La crisis que azota al capitalismo y que le impide por ahora un nuevo ciclo de auto regulación, es una de las más duraderas y causa preocupación y mucho horror entre los ricos del planeta. Ya no son las voces de los economistas socialistas los que anuncian la debacle, ahora se han sumado otras tan disimiles como las de el Magnate George Soros, o la del premio nobel Josep Stiglitz.
La situación es verdaderamente para horrorizarse con el crecimiento descomunal, y fuera de control de la deuda estadounidense que se calcula para el próximo año será de aproximadamente 104% de su PIB. Es decir la economía de la potencia militar más poderosa del planeta, no trabaja realmente para pagarle a sus acreedores, porque de cada 100 dólares que produce debe 104.
Esta situación por la que atraviesa la economía estadounidense solo tiene dos posibles soluciones, o se activa la maquinaria de guerra que le permita apoderarse por vía de la fuerza de los recursos para continuar manteniendo el modelo de acumulación, que ha venido funcionando hasta ahora, o se crean nuevos negocios globales que le faciliten el dinero suficiente para engrandecer su PIB y mantenerse a flote.
La activación de la maquinaria de guerra, no parece ser una opción tan valida como hace una década, tomando en consideración la perdida de hegemonía política de los EEUU, y el rol de beligerancia de China y Rusia, en la reconfiguración del nuevo mapa mundial. La creación de nuevos negocios globales, se dificulta por la misma crisis de súper producción del capitalismo mundial, y la imposibilidad de apoderarse de nuevos territorios en un tiempo relativamente corto.
El único negocio en marcha que puede ayudar a la recuperación a corto plazo del capitalismo estadounidense, es la distribución internacional de drogas. El control del narco tráfico a nivel global figura en la hoja de ruta estadounidense, desde hace décadas como uno de los cinco conflictos que deben librarse. La élite que gobierna lo ha ubicado como una tabla de salvación.
El 85% de la heroína que se produce en el planeta proviene de Afganistán, país invadido militarmente por las fuerzas de EEUU. El 80% de la cocaína que se vende en el mundo, proviene Colombia, donde los EEUU tienen presencia militar de cinco bases, y un plan para el combate de las drogas.
El narcotráfico internacional es el negocio más rentable del siglo XXI, su crecimiento mejora cada año. La élite dominante en los EEUU ha propiciado algunas alianzas tácticas con laboratorios y farmacéuticas internacionales, en función de crear nuevos y mejores productos. El primer golpe militar del narcotráfico fue propiciado contra Manuel Celaya, por la necesidad de controlar el mercado farmacéutico
El segundo golpe militar es el perpetrado contra Evo Morales, para apoderarse de las grandes plantaciones de coca. En el caso de Bolivia la operación es organizada en alianza con las multinacionales del litio, uno de los minerales más importantes del planeta. Evo Morales, tenía un plan de industrialización de este mineral que iba a posesionar a Bolivia como uno de los grandes productores a nivel mundial.
Sin embargo son muy llamativas las relaciones de Jeanine Añez, y sus estrechas vinculaciones con todo el entramado de intereses que se mueven para destruir el estado nación y acabar la soberanía de Bolivia, y mucho más sugerente son las vinculaciones del movimiento cruceñista y su líder el paramilitar Luis Fernando Camacho alias el Macho Camacho, y la participación del cartel Latino: Marco Rubio, Bob Meléndez y Ted Cruz, y un sector del neo evangelismo doctrinario con una reinterpretación de las escrituras de acuerdo a la visión del colonialista.
La nueva reconfiguración del capitalismo va a dividir a los países en tres grandes renglones, el de los consumidores, el de los productores y el de los distribuidores, ese es el papel que le va a tocar a cada región según el nuevo capitalismo que esta incubándose desde lo profundo del pensamiento neo conservador, que ya ha instruido para que el legislativo estadounidense discuta y apruebe dos leyes que le permitan al gobierno declarar terroristas a los carteles mexicanos, con el propósito de poder crear un plan estilo plan Colombia en México.
El nuevo mapa del capitalismo mundial, solo es posible si se tiene una ruta segura y menos costosa para el envió de sus productos desde Colombia al resto del mundo. La posición estratégica de Venezuela, su peculiar ubicación le permite al cartel de la DEA poder implementar el nuevo mapa de distribución del producto elaborado sin correr los riesgos, y sin sufrir las perdidas de traslado. Actualmente más del 70% de la producción total se queda en los océanos por lo difícil y largo de la ruta tradicional de transporte.
Venezuela por su posición juega un papel de primer orden en la reconfiguración y posterior explosión de lo que pudiera llamarse el nuevo Bing Bang económico. La élite mundial necesita destruir el estado nación, porque es una forma más segura y mucho menos costosa, entenderse con una banda de criminales que tener que lidiar con los procesos burocráticos y legales de un país que no acepte entrar en la nueva orbita de la mutación capitalista.