Cuando los mortales abrimos los ojos ese mineral precioso que surge de las entrañas de nuestro planeta tierra ha embelesado a muchos por su valor a codiciarlo. Una vez que los reyes del imperio español se enteraron de su existencia en los territorios del nuevo mundo, nos invadieron con mayor obstinación buscando el Dorado, con batallones de prisioneros de las cárceles, que les cambiaban su libertad embarcándolos en una carabela; así llegaron masacrando nuestros aborígenes que hoy llamamos Venezuela. Y hoy las grandes potencias económicas ante las guerras de nueva generación que se experimentan, adquieren ese mineral precioso como base mineral estratégica.
Podemos afirmar que el oro constituye hoy un recurso estratégico de seguridad de Estado y de musculo financiero de grandes dimensiones para el país que tenga la gracia de contar en sus interioridades con ese mineral aurífero. Lo antes señalado nos inquieta, nos preocupa que nuestro presidente haya tomado una decisión que a nuestro juicio no ha sido la mas acertada, de repartir minas productivas de oro a diestra y siniestra de la región Guayana (que es donde mayormente se encuentran). Nos preocupa también que una decisión de esta naturaleza no haya sido estudiado y analizado. Sabemos que el señor presidente no es experto en minería, lo que nos hace pensar que sus asesores no están muy definidos con la defensa integral de nuestros recursos estratégicos. Veremos por Guayana desfilando las brigadas de burócratas de las gobernaciones tomando las posadas de la región en las búsquedas de las gramas de oro para comerciarlas en sus estados; algunos para colocarlas furtivamente en el mercado internacional, sumándose a las mafias que a diario se empoderan de nuestro mineral. Esperamos que además del oro, los que vengan a trabajar las minas del centro, occidente y estados llaneros no regresen con el llamado paludismo que acobijan las minas de la región.
Esperábamos medidas de otro tipo para adecentar la actividad minera en Venezuela que esta asediada por mafias delincuenciales y bandas paramilitares de criminales que imponen su Ley en la zona. De ahí que sugerimos rectificaciones a tiempo; porque esta medicina puede ser peor que la enfermedad, por ese oro de Guayana haya corrido mucha sangre en la zona minera de Guayana, pero también no lo dudamos se ha aportado millones de gramas a las grandes mafias que han vivido a la sombra de la explotación minera en Venezuela. No tardaran los buscadores de oro en tocar las puertas de las gobernaciones con maletines de euros y dólares para pagar comisiones a los burócratas y asi obtener lo que tanto buscan. Una grama del oro en las zonas mineras certificadas está costando 37$; exponiéndose quien lo compra a los peajes y la inseguridad que campea en estos sitios. Señores economistas y asesores del presidente, junto a los geólogos, ingenieros de minas reúnanse, pero eso si tomen en cuenta; primero lo estratégico que es este mineral para la economía mundial en cuadricular su gestión productiva y administrativa.
Le pedimos a los espíritus de la Gran Sabana que nos ilumine para rectificar a tiempo y seamos leales hoy para no ser traidores nunca. No queremos mas tuertos Andrade