Lengua y habla

Jueves, 31/10/2019 05:11 PM

La lengua es un sistema comunal para las comunas, llevada, la lengua y su valor, por las relaciones entre signos, palabras, fonemas, morfemas. El habla es un sistema personal individual particular para las personas, llevado, el habla y su valor, por la relación entre signos. Lo que indica que lengua y habla, son casos límite contradictorios, de la forma ser y noser, de la figura de La Gran Moral Aristotélica, de la configuración exceso y defecto, en que síguese que ha de haber necesaria y forzosamente un medio. Asina asín así, que no de otra suerte que como cuando dícese tercio incluso aristotélico profundo, verdad profunda cortazariana, punto crucial decisivo, centro universal unificado reflexivo teilhardiano, teoría holística unificada einsteiniana, punto de inflexión topológico contradictorio borroso octaviopaziano, ha de expresarse que entre los casos límbicos antagónicos, lengua y habla, entre esas perspectivas límbica paradójicas, ha de estar el lenguaje saussureiano profundo, como tercio aristotélico abismal en la penumbra sombría whitmaniana, en el trecho estrecho arrecho entre el dicho y el hecho, en la difuminación continua espectral, en la red reticular revestida de la aguja de Penélope, entre los casos límite contradictorios, tejer y destejer. Cuántas veces pasaría Penélope, por ese medio entre tejer y destejer, en veinte años, y, jamás de los jamases, dióse cuenta, en que estuvo esperando a Odiseo Nadie Ulises, ONU, que dicha Organización Mundial, debiera recuperar en su Diplomacia, ese medio aristotélico penelopeiano abismal profundo, de equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso, puesto que más moscas cázanse con miel, que con vinagre, dentro de lo policéntrico multipolar multijerárquico, que es lo característico de la borrosidad, pues, hay tantos multiplicados millones de tercios inclusos aristotélicos profundos, hay tantos multiplicados millones de valores jerarquizados contradictorios borrosos, hay tantos multiplicados millones de valores polarizados contradictorios borroso como entornos físicos y entornos lingüístico, más de 8 millones de perspectivas límbicas paradójicas penumbrosas, del ser y noser, continente que contiene los contenidos de los aspectos límbicos antagónicos, lengua y habla, y, su tercio incluso aristotélico profundo abismal, el lenguaje, en donde sustitúyense los entes definidos por sus definiciones, en el cuartel convite cívico mílite, trecho estrecho arrecho, optimalidad ortogonal pitagórica, slash hipotenusa teoremática pitagórica del golpe feroz cesarvallejoiano, hacia niveles superiores de las nuevas conceptualidades revolucionarias avanzadas, algo nuevo ante el sol ludovicosilvaiano, que nada nuevo bajo el sol eclesiástico, lo histórico de Ludovico, del movimiento espiralino sinusoidal en eterna cambiaria noria notoria, que contiene a los acontecimientos en pleno desarrollo, en la acción dinámica recíproca unificada contradictoria épica antagónica transformadora, entre lo cuantitativo y lo cualitativo, sin saltos de talanquera ni con brincoteos de gallera, en el trecho estrecho arrecho del dicho y del hecho.

La lengua es un sistema comunal para las comunas, llevada, la lengua y su valor, por las relaciones entre signos comunales, palabras, fonemas, morfemas. El habla es un sistema personal individual particular para las personas, llevado, el habla y su valor, por la relación entre signos personales. Lo que indica que lengua y habla, son casos límite contradictorios, de la forma ser y noser, de la figura de La Gran Moral Aristotélica, de la configuración exceso y defecto, en que síguese que ha de haber necesaria y forzosamente un medio, el tercio incluso aristotélico profundo, verdad profunda cortazariana, punto crucial decisivo, centro universal unificado reflexivo teilhardiano, teoría holística unificada einsteiniana, punto de inflexión topológico contradictorio borroso octaviopaziano sillar montura gamowiana, y, ojo de gallo bolivariano, ha de expresarse que entre los casos límbicos antagónicos, lengua y habla, entre esas perspectivas límbica paradójicas, ha de estar tanto el lenguaje saussureiano abismal como tercio incluso aristotélico profundo, en la penumbra sombría whitmaniana. La lengua y habla, continente que contiene, el encadenamiento lineal y el encadenamiento mental, la sintagmática y la paradigmática, la poesía en verso y la poesía en prosa, lo sinusoidal y lo lineal, la estría y la recta, dicho y el hecho, el hecho y el Derecho, que a su vez son contenidos que contiene el continente, entorno físico y entorno lingüístico, que al mismo tiempo son contenidos que contiene el continente de continentes, de la literatura védica upanishad sánscrita, modernidad ilustrada originaria conceptual einsteiniana, ser y noser, con grafía gráfica tenso rectángulo cuadrángulo lienzo pictórico blanquinegro del yin y yang, y, del borroso 69 cojedeño, de la unión de los pulgares, mano izquierda y mano derecha, con los índices en sentido contrarios, ahí está el lenguaje saussureiano profundo, en el trecho estrecho arrecho, el lenguaje saussureiano abismal, con los aspectos límbico antagónicos, lengua y habla, en la contradictoria borrosidad de los pulgares, en la sillar montura topológica, con ojo de gallo, que formóle el callo en el ojo del culo, al Libertador Simón Bolívar, y, que valióle el cognomento de culo de fierro, que pa’los españoles, perro, nada nuevo bajo el sol eclesiástico y algo nuevo ante el sol ludovicosilvaiano, porque ahí, en el lenguaje saussureiano abismal como en el tercio incluso aristotélico profundo, sustitúyense los entes definidos por sus definiciones, en el cuartel convite cívico mílite, trecho estrecho arrecho, del golpe feroz cesar vallejoiano teleológico, hacia niveles superiores de nuevas conceptualidades revolucionarias avanzadas de algo nuevo ante el sol de Ludovico Silva, de las definiciones a los conceptos, en movimiento histórico espiralino sinusoidal de unidad dinámica recíproca épica antagónica contradictoria difusa, entre lo cuantitativo y lo cualitativo, sin saltos de talanquera ni vuelos de gallera, en la difuminación continua espectral como en la tesitura reticular revestida del tejido de Penélope, en tejer y destejer.

Si la lengua es un sistema comunal para las comunas, llevada, la lengua y su valor, por las relaciones entre signos comunales, palabras, fonemas, morfemas. Si el habla es un sistema personal individual particular para las personas, llevado, el habla y su valor, por la relación entre signos personales. Entonces sea dicho que lengua y habla, son casos límite contradictorios, de la forma ser y noser, de la figura de La Gran Moral Aristotélica, de la configuración exceso y defecto. Ergo vergo sea dicho que ha de haber necesaria y forzosamente, tanto un medio, el tercio incluso aristotélico profundo, como lenguaje saussureiano abismal profundo, como verdad profunda cortazariana, como punto crucial decisivo, como centro universal unificado reflexivo teilhardiano, como teoría holística unificada einsteiniana, como punto de inflexión topológico contradictorio borroso octaviopaziano, como sillar montura gamowiana, y, como ojo de gallo bolivariano. Ergo vergo sea dicho que ha de expresarse que entre los casos límbicos antagónicos, lengua y habla, entre esas perspectivas límbica paradójicas, ha de estar tanto el lenguaje saussureiano abismal como tercio incluso aristotélico profundo, en la penumbra sombría whitmaniana.

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