El llamado Chavista al Golpe de Timón es hoy una estruendosa necesidad de la crítica coyuntura que afrontamos, la mayoría de nuestro pueblo reclama volver a Chávez, y con ello, de medidas eficientes frente al despojo capitalista y la tendencia al paro técnico de la producción; se trata de un cambio brusco, que brota esencialmente de la autocrítica revolucionaria y que presiona por cambiar el rumbo, las orientaciones, medios y métodos con que se viene desarrollando la gestión del gobierno bolivariano y cuya finalidad central es retomar y avanzar en la construcción del Socialismo, pues, en palabras de Hugo Chávez el 20 de Octubre de 2012 "pudiéramos estar haciendo cosas buenas, pero no exactamente lo necesario para ir dejando atrás de manera progresiva y firme el modelo de explotación capitalista y creando el socialismo bolivariano del siglo XXI".
Esta es la orientación principal de Hugo Chávez que debe sostenerse con un viraje "tipo golpe" de los comandos y la política de dirección del proceso para con rumbo firme arribar al punto de no retorno, es decir, a una especie de tendencia irreversible del tránsito al socialismo, de allí a que Chávez invocara a Mészaros y concluyera que: "el patrón de medición de nuestros logros es la consolidación bien arraigada de un modo sustancialmente democrático de control social y autogestión general"; y esto es de lo más importante, la sustancia critica que Mészaros y Chávez extraen de la implantación socialista de la URSS, y es, que nuestra transición al socialismo no debe advenir de decretos impuestos desde arriba sino del impulso de la necesidad/participación del pueblo trabajador en un proceso democrático controlado y auto gestionado por y para sí en forma cada vez más dominante y determinante.
Frente a la claridad de estos fines, el Golpe de Timón es la demanda por nuevas formas y nuevos comandos de la política, y allí viene la metralla de reclamos de Chávez a sus ministros, 1) ¿Dónde están las comunas? Debemos territorializar modelos 2) Más que vencer debemos convencer 3) la planificación de la economía es clave, 4) Hay que activar la participación plena de los productores y trabajadores asociados 5) Hay que injertar la propiedad social 6) dejemos de decretar que todo es socialista, porque entonces creemos que con cambiar los nombres de las cosas, estas cambian esencialmente. 7) el objetivo de la gestión es EL PUEBLO, no las obras mismas. 8) tenemos nuevos códigos, una nueva arquitectura legal, jurídica, leyes del poder popular, comunas, consejos comunales, distritos motores de desarrollo, pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes, nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento. 9) No somos nada, sin integración en la visión, en el trabajo, en todo esto. 10) debemos darle impulso a la autocrítica, la misma debe salir en nuestros medios públicos, casi siempre colocamos vocerías que no tienen nada que decirle al país, la autocrítica nos alimenta, eso nos hace falta.
A nuestro juicio, hoy existe plena vigencia de estos fines y medios, la crisis del capitalismo y su expresión en la organización dependiente de nuestra economía, el bloqueo financiero/comercial y la guerra de la burguesía contra los controles estatales no hace más que reafirmar la importancia del camino trazado por Chávez, que se ha extraviado ante difíciles coyunturas y grandes presiones externas, por ello, hoy más que nunca, desde el espíritu autocritico chavista expresado en el Golpe de Timón es que requerimos volver a Chávez y echar para atrás el actual programa económico de duros ajustes sociales y aperturas al capital privado en marcha por nuestro proceso, y esto es:
Echar para atrás la precarización del trabajo traducida en la pulverización del salario y las suspensiones masivas a trabajadores que repercuten en la migración de nuestra principal fuerza laboral y por el contrario estimular a los trabajadores elevando el salario, con atención especial a los trabajadores de la salud, la educación y aquellos empleos dirigidos a elevar la producción petrolera, la estabilización del sistema eléctrico, la diversificación productiva y la agricultura.
Derogar la restricción de la liquidez monetaria y por el contrario elevar la inversión en planes productivos que completen circuitos productivos internos.
Frenar las privatizaciones de las empresas estatales, y por el contrario reforzar su presencia reorganizando y estimulando a los trabajadores en su rol en la transformación de las fuerzas productivas y producción de maquinarias, piezas, partes, insumos e instrumentos de trabajo elaborados en el país.
Establecer efectivos controles estatales a la economía, reforzar la presencia reguladora del estado para la actual coyuntura apoyada en la acción contralora del poder popular, los Consejos productivos de trabajadores a la producción, las comunas a la distribución y los campesinos a las materias primas.
Reincorporar a los productores agrícolas pequeños y medianos en el acceso a los agro-insumos, maquinización y sistemas de riego.
Insistir en la renegociación del pago de la deuda externa a las empresas transnacionales, insistir que en períodos de crisis, esta no puede ser la prioridad para nuestro pueblo.
Construir con participación de la unión obrera, campesina y comunal un plan nacional de reordenamiento y crecimiento de las fuerzas productivas.
Un golpe de timón chavista hoy nos colocaría nuevamente a la vanguardia de la lucha anticolonial, y contra las imposiciones neoliberales en el continente, dadas las circunstancias actuales, es necesario que el programa chavista llegue primero a las grandes masas descontentas antes que la despolitización, y la derecha lo capitalicen. Que se abra espacio a la autocrítica revolucionaria, que se derogue el programa económico en marcha y volver a los fines y medios del Golpe de Timón son las claves del momentos.
@RicardoAdrianD
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