Ese aumento es culpa de Torrealba

Viernes, 18/10/2019 07:53 AM

El Presidente Maduro NUNCA TUVO ENTRE SUS PLANES anunciar él mismo el aumento de salario mínimo, y le encomendó el trabajo sucio a Torrealba quien, solícito y con muy buen salario en la ANC, cumplió el mandado. Quién sabe si hasta preocupado por las protestas en Ecuador donde se pedía la renuncia del infame Moreno, el Presidente Maduro se apresuró a aumentar el salario mínimo para poner su bigote en remojo y le echó el muerto del anuncio a Torrealba quien, ahora está asumiendo buena parte del descontento por la tarea para la cual se prestó sin escrúpulos. La mala intención es clara: si se desencadena un maremágnum contra la miseria de aumento, el Presidente de la Comisión de Trabajadores y Trabajadoras de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Francisco Torrealba, asumirá parte de las culpa dando todavía cierto margen de maniobra, para enmendar el capote, al Presidente Maduro. Seguramente, a Torrealba, hasta le den una mina de oro para él solito por tanta devoción revolucionaria y tanto amor a los trabajadores y al pueblo.

Pero teniendo de fondo el hambre y la tristeza en el país, el Presidente SÍ TENÍA EN PLANES anunciar que entregará:

  • Una mina de oro en proceso productivo a todas las gobernaciones y protectores de los estados del país, y que como parte de los recursos para desarrollar la producción en todas las entidades.

  • un millón de Petros (1.000.000 PTR) bimensual para los 24 estados del país, a partir del mes de noviembre de este año.

Algo me hizo recordar la repartición de dólares de la USAID a la burocracia de Guaidó.

Como quien dice, el lomito para la burocracia y las migajas indefendibles para el Pueblo.

Y no podía ser de otro modo, en LA LÓGICA QUE RIGE EN LA ACTUALIDAD EL QUEHACER DEL GOBIERNO, éste necesita el control político total, si es que todavía puede serlo mas, y para ello resuelve de modo tan dispendioso en contra de las finanzas públicas entregando ese realero ─que es patrimonio nacional─ a quienes no consultan al soberano para administrarlo. Así ocurrió en PDVSA, que los venezolanos no teníamos la capacidad legal para husmear en las cuentas de la industria, y ya sabemos lo que pasó. El dinero será dilapidado en buena parte para financiar la ilusión muy temporal de que ya vanos camino a la superación de la crisis y ganarse los votos para hacerse con el control de la Asamblea Nacional. Lo que menos necesita nuestro Gobierno es un Pueblo bien alimentado, con agua y luz cuando se necesita, con buenos servicios. Esto nos dejaría demasiado tiempo para pensar y actuar de un modo distinto a la catalepsia social que se ve, no obstante la destrucción nacional y la vida del venezolano de a pie, que extrañamente no se ha lanzado a las calles al combate por salario digno y por la vida. El Gobierno necesita una población angustiada y ocupada por la sobrevivencia diaria, de una cola a otra, de un chorrito de agua a otro donde surtirse del vital líquido, que no tengamos seguridad de cuando vamos a tener luz para cocinar o descansar. El Gobierno nos mantiene encadenados en cuerpo y mente a la miseria que nos destruye como nación. Los ciudadanos no tenemos tiempo para luchar por quitarnos la pesadilla de encima por que las carencias ─a las que deliberadamente nos somete el Gobierno─ no nos dejan tiempo para pelear por nuestra vida. Al menos, por ahora. Por tal razón, para el gobierno es mejor invertir en su burocracia; por eso le reparte minas de oro y petros para que administren sin consultar a nadie y contribuyan a controlar al ciudadano..

YA TODO ESTÁ CLARO. Torrealba y su aumento fueron una miserable coartada que se dio el Gobierno para premiar a su burocracia ineficiente y a sí mismo con esos fabulosos recursos que, una buena parte se perderá por los caminos verdes administrativos y, la otra, servirá para el fortalecimiento del sistema totalitario que rige lo que nos queda de vida.

Oscar Fuenmayor

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