Nuevamente el autodenominado "presidente obrero" ha utilizado el término "lavapocetas" para indicar los oficios "denigrantes" que estarían realizando los millones de venezolanos que se han visto en la necesidad de emigrar a otras naciones. (https://www.noticierodigital.com/2019/12/maduro-a-los-migrantes-dejen-de-desearle-mal-a-venezuela-mal-hablado-lavapoceta/).
Resulta muy incongruente que un lider politico que se jacta de haber sido dirigente sindical y de encabezar un "gobierno obrero", mantenga un discurso donde reniega del oficio de lavapocetas en países extranjeros, y considere como un "pueblo digno" (y por consiguiente que realizan trabajos "dignos" distintos a lavar pocetas) a los ciudadanos que permanecen en la república.
Lavar pocetas puede ser tan digno como ser un chofer de bus o un maestro de escuela. Oficios todos que en Venezuela son pagados por el Estado con salarios miserables, propios de regímenes neoesclavistas, que apenas alcanzan los 3 $ mensuales.
El discurso de Maduro es abiertamente insultante contra todos aquellos trabajadores que lavan pocetas, tanto en Venezuela como en cualquier otro país del mundo. En cierta forma, también insulta Maduro a las millones de amas de casa venezolanas, que por la división del trabajo propia del modelo patriarcal-machista que aún predomina en nuestro país, son las que les toca lavar las pocetas de sus respectivas viviendas familiares (con las excepciones del caso, en donde esa labor es compartida con los cónyuues y otros miembros de la familia).
Parece que las alturas del poder le fundió el seso al otrora chofer de metrobuses, y le lleva a mantener reiteradamente un discurso en el cual hace diferencias entre los oficios "dignos" y oficios "denigrantes".
Maduro utiliza la clásica moral burguesa que defiende la división entre trabajadores manuales y trabajadores intelectuales, en la cual se considera denigrante y de poca humanidad la realización de trabajos manuales, valorando en cambio como la plena realización humana de la actividad intelectual, propia de una clase "dirigente", "dominante".
Esta reiteración de la crítica de Maduro hacia los "lavapocetas" emigrantes, simplemente vuelve a confirmar todo lo falso del supuesto rumbo socialista del gobierno madurista, y a desvelar la verdadera esencia capitalista, burguesa, no sólo de su discurso, sino de su ejecutoría política como gobierno.
Para confirmar que la actual polarización política en Venezuela es entre dos fracciones de la misma clase dominante capitalista o burguesa, los opositores pitiyankis rápidamente le han respondido a Maduro diciendole que "será el que lavará las pocetas en la cárcel" (https://www.caraotadigital.net/hoy/la-respuesta-del-exilio-a-maduro-seras-quien-lavara-pocetas-en-la-carcel). Es decir, para ambos extremos lavar pocetas es un oficio denigrante, ambos extremos son sesudos intelectuales que reivindican el dominio de los "pensantes" sobre los trabajadores de oficios "indignos". Una confrontación entre ilustres pensadores como Nicolás Maduro y Antonio Ledezma, que se juntan para insultar a los millones de trabajadores manuales de Venezuela y el mundo.