Familia, Seguridad y Estado

Jueves, 31/10/2019 07:38 AM

"Un hogar no es un edificio, ni una calle, ni una ciudad; no tiene nada que ver con cosas tan materiales como los ladrillos y el cemento. Un hogar es donde está tu familia. " (John Boyne).

Quise traer esta frase de este escritor, antes de iniciar mis argumentos, la cual, desde mi óptica, la interpreto como la importancia que le da el autor a la familia (Base de toda sociedad) ante las cosas materiales, vanidosas y superfluas que nos rodean. Lo material, lo tangible, viene y desaparece, llenándose de huellas de fantasías y ficciones nuestra existencia. Muchas veces, estamos en las altas cumbres; pero el destino, puede arrojarnos al abismo; eso es impredecible. El vínculo de familia siempre está ahí, con sus debilidades y fortalezas, ante la fortuna y el infortunio; aunque a veces, nuestro pensamiento ególatra, cueste digerirlo; la familia nos espera. La obligación que nos ata es incólume. Aunque, desgraciadamente, hoy día, pareciera que el contexto familiar, estuviera disolviéndose como volutas de humo que se lleva el viento, aún se cuenta con valores supremos e inalienables que la hacen enaltecer entre las asperezas y las llanezas. Quien no lo vea así, creo, que tiene que revisarse.

Es bueno decir, desde el momento que el hombre aparece sobre la tierra, como semilla que se riega en el suelo, se inicia la tendencia gregaria del ser humano. Esto, pienso, nos indica que el Homo Sapiens no puede vivir aislado. Dependemos de otros, no necesariamente, dentro del contexto económico, sino en el ámbito afectivo, satisfacción de ciertas necesidades espirituales y sociales. Son nutrientes sensibles, que forman parte de nuestra existencia. Existencia que la vemos encajadas en esta institución, la Familia, que dentro de tantas acepciones, podríamos argüir que es un mandato de la misma naturaleza que germinada en el acto biológico de las necesidades sexuales, emana en una institución social, que es el punto de arranque de la Nación; y por ende del Estado. Raúl Sojo Blanco, remitiéndose a Caldera, dice: "Ha descrito una trayectoria de evolución, iniciada desde el momento en que es una unidad reproductora, hasta transformarse en una institución eminentemente de índole social". Es como el embrión de las agitaciones sociales que se presentan en los países. Es inevitable.

El Estado, como ese padre bondadoso con su prole, reconoce expresamente en el Derecho positivo (Constitución) la superioridad de la familia para el buen desenvolvimiento de la misma. A pesar de que en estos tiempos de cierta disgregación familiar por muchos factores e indicadores, que no soy quién para plasmarlos aquí, se acrecienta el desafío para colocar en alto esa diadema axiológica que la familia y sólo la familia puede inculcar al niño y la niña; y que considero son el piso imprescindible para su alineación emocional y los estudios académicos posteriores. En nuestra Constitución, como en todas las constituciones del mundo, el Estado protegerá a la familia como estructura natural de la sociedad. Todas estas interacciones familiares, se fundamentan en la igualdad de derechos y deberes, la solidaridad, el esfuerzo común, la comprensión y el respeto de cada uno de sus integrantes. El interés superior del niño y niña debe prevalecer en todo Estado.

Ahora bien, la familia es como una joya a la que hay prestarle seguridad para su subsistencia. En este sentido, el artículo 09 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, nos señala lo siguiente: "La familia será protegida como unidad insustituible en el desarrollo y formación integral del individuo, a través de políticas que garanticen el derecho a la vida y los servicios básicos, vivienda, salud, asistencia y previsión social, trabajo, educación, cultura, deporte, ciencia y tecnología, seguridad ciudadana y alimentaria, en armonía con los intereses nacionales, dirigidos a fortalecer y preservar la calidad de vida de venezolanos y venezolanas". Como ustedes pueden ver, todos estos preceptos no pueden quedar sólo reflejados en el papel. Como dijo alguien por ahí: "El papel aguanta todo". Desde una posición crítica constructiva, es un gran desafío que tiene la Nación ante sus habitantes, para proporcionarle esa "Calidad de vida" que pregona. Pese a los esfuerzos gubernamentales, aún queda bastante tela por cortar; donde, tanto usted, como este pecador, tenemos nuestra cuota de corresponsabilidad, dentro de este gran entramado de Familia, Seguridad y Estado.

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