El Presidente con cara de circunspección y de pocos amigos saludo al país todo y después de una introducción breve en la que reconoció el "rotundo fracaso" de la política implementada el año anterior, comenzó a anunciar los cambios que en adelante se implementarían.
Comenzó diciendo que la "crisis" imponía reducir gastos suntuosos en la administración pública. Ordenó reducir en un 60 % gastos suntuosos en la Presidencia de la República, así como en la totalidad de la administración pública.
Informó que ordenó elaborar un Decreto reformado la Ley de emolumentos, en el cual se reduce sueldos a funcionarios públicos, imponiendo como tope máximo 2 salarios mínimos y la prohibición de cobro de "dietas" o cualquier otro tipo de emolumentos, distintos al salario, a quienes se desempeñe en altos cargos públicos.
Prohíbe el uso de personal de seguridad (escoltas) a funcionarios de alto rango, así como vehículos costosos y unidades motorizadas.
Anunció que ordenó estudiar la reestructuración profunda del Gabinete Ministerial, reduciendo el número de ministerios en un 40%, reunificando varios de ellos, a los fines de atacar el burocratismo que afecta la administración pública.
Informó que a partir de la semana entrante los altos funcionarios públicos llevarán a cabo jornadas de trabajo voluntario en instituciones públicas, los fines de semana, para ejecutar obras inconclusas que por falta de voluntad política la Revolución no ha ejecutado.
Informó que se suspendían celebraciones nacionales e internacionales de eventos que pudieran suponer gastos o erogaciones al Estado, así como reducir gastos de representación en el extranjero.
Así concluyó la cadena despidiéndose del pueblo y recordándoles que aunque la pelea final es contra el imperio, su gobierno ha estado rodeado de aprovechadores de oficio que seguramente después de los anuncios realizados no dudarán en dar su salto de talanquera, pero que su fe en el pueblo es infinita y que sabe que el pueblo apoyará estas nuevas medidas con la esperanza de que se superará la crisis.
Antes de decir las palabras finales, públicamente destituyó a 10 ministros, por incapaces y anunció que en pocas horas se anunciaría la destitución de varios institutos autónomos por razones similares.