unidos, es soñar con un sistema político en que las máximas autoridades de la nación puedan ser electas directamente por el voto popular, sin intermediarios, ni colegios electorales. Pero, con la oportunidad real que debe tener toda democracia de poder revocarle el mandato concedido por el pueblo, a mitad de período si lo considera ese pueblo.
Soñar democracia en Estados Unidos, es soñar con Lincoln y su gobierno del pueblo y para el pueblo. Es soñar un país sin restricciones migratorias, ni secuestros de niños y niñas migrantes, mucho menos muros y redadas anti migratorias. Es soñar un país sin visas, ni persecuciones. Un país sin esclavos sudamericanos.
Soñar democracia en Estados Unidos, es avizorar la salida de Trump de la Casa Blanca y su peste fascista, llena de odios y racismo intolerante. Es avizorar un nuevo tiempo, tiempos de paz, tiempos de democracia, tiempo de respeto al derecho internacional.
El día que a Estados Unidos llegue la democracia, ya Trump será basura cósmica, recuerdos de un pasado fascista que esperemos, nunca más vuelva a ocurrir. Los estadounidenses elegirán sus autoridades de manera directa sin colegios electorales de por medio, y Estados Unidos será una nación dedicada en exclusividad a garantizar el bienestar de su pueblo, con salud, educación, viviendas y seguridad social gratuitas y en beneficio del ciudadano y ciudadana estadounidense.
Postcriptum: El presidente de los EEUU, Donald Trump, ha utilizado el púlpito de la Asamblea General de las Naciones Unidas, convocada en especial para tratar el tema del Cambio Climático, para cuestionar la democracia y clamar por ella, en Venezuela. Triste papel, hace quien muy poco tiene que mostrar al mundo en materia de valores democráticos y derechos humanos. Alguien, que fue electo obteniendo la segunda mayor votación. Alguien, que hoy es objeto del mayor rechazo por parte del electorado estadounidense, como lo evidencian todas las encuestas de EEUU. ¿Qué lecciones de democracia se le puede dar a un país, que en 20 años ha realizado 25 procesos electorales para elección de su Poder Ejecutivo, Legislativo, Municipal, Estadal, Poder Constituyente y encima, un proceso revocatorio que culminó en reafirmatorio de la presidencia del Comandante Hugo Chávez Frías?. De qué democracia, habla el señor Trump, si los gobiernos de su país, solo han promovido golpes de Estado, invasiones de países y genocidios de pueblos enteros, como Hiroshima y Nagasaki, más recientemente Serbia, Irak, Libia, Afganistán y Siria. Su mejor ejemplo de la democracia que exportan al mundo, se concreta en Libia, otrora gran nación africana con los mejores estándares de calidad de vida y hoy, sumida en una guerra civil, que se prolonga ya por ocho años, sin un gobierno central, sin Estado de Justicia, mucho menos Democracia. ¡Mal hace Trump, en hablar de democracia sino vive y conoce la democracia…!
Caracas, 24-09-2019