Entre el alboroto y la confusión de la crisis. Atónitos y desinformados se encuentra la mayoría, mientras que por otro lado hay otros sobreinformados, muchos de ellos derrotistas y otros tantos optimistas frente al panorama actual.
Ante semejante situación, que por poco llamarla catastrófica, en lo económico, político y social, no faltan aquellos que colaboran con su perspectiva, sobre esto de que algo va a suceder. Es decir aquellos que con actitudes de profetas, en distintos tonos y semblantes, unos altaneros y gritones, y otros muy académicos y centrados, se muestran interesados en dilucidar sus sospechas sobre el futuro. En ese sentido se atreven a predecir lo que sucederá, o tienen la osadía de plantear escenarios futuros exhaustivos y "rigurosos" que efectivamente nunca se cumplen.
Habría que decir también que muchas de sus predicciones son atrapadas por el pueblo independientemente de su veracidad y simpleza. Siendo los de mayor aceptación aquellos que muestren las posibles salidas de este atolladero, como por ejemplo: 1. "ya Maduro está a punto de caer, su círculo más cercano no lo quiere y lo desplazarán para ellos tomar el poder" 2. "Ya los militares están listos para ejecutar el golpe de Estado, ellos no aceptarán que sus propias familias, y el pueblo en general sufran más calamidades, tomarán el poder y convocarán posteriormente elecciones" 3. "Sin dinero el socialismo no se mantiene, el bloqueo por parte de Trump les dará la estocada final" 4."El comando sur se reunió y están tocando el tema de Venezuela, ofrecieron colaborar para restaurar el orden constitucional en el país" 5. "China y Rusia se están aislando del Madurismo, ellos sólo responden a intereses económicos, y ya la revolución está raspando la olla" 6. Repiten el eslogan del liderazgo naciente "Cese de usurpación, gobierno de transición y elecciones libres" 7. "Ya el hambre no se aguanta, la hiperinflación será el detonante de su salida" 8. Turquía y Cuba ofrecieron asilo a Maduro, él y su grupito ya tienen un avión preparado para huir" 9. Los ministros y demás altos funcionarios están enviando a sus familiares al exterior, están adelantándose a lo que viene, su huída" y pare usted de contar todas aquellas afirmaciones que suponen alguna salida a este desastre. Cada quien se apropia de la que más le gusta y lo repiten a diestra y siniestra.
Todo esto me hace recordar el famoso cuento de Gabriel García Márquez, titulado "algo muy grave va a suceder en este pueblo" y trataré de resumirlo para hacer una analogía con la situación actual en que vivimos.
El cuento comienza con la conversación de una madre y sus dos hijos, ella les dice que se ha levantado con un mal presentimiento, que algo malo va a pasar en el pueblo, pero ellos no le prestan atención. Más tarde sale el muchacho al billar y apuesta con su amigo a que logrará hacer una carambola; el muchacho no lo consigue y todos quedan asombrados porque la maniobra era fácil, y le preguntan qué le pasa, él les contesta, que está pensando en lo que le dijo su madre en la mañana, todos se ríen, y el ganador vuelve a su casa contento con el peso que le ha ganado a su amigo.
Cuando llega le comenta a su madre que su amigo es un tonto por creer en presentimientos, pero ella le replica diciéndole que no se debe burlar de esas cosas. Luego una pariente que escucha la conversación sale a la carnicería y compra dos libras de carne y le comenta al carnicero que ha escuchado que algo malo va a ocurrir, el rumor empieza a correr por todo el pueblo y en un momento todo lo que era normal se convierte en increíble. Entonces todos comienzan a salir del pueblo, con sus hijos, animales y pertenencias; y para no dejar nada, queman sus casas. Además la señora que tuvo el presentimiento también sale y les dice a todos que ella sabía lo que iba a pasar y la creyeron loca.
"No debemos burlarnos de los presentimientos de los viejos porque a veces salen" refiere el propio cuento, y no lo dudo. Podemos observar en el cuento como un simple comentario puede conducir al caos, pasando de un simple presentimiento a la realidad. Es así que, el problema se crea cuando los propios comentarios incendiarios y desfasados de la realidad no son en tono de predicción, si no propicios para armar el caos y las falsas expectativas.
En ese caos de las predicciones vivimos, en el sube y baja de la adrenalina que supone comentarios sin base, o que proviene de simples ocurrencias personales.