Algo peor que un político corrupto es un ciudadano que los defienda.
Anónimo.
Mientras en Venezuela la población pasa hambre, el gobierno bolivariano se burla del pueblo trabajador. El hambre diaria muestra la macabra distancia que hay entre esta burocracia estalinista que habla de "revolución" de "socialismo" y de un gobierno "obrerista", de manera romboscolesca, contrastando con la realidad que vive el pueblo venezolano. Una realidad que por supuesto, no la viven ellos ni los comerciantes árabes y chinos que desangran el país, ni los políticos de la oposición, que también entraron en la jugada, como si acaso ellos no viven también ostentosamente (Timoteo y Edgar Zambrano) muy diferente a como vive el pueblo, ellos viviendo de la corrupción, y de la explotación del pueblo, y de chuparse la ultima gota de la teta, que bota la renta petrolera.
Venezuela hoy naufraga en una de las crisis más profundas de su historia, sumergida en una horrible tragedia social, con el hambre diciendo presente en miles de hogares, con una baja en el peso, y masa corporal de su población, con millones de personas huyendo de la pobreza, y la miseria, ver este espectáculo es repugnante, despreciable. ¡Mientras aquí la clase obrera con un salario de 2 dólares al mes muere lentamente!
Todos los venezolanos sabemos cómo la mala alimentación o desnutrición se ha vuelto el mal nuestro de cada día, con los cuerpos agotados que ya no dan para salir a trabajar o estudiar, así cómo ha crecido la cantidad de gente que come de la basura y las muertes por desnutrición, donde los niños, y los ancianos, son las víctimas más frecuentes.
Bajo esta revolución se desarrolló toda una burocracia estatal y militar con intereses propios, anti obrera y antipopular, con el control de las empresas estatales y otros ámbitos de la economía, se ha ido consolidando como una perversa casta parasitaria y corrupta.
Con los 20 años de la revolución en el poder la "corrupción" ha llegado a niveles extremos. La corrupción ha sido una de las formas de "acumulación de capital" de la nomenklatura venezolana, mediante la apropiación de la renta petrolera. Este proceso es inseparable de lo que ha sido como régimen político, miserable el papel que pasó a jugar el Estado en la economía, y el rol que en la piñata fueron cobrando las FANB y los militares, como mecanismo sostenedor de este régimen político por medio del cual al calor de su relación con el Estado se fortalecen como otro sector de la economía parasitaria. Se calcula que existen en el exterior mas de 500 mil millones de dólares por fuga de capitales, un saqueo hecho por vías legales como ilegales, y un festín donde por supuesto comen juntos a los cubanos, árabes y chinos la mal llamada "boliburguesía", ¡pero solos no están!, sino también acompañados por "empresarios" como los de la "Bodeguilla de Lecherías", un banquete que se da en conjunto esta nueva clase capitalista revolucionaria.
Esto es una repugnante muestra del desprecio de la actual elite gobernante, por las terribles condiciones de vida del pueblo venezolano. Es como si viviéramos en dos Venezuela paralelas. Una real, y la otra irreal.
Vemos a diario la desgarradora tragedia social, donde nuestro pueblo vende los pocos activos que le quedan para subsistir, perdiendo de un solo coñazo lo que les costó toda una vida de sacrificio poder adquirirlo con el sudor de sus frentes.
Y cuando una claque de babosos resentidos y aduladores de oficio, a través de los medios de comunicación públicos y los portales de opinión, quieren hacer ver que todo está de maravillas, y la nación navega viento en popa.
Hoy Venezuela es una gran chivera por la cantidad vehículos convertidos en chatarra en estacionamientos de casas y edificios, por no tener sus propietarios dinero para repararlos, así como casas y apartamentos puesto a la venta y rematados, donde la mayoría son comprados por árabes y chinos basta revisar los registros y notarias, para ver como estos vampiros no les importa el sufrimiento de nuestro pueblo, y en un futuro venderlos a precios de mercado actualizado cuando se salga de esta tragedia
Un país en contraste de lo real con lo irreal, donde vemos tremendas camionetas importadas en los mas lujosos y caros establecimientos comerciales como la "Bodeguilla de Lecherías" lo cual deja asombrado al mas incrédulo de los testigos de los mismos, cuando se dice a vox populi, que esos dólares que se gastan en esos negocios provienen de la corrupción, la especulación, y el narcotráfico...todo esto en un país en bancarrota.
Se vive con un salario mínimo pulverizado, y que ya no existe ya que ningún empresario en este país paga ese salario mínimo, este solo es utilizado como banderilla para el pago de los sobrevivientes casi cadáveres de las jubilaciones y pensiones...
El Metro de Caracas que debería ser la carta de presentación de Nicolás Maduro por haber trabajado ahí, hoy luce vuelto como un revolcadero de burros, donde nuestro pueblo vive una terrible realidad al utilizar ese cadavérico medio de transporte masivo, por su deplorable estado de abandono (...) En fin, Venezuela se cae a pedazos... En la Venezuela real, nuestros niños, jóvenes y ancianos pasan hambre de la buena y donde parece ser que, a nadie en la revolución esto le importa o mejor dicho le sabe a mierda...
Existen intereses macabros ideológicos en el "Grupo de Puebla" que quieren la desaparición del Estado venezolano de la comunidad internacional, y equiparar a Venezuela "con la infortuna situación" de Cuba.
Los intereses de este totalitarismo made in la Habana se organizan en forma de focos como los que han actuado en Ecuador y Chile con consignas anti-norteamericanas.
Venezuela no ha visto una demostración de gratitud de estos países alineados en ese Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla pese a ser el país latinoamericano que su población huye despavorida acosada por el hambre.
Puebla, promueve una vía de llevar la desestabilización a los países no alineados con la dictadura castro comunista de Cuba, y se escudan a través de parapetos aislados y con personas asalariadas.
El país "es hoy un revolcadero de burros" y obras como el Metro de Caracas que fue un ejemplo paradigmático del progreso, y el esfuerzo para proveer un servicio de transporte para los pobres, lo convirtieron en un "cagadero publico". Igual suerte correrá el Metro de Chile recientemente quemado por agentes del comunismo internacional del "Grupo de Puebla".