¿Qué querrían los poetas griegos con eso de cantar la muerte y renacer del ave Fénix? Creo que desde entonces el renacer de la vida de la muerte ha sido lo que ha inspirado a los mortales a luchar (tercos y rebeldes, como el astuto Prometeo).., que vida y muerte van de la mano, en un ciclo necesario para que los mortales podamos perpetuarnos con nuestra obra, conscientes de que somos seres finitos. Primero el pueblo, sus valores, su cultura, primero la gloria de la patria y su legado, antes que el orgullo y la soberbia de un rey que cree que el poder compra la inmortalidad.
Pero ese mismo rey embelesado no lo entiende, su propia naturaleza mortal embelesada con el poder, orgulloso arrogante, se olvida de que es mortal, que solo está disfrazado de Superman, loco, como Calígula delirando en su precario poder, en su vicio, queriendo eternizar tan solo su propio pellejo, como si eso fuera posible. Desaparece la gloria de nuestros antepasados en nuestra memoria, y perdemos el rumbo, el anhelo humano de trascender con un sentido, desaparece la necesaria búsqueda humana de nuestra propia perfección.
Desde lo más bajo a que ha podido degradarse el hombre (y la mujer, por supuesto) suele renacer el Ave Fénix, con el mismo impulso de vida que un niño sano. La muerte también puede ser representada, cuando poética, por ese sujeto hundido en el pantano más blandito de su embrutecimiento, donde los niveles de inteligencia junto a su amor propio, corren por el suelo. La verdadera muerte es espiritual y moral.
Yo creo en el mito. Estoy seguro que es, más que la fábula moderna, una historia verdadera, tal y como la canta Calíope en boca de Hesíodo u Homero, maestros de los hombres y mensajeros proféticos de la verdad trágica. De ahí proviene el espíritu rebelde de Simón Bolívar que lo llevó a pelear contra imposibles (la única lucha que vale la pena), aunque no lo parezca.
Bolívar, dijo otro poeta épico, "nace cada cien años", de nuestras cenizas volcánicas. Hay que tener paciencia y no odiar con fricciones inútiles a todo un pueblo descarriado, Bolívar ahora está dormido ¿para qué buscar culpables?…. Quizás no sean cien años, puede que sean menos, ¡mucho menos!..., lo cierto es que la herencia, nuestra herencia, ha hecho que nuestros pueblos cuenten con reservas morales que no mueren, como muere la carne, igual a aquellas que heredó un Alejandro Magno de los míticos héroes griegos.
Hoy Venezuela casi que está disuelta en la nada del "libérrimo mercado" capitalista, gobernada por un sistema de complacencias: muerto el líder, manda la malacostumbre. Todo y todos somos "mercancía", en este estercolero que ahora llamamos prosperidad, o "camino a la prosperidad", el cual transita a través del "libre mercado"; estrictamente hablando hoy todo es negociable... ¡Es terrible! ¿Quién podrá salvarse en la Sodoma moderna que es Venezuela?
Uno que fue militante socialista, sin ser tan educado, ha sido creyente de valores poco populares, socialmente ridículos, como la justicia, la igualdad o la solidaridad…, un poco en la piedad, con ellos me confronto a mí mismo y lucho todos los días; eso en mí aún queda, y me ha hecho, después de viejo, quizá un poco más sabio, o menos ignorante, menos tonto – claro, dependiendo del punto de vista –…, no perder la fe, digamos que más convencido y creyente en que el mundo puede ser mejor.
Este encogimiento espiritual de los habitantes, que alguna vez creyeron en la patria socialista soñada por Chávez, son cenizas: ¡ha muerto chamuscada nuestra Ave Fénix! por querer llegar al Sol, pero creo, estoy seguro que va renacer, ¡Bolívar va volver! En algún ambiente mágico, porque no se explicarlo o calcularlo; propicio, tal y como la vida brota sobre la piedra volcánica tostada y negra, renacerá más vivo que nunca.
Nadie tiene la culpa, como no sea el capitalismo. Es ridículo pensar que Maduro es culpable (independientemente de que él haya sido o sea un ser voluble e irresponsable respecto a sus compromisos, si es que acaso asumió alguna vez estos compromisos por los cuales uno lo culpa de algo); ¡O todos somos culpables o todos somos inocentes! Porque es difícil hallar algún ser inocente o culpable en medio de este desamparo, en esta orfandad. No vale la pena juzgar, hay que cambiar, hay que ser honestos. Hablo de acercarnos, lo más posible, al fuego de la verdad, la verdad humana, terrenal, que nos reta a vivir con dignidad cada día, que quema, como el Sol… ¡Nada fuera del hombre existe que nos pueda salvar! En ésto soy inflexible. Si hay algo en lo cual nunca haré concesiones a "las masas", al "pueblo", es en este asunto del "más allá del hombre y la vida": Soy ateo y cultivo con fervor la fe en la humanidad y su perfección infinita. Solo nosotros, juntos como sociedad, como humanidad, podemos salvarnos; en esto nada tiene que ver dios y la virgen.
Ha sido muy fácil en Bolivia convencer a la masa inculta con el cuento del "pueblo elegido", en la tradición judía, pero con rostro "cuasi cristiano" y oligárquico; engañados con el cuento de los buenos y los malos a los ojos de Dios, mediante organizaciones evangélicas de charlatanes; ha sido fácil maldecir de los socialistas, de los comunistas confesos, y obligarlos a "arrepentirse" y avergonzarse frente a la "cruz cristiana", abominando del Cristo hombre, histórico, abominando del evangelio de Jesús el cual fue su propia vida, que enseño con el ejemplo, del conocimiento y de la historia… Ni se diga en Brasil, cuna del fascismo más duro del continente (junto al Chile fascista) y su "Tradición Familia y Propiedad", Fundada en São Paulo, por Plinio Correa de Oliveira, un estúpido monárquico que no debe haber creído ni en su propia familia… Por la ignorancia, más que por la fuerza nos han dominados… dijo Bolívar.
¿Quién puede culpar a Maduro (o a los maduros) de que haga lo mismo aquí, usar a dios y la virgen para justificarse y para explicar sus metidas de pata, atontar a la gente con "diosito", aprovechándose y torciendo el discurso cristiano y marxista de Chávez, del amor comunista.... el discurso socialista de Chávez, reivindicado por el ateo Fidel Castro. Nadie lo puede culpar de ser un mal ejemplo, del producto inevitable de su falta de originalidad, amén de la ausencia de convicciones firmes en su conducta. Todos somos responsables junto a él por cómodos y complacientes... Digamos con Nietzsche (palabras más palabras menos) que, "no hay un sujeto libre detrás de la acción, la acción lo es todo", o, por tus acciones te conocerán, como enseña el evangelio de Jesús.
De esta calma frágil o "paz pendeja" algo tendrá que gestarse, secreta y silenciosamente. Desde nuestra herencia, como pueblo rebelde, pueblo de libertadores llegará Bolívar hecho millones. Eso ha quedado grabado en nuestra memoria, en nuestra cultura. Yo creo en el espíritu rebelde de nuestro pueblo, en nuestra tradición y herencia, la cual nada tiene que ver con oligarcas, cobardes, aspirantes, burócratas flojos, o petulantes que cultivan la voluntad de ser mediocres e ignorantes, en su mediocridad e ignorancia. Cuando Venezuela despierte va ser difícil vencernos con Bolívar y Chávez de compañeros de lucha.